Rossi celebra su victoria en Assen con Lorenzo detrás - Reuters.
Es la historia de dos regresos. El de la vuelta a lo más alto del podio de Valentino Rossi, el mejor piloto de todos los tiempos con permiso de Giacomo Agostini, 990 días y 44 grandes premios después. Il Dottore se volvió loco con su victoria en Assen, donde en 2009 había festejo su 100º triunfo en el Mundial y ahora alcanzó el 106º –80 en la categoría reina, 61 de ellas bajo la denominación de MotoGP–. “No me lo creo. Ha pasado tanto tiempo de la última victoria...”, confesó Rossi. Tanto tiempo hacía que no lo lograba desde el 10 del
10 del 2120 en Malasia, la jornada que su compañero Jorge Lorenzo se proclamaba por primera vez campeón de MotoGP. Esta vez al piloto balear un quinto puesto le supo “mejor que ninguna otra victoria”. Era el premio a su tesón. Lorenzo regresó a Holanda tras operarse de la clavícula izquierda, que se había roto el jueves en los entrenamientos libres, cayéndose a 224 km/h. Después de la aprobación de los médicos, protagonizó un acto heroico engullendo rivales y jugándose el tipo desde la 12ª posición en la que partía –antes de la caída se había clasificado para la Q2– hasta superar a Cruthlow, el que había marcado la pole y había dicho que si Jorge corría “será mi héroe”. El británico y el dolor fueron los límites de Lorenzo, que no pudo defenderse de su rival en un viraje a derechas y cedió la cuarta plaza. Cruthlow no se conformó y acabó haciéndole un favor a Lorenzo adelantando a Pedrosa –cuarto–, con lo que el balear sobre cedió dos puntos más con respecto al líder, del que le separan solo nueve puntos. A 23 del liderato está Marc Márquez, segundo en Assen tras resistir ante el propio Cruthlow y no poder dar alcance a su ídolo, Rossi, que le hizo una reverencia en la vuelta de honor.
En ese momento Il Dottoremiró atrás y vio a Lorenzo, pero no se paró. Siguiendo festejando el triunfo que tanto anhelaba y al que no pudo aspirar nunca en sus dos años de desierto en Ducati. En su vuelta a Yamaha lo ha logrado a la séptima tentativa. “Gracias al equipo por hacer posible esta fantástica moto”, acertó a decir Rossi, que se ha preparado a conciencia en Alcañiz y que superó su momento crítico, la salida. Esta vez mantuvo un buen ritmo durante las primeras vueltas y supo mantener la cuarta plaza ante el baile de cambios de posiciones, pues Pedrosa pasó de quinto a primero en un suspiro y Lorenzo, estelar, rodaba ya quinto tras merendarse por el interior a Bradl. El alemán acababa de ser adelantado por Rossi, genial para adelantar a Márquez en la quinta vuelta y de hacer lo propio con Pedrosa, de más a menos durante la carrera. Al líder todavía le adelantarían su compañero Márquez –corrió con una microfractura en la mano y en el pie: “Me ha costado bastante al principio y cuando he pasado a Dani se me ha empezado a agarrotar el brazo derecho. Hay que felicitar a Valentino y a Jorge, que tiene mucho mérito lo que ha hecho”– y Cruthlow: “Me he vuelto fuerte al final”. Pero sin duda el testimonio heroico de la jornada era el de Lorenzo: “He sufrido mucho, tenía los músculos de esa parte del cuerpo muertos. Las lágrimas eran por el esfuerzo, soy un chaval que llora poco pero hoy no he podido resistirme. Cuando me rompí pensaba que se me habían acabado las dos o tres próximas carreras, pero planeamos la operación para el mismo día y esperar 24 horas para que la anestesia se fuera del cuerpo”.