Regreso de nuevo, sí; pero regreso de nuevo. Aunque esto que digo ahora puede parecer un simple juego de palabras, en realidad no lo es, porque en realidad implica atender conscientemente a las palabras. Y regresar de nuevo, para que sea regresar de nuevo, implica re-iniciar primero el cerebro.
Cuando re-iniciamos nuestro cerebro (en el caso de que así lo hagamos) toda nuestra vida cambia. Cuando toda nuestra vida cambia jamás podemos regresar de nuevo si seguimos con los mismos planteamientos, perspectivas y visiones. En ese caso, no regresamos de nuevo; regresamos de viejo.
Regresar de nuevo re-iniciando continuamente nuestro cerebro para una puesta a punto mental considero que es lo más importante en nuestras vidas cotidianas y por descontado, en nuestras finanzas.
Aunque la facilitación de actitudes probablemente todavía no sea una profesión popular y reconocida (porque si lo fuera pronto dejaría de ser efectiva), cuando la ejerces sucede algo muy curioso e interesante: puede ser que le facilites actitudes a los demás y les cambie la vida, o puede ser que no sea así; pero lo que sí sucede siempre es un cambio constante en tu propia vida.
Durante un año y pico he desconectado de mi investigación financiera debido a un proceso de re-inicio cerebral y mental en el que las situaciones de la realidad cotidiana que genero a cada momento me condujeron a una serie encadenada de conocimientos descodificados como información novedosa que aparece en mi campo perceptivo, modificando así la realidad cotidiana que vivo para alterarla por completo. Y esa información novedosa me ha sumergido de pleno en la HISTORIA, la FILOSOFÍA POLÍTICA y la ECONOMÍA.
Si podemos ser capaces de entender que nuestro estado financiero siempre refleja nuestras creencias, tanto si son limitadoras como si son potenciadoras, automáticamente nos sumergiremos en procesos para des-cubrir aspectos que desconocíamos antes.
Des-cubrir algo es dejar de cubrir algo.
Cuando des-cubrimos algo nuestra realidad cambia por completo y queda alterada a todos los niveles; pero nadie puede des-cubrirlo por nosotros o por nosotras. Esto significa que todo lo des-cubierto tiene que ser des-cubierto en el fuego de nuestra propia experiencia vivenciada conscientemente y para que eso pueda suceder debemos dejar que suceda y para dejar que suceda debemos primero y antes de todo responsabilizarnos de la calidad subjetiva de nuestras propias experiencias vitales. Y en este apartado radica la importancia de mis últimos des-cubrimientos (para mí, evidentemente) que ahora comparto contigo simplemente por placer y porque siento la necesidad de compartirlos.
Estos des-cubrimientos muy personales y subjetivos sólo son opiniones personales y subjetivas. Si te sirven para adentrarte en tus propios des-cubrimientos, adelante, y si no te sirven, entonces olvídalos.
He vuelto de nuevo, no de viejo. Estoy aquí y ahora de nuevo, no de viejo. Posiblemente mis opiniones a partir de este momento se adentrarán en temas aparentemente diferentes a las finanzas, pero en el fondo están estrechamente relacionados y considero de suma importancia adentrarse en ellos. Si te quieres facilitar actitudes financieras conscientes, puedes acompañarme en este viaje de auto-descubrimiento. Es mi deseo que algo de todas estas novedades te sirvan para algo.
Empecemos el viaje.