El Reloj 1973

"Pelo" Año IV - Nº 42

Pág. 38 - Sección Recitales: El Reloj

Contundente y enérgico, El Reloj fue un grande del rock nacional. Contrariamente al decir popular y juzgándolo por el sonido que transmitían desde sus discos, nunca pude encasillarlos como exponentes del rock pesado, sino más bien como dueños de un ensamble sonoro denso, potente, compacto y sutilmente creativo.

En su número 42 editado en septiembre de 1973, "Pelo" reseñaba un concierto de El Reloj celebrado en el teatro Astral de Buenos Aires en fecha reciente. Aún sin álbumes editados, la banda prometía y aunque peca por breve, la nota no escatima elogios a la hora de repartirlos. Si bien el comentario no lo aclara, El Reloj estaba integrado en ese entonces por el lineamiento más estable y productivo: Eduardo Frezza (bajo y voz líder), Willy Gardi (primera guitarra y voz), Osvaldo Zabala (segunda guitarra), Luis Valenti (teclados) y Juan Espósito (batería).

El Reloj - Teatro Astral

"Cualquiera que cayera del cielo (cosa que puede ser bastante posible a esta altura de los tiempos) en el recital de El Reloj creería que se trataba de un grupo fogueado y experimentado. Sin embargo para muchos de los espectadores de esa noche y para quienes lean esta nota, El Reloj no pasaría de ser un grupo de los que están surgiendo en este momento. Pero para quienes se topen alguna vez con este grupo la opinión será diferente.

Se trata de cinco músicos con una potencia y una calentura pocas veces escuchada en grupos que no fueran los tradicionales. Pero además (esto es arriesgado pero hay que decirlo) El Reloj es, en realidad, el primer grupo de rock pesado de la Argentina. O al menos quien transita esa línea con mayor claridad. También hay otra cuota de singularidad: los temas veloces, enérgicos. Dos características que tampoco son habituales en el estilo argentino. El cantante principal tiene un vibrato realmente insólito (por momentos parecido al de Roger Chapman, de Family) y un registro que le permite acudir en búsqueda de notas aparentemente inalcanzables. La primera guitarra coincide con esa velocidad del grupo, aunque en su caso particular, con cierto apresuramiento. El sonido que logra es bastante similar al de Ritchie Blackmore. Sin que esa comparación quiera ser odiosa.

A pesar de la potencia de la música y el volumen de los equipos el sonido estuvo suficientemente logrado y ecualizado. Entre amplificadores y columnas de voces había más de 20 bafles. Sin embargo, las letras no se comprendieron bien, martirizante y reiterativo defecto de todo el rock local.

El Reloj no parece ser una ilusión óptica. Tampoco musical. Y es muy probable que pronto se esté ante la presencia de un grupo totalmente nuevo que quiere hacer su propio camino."

Un fotomontaje con imágenes y música de la época nos retrotrae a lo que tal vez pudo haberse escuchado esa noche del invierno de 1973 en el teatro Astral.

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