Revista Cine

El reloj de cuco

Por Ronoa Y Hans Beckert @1AntesYDespues

 

Antes de El orden divino

Después de mucho tiempo vuelvo a escribir en el blog, y para ello que mejor que una peli suiza sobre el sufragio femenino. En mi cabeza se agolpan ideas: lo que yo imagino que debe ser una directora suiza recogiendo el premio FIPRESCI de algún festival nada pretencioso como el de Karlovy Vary, Boyero gritándome que deje de perder el tiempo y me vaya a casa a ver el capítulo final de Los Soprano por vigesimoquinta vez, ronoa preguntándome porqué esta vez no hemos ido a ver una peli de perros habladores.

Después de El orden divino

Como cualquier obra más o menos histórica que se precie donde un héroe lucha contra un entorno repleto de injusticias, ya sea un expresidiario cantarín salido de la pluma de Victor Hugo, un esclavo tracio con la mandíbula de Kirk Douglas o una anodina ama de casa suiza en 1971, El orden divino nos invita a posicionarnos. Nadie en su sano juicio verá razonable a día de hoy que las mujeres (suizas o no) deban tener el permiso de su marido para trabajar o que se les niegue el derecho a voto. Resuelto el enigma de quienes son los buenos y los malos solo nos queda saber cómo se desenvuelven para llegar a un final conocido, y ahí es dónde hace aguas la película. Los personajes son meros títeres en manos de la historia, sus motivaciones existen pero la guionista/directora las utiliza o no únicamente en función de un bien mayor, que quede suficientemente didáctico el mensaje que quiere transmitir.   
No se crea, querido y paciente lector que ha llegado hasta aquí, que no me ha gustado la película. Es un ejercicio agradable que huye del victimismo, y se ve fácilmente, no le pido mucho más a una tarde de domingo en pleno Julio.
Antes de despedirme quería hacer una confesión y una recomendación, confieso que le recomendaré la peli a todos los jóvenes adanistas que conozco sólo para poder ver su cara al darse cuenta que las luchas sociales no comenzaron anteayer al calor de las RRSS. La recomendación es aún más lúdica, poned en google "Suiza referendum" y flipad muy fuerte, los suizos son capaces de votar cosas muy locas. No seré yo el que diga que son un pueblo bastante enfermo que no tengo claro como se las gasta la fiscalía de los cantones de Appenzell.
Nota: En Italia, en 30 años de dominación de los Borgia no hubo más que terror, guerras y matanzas, pero surgieron Miguel Ángel, Leonardo da Vinci y el Renacimiento. En Suiza, por el contrario, tuvieron 500 años de amor, democracia y paz. ¿Y cuál fue el resultado? El reloj de cuco.
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