Revista Cine
- DIRECTOR: Alejandro González Iñárritu
- ACTORES: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Domhnall Gleeson, Will Poulter, Forrest Goodluck, Paul Anderson, Kristoffer Joner, Joshua Burge, Lukas Haas
- CRITICA: Tras el casi total abandono del blog por una falta de tiempo bestial, que no por el hecho de seguir viendo películas, que mejor momento para retomarlo que el estreno de una película que llevaba tiempo esperando, "El renacido", que ya me daba muy buena espina desde sus primeros trailers, que me llamaron poderosamente la atención con las imágenes que mostraba.
Además siendo fan tanto del director, Alejandro González Iñárritu, con propuestas siempre interesantes, sobre todo esa joya que es "21 gramos", como del director de fotografía, Emmanuel Lubezki, a quién sigo desde que me dejara con la boca abierta con su trabajo en esa obra maestra que es "Hijos de los hombres", y que después se superó en la magnífica "Gravity", pues esperaba con ganas este nuevo trabajo conjunto, tras la brillantísima visualmente, aunque algo sobrevalorada "Birdman". Y la presencia de un Leonardo DiCaprio que lleva unos años a gran nivel, y buscando su ansiado Oscar, también ayudaba a crear ciertas expectativas y muchas ganas de ver la película.
Sabiendo más o menos el tipo de cine que iba a ver, la verdad es que la película no tarda en sorprenderte, ya que comienza con una secuencia realmente espectacular, y que deja a las claras por donde va a tirar el director. Yo a los cinco minutos estaba boquiabierto, y es que el trabajo visual es sencillamente insuperable, con un manejo de la cámara que es una virguería técnica, y una fotografía increíble. Te mete de lleno en la acción y te sientes dentro de esa lucha entre los dos bandos, con flechas surcando delante tuya, el sonido envolviéndote por completo y esa cámara que se mueve de forma suave pero entrando de lleno en la lucha.
Durante todo el metraje la cámara es la protagonista absoluta, mostrando una gran cantidad de primeros planos, pero también planos muy amplios para mostrar el majestuoso paisaje en el que se desarrolla la trama. La cámara está siempre en movimiento, de forma suave pero continua, lo que crea una sensación de estar dentro del personaje, a lo que ayuda también un trabajo sonoro de primer nivel, ya que no dejan de oírse las gotas de agua, las hojas de los árboles moviéndose con el viento, la respiración de los personajes... todo cuidado al máximo.
A esto ayuda mucho también una sensacional banda sonora, firmada por Ryûichi Sakamoto y Alva Noto, que funciona perfectamente dentro del film, aunque no se si lo hará fuera del mismo. Consigue potenciar los momentos de tensión de forma sutil pero intensa, además de aportar siempre muchos matices a las imágenes que nos muestra el director.
En cuanto al trabajo actoral, es cierto que no hay demasiados actores con papeles importantes, pero todos cumplen bien, destacando sobre todo a Domhall Gleeson entre los secundarios, en un papel al que sabe dar credibilidad a pesar de mis reticencias iniciales, y los dos protagonistas son los que llevan el peso de la película, en mayor parte, como es lógico, Leonardo DiCaprio, al que da la réplica a la perfección Tom Hardy, que cada vez me parece mejor actor, y que está estupendo aquí. Pero sin duda DiCaprio es quién se lleva la palma en cuanto a la actuación, ya que realiza una interpretación muy completa, no solo muy física, y que tal vez le lleve a conseguir su ansiada estatuilla dorada.
Entrando ya más de lleno en la película, tiene un arranque, como ya he dicho, de los que te dejan pegado a la butaca, y ese arranque se va alargando hasta casi una hora, tiempo en el que no dejas de maravillarte con esos planos largos tan sutiles y que parecen no querer destacar, pero que los cuales ves que no son sencillos de hacer cuando suben y bajan montañas, rodean a los personajes luchando, entran y salen... y todo con una sencillez pasmosa. Ya digo que yo he salido muy impresionado con este aspecto, al cual le acompaña una fotografía estupenda, con unos planos y unos enfoques maravillosos, que te hacen apreciar la dificultad que habrán tenido rodar esta película en esos exteriores tan extremos.
Esa primera parte, por dividir un poco la película, es, en mi opinión, toda una experiencia sensorial en todos los aspectos, desde un maravilloso aspecto visual y sonoro hasta todo lo que te provoca lo que ocurre en ese tramo, desde la tensión hasta un poco de agobio, pasando por momentos que son realmente cruentos, tanto que a veces me recordaba a "Salvar al soldado Ryan". La pelea con el oso, una de las escenas más esperadas por todos los que hayan visto el trailer, es sin duda uno de los momentos álgidos del film, porque está rodada con un realismo tal y en una secuencia larga y sin aparentes cortes (digo aparentes porque tras "Birdman" ya me espero de estos dos que hagan cualquier cosa sin que se note), que te hace sentir muchas cosas mientras la ves. Tal vez sea un poco suave mostrando las consecuencias de una pelea entre un hombre y un oso grizzly, pero tal y como está rodada y las consecuencias que tiene, te la crees casi por completo y no se le puede achacar nada negativo.
A partir de ahí, la película baja el ritmo y se desarrolla de forma más lenta y pausada, algo que muchos criticarán, pero que a mi, sinceramente, no me ha molestado, aunque es cierto que en el global le hubiera sentado bien un recorte de unos 10 minutos por este tramo central, pero a mi no me ha aburrido nunca ni me ha hecho perder el interés ni el hilo de la trama, a pesar de algunos momentos de misticismo que el director intercala de vez en cuando.
Y el tramo final, si bien no es tan, tan brutal e intenso como la parte inicial, mantiene un tono muy animado e interesante, en el que, hasta llegar al desenlace, ocurren cosas realmente impresionantes y que visualmente son una maravilla, como la caída del caballo y todo lo que sucede después, otra de esas escenas que se quedan en tu retina. La última parte me mantuvo realmente pegado al asiento porque me estaba volviendo a hacer sentir muchas cosas.
En resumen, estamos ante una película que no va a gustar a todo el mundo, algo que podemos decir que es algo intrínseco en el mundo del cine, pero en el caso de "El renacido" creo que será más pronunciado, porque veo muchas críticas en las que hablan de una película maravillosa, algo que yo mismo pienso, y otras que hablan de película larga, lenta y aburrida, y es que es de esas cintas que no suelen tener término medio.
En mi caso, dejando de lado el gran subidón con el que salí de la sala de cine, mi opinión es que es una de esas películas que te hacen reconciliarte con el cine, de esas que te hacen sentir totalmente satisfechos y que te hacen sentir muchas y variadas sensaciones, algo que siempre comento que es lo que más valoro al ver una película. Si encima de conseguir transmitirme sentimientos con lo que me cuenta, visualmente es una cinta tan apabullante, pues entonces no puedo decir otra cosa que me ha parecido cine con mayúsculas, una de las películas más importantes que he visto en los últimos años, y una de las películas que más me han gustado en un primer visionado.
Si te gusta el cine, disfrutar del mismo no solo por lo que te cuenta la película, si no para dejarte llevar por ella y saber apreciar todas las virtudes técnicas que te hacen meter de lleno en la misma, y no te molestan los ritmos pausados y algunas escenas de alto contenido en realismo sangriento, no te la pierdas, además esta es una de esas películas que hay que ver en pantalla grande, es una gozada.
Yo ya tengo mi película favorita de 2016, y no creo que ninguna supere o iguale a esta, para mi, obra maestra, una película que creo que con el tiempo será todo un clásico, porque tiene muchos ingredientes que así me lo hacen pensar. Y aunque la perfección no existe, como dice un buen amigo mío, esta película es casi perfecta, y posiblemente con algún visionado más, mejore aún mi valoración.
Mi nota: 9,5
Saludos.
Kasko.