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El renacido. ¿Quién te persigue?

Publicado el 19 febrero 2016 por Alvaromoral

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Hay algo que me quema por dentro desde que he visto El renacido. ¿Por qué diablos Iñárritu se está llevando tantos premios? Puedo entender que Lubezki por la dirección de fotografía se los lleve, pero más allá no entiendo nada. Y DiCaprio en un papel cercano al de Hardy en Mad Max está muy sobrevalorado. Para el caso, sería muy cutre valorar una película por sus premios.

(Con spoilers, que para algo he visto la película)

Mientras veía la película me dio mucho tiempo para pensar. ¿Por qué lo que estaba viendo me parecía que estaba mal hecho? Y, para los puritanos lo peor que te puede pasar viendo una película es pensar sobre la película porque eso significa que “te has sacado de la película” (?). Es lo que pasa cuando dices cosas como “qué fotografía más bonita”. MAL. Para un buen puritano si resalta un factor sobre el resto es que está MAL. Por supuesto yo no estoy de acuerdo, pero no soy un ejemplo ilustrativo.

Revenant, The

Y lo que pensaba es que a Iñárritu le ha salido el tiro por la culata porque donde él ve a DiCaprio como protagonista yo le veo como antagonista, y donde él ve a Hardy como antagonista yo le veo como un protagonista perfecto lleno de aristas, de conflictos y con un papelón que deja en la sombra a DiCaprio, nuestro renacido (o vuelto a la vida). Le hubiera ido mejor. ¿Quién persigue a quién? ¿Quién es el que huye y tiene que enfrentarse a su destino? Pues claramente Tom Hardy. Este esquema clásico Iñárritu lo deja cojo porque tanto el perseguido como el que persigue no son héroes de ningún tipo. Son canallas, duros como el clima que les rodea y sobre todo, creyentes cabreados. Exiliados en un mundo en el que hay que santiguarse. Toda la filmografía de Iñárritu se mueve en el terreno del sufrimiento y la respuesta a este. Y lo que viene a decir socarronamente es que “lo sentimos, pero no hay respuesta”. La venganza deja el poso amargo de la nada. Nadie te va a devolver a tu hijo pero al menos tenemos la venganza.

Y a la vez, el renacer de DiCaprio está lleno de simbología. La secuencia en la que encuentra al indio en el exilio de su propia tierra, DiCaprio se introduce en el camino de la renovación. Su cura interior (las visiones en una iglesia derruida) y exterior le posibilitan para volver a casa. Aunque mucho me temo que su destino no puede ser mejor que el del indio.

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Lejos de este embrollo narrativo está la fuerza visual de Lubezki que le encuentro a sus anchas regalando una fotografía naturalista. Pero a la vez perdido. La media hora que le sobra a la película le hubiera hecho un gran favor porque peca de exceso. La elegancia de Gravity o de cualquier película de Malick aquí se convierte en desmesura.


El renacido. ¿Quién te persigue?

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