Revista Cultura y Ocio
Lo habitual para la mayoría de los realizadores que alcanzan el triunfo es limitarse a repetir la misma fórmula que les ha proporcionado fama y reconocimiento. Sin embargo, a los grandes cineastas les define el ansia por reinventarse. Una de sus características principales es el afán de no estancarse y de explorar nuevas fórmulas de expresión narrativa. Están bendecidos por la creatividad y su instinto de probar sensaciones nuevas les ayuda a sorprender con cada nuevo proyecto. Es en este segundo grupo donde se sitúa el director mejicano Alejandro González Iñárritu. Tras dar una vuelta de tuerca al género del drama con las excelentes “21 gramos” y “Babel”, y saborear las mieles del éxito con la comedia “Birdman (o la inesperada virtud de la ignorancia)” -construida sobre un guion ágil y mordaz-, ha decidido alejarse por completo de lo rodado hasta la fecha para embarcarse en un trabajo complejo y correoso, a medio camino entre el western crepuscular y la aventura épica, demostrando así que no existe vertiente cinematográfica que se le resista. “El renacido” es una muy buena película que reúne la mayor parte de las virtudes del cine de calidad: eficacia en la filmación, habilidad en la narración, intensidad en los planos visuales, rigor en la historia y ese toque de trascendencia y majestuosidad que poseen ciertas obras. Además, se adorna de una excepcional fotografía y de la presentación de unos impresionantes escenarios naturales. Sin embargo, se trata de un film no apto para todos los públicos. Su excesivo metraje, el carácter secundario de los diálogos -ausentes en numerosas secuencias-, su estilo excesivamente monótono y, sobre todo, la virulencia y la crudeza de muchas de sus escenas, convierten a “El renacido” en una cinta difícil de digerir.A principios del siglo XIX, en una expedición al inhóspito Oeste norteamericano, un explorador y cazador es brutalmente atacado por un oso. El hombre, gravemente herido, es dado por muerto y abandonado por sus propios compañeros. Sin apenas medios y con importantes lesiones corporales se aferra a la supervivencia con la esperanza de poder vengarse un día de quien antaño fue su amigo y confidente. Para ello, deberá lidiar con la doble ferocidad del invierno y de la naturaleza, además de enfrentarse a los indios. Este largometraje es el gran favorito en la inminente edición de los Oscar de Hollywood. Cuenta con doce nominaciones, incluidas las principales categorías, y ya ha resultado galardonado con los Globos de Oro a mejores película, director y actor protagonista. Se trata de uno de esos títulos que incrementarán su renombre con el paso del tiempo y que se convertirá en una obra de culto, por más que la dureza de las imágenes y el estilo narrativo poco convencional no le hagan acreedor del favor del gran público. Destaca sobremanera la exhibición interpretativa de Leonardo DiCaprio, que aborda de un modoincuestionable un papel de enorme exigencia física y emocional. Le acompañan en el reparto unos correctos Tom Hardy y Domhnall Gleeson, y el eterno secundario Lukas Haas -aquel recordado niño de “Único testigo”, thriller cuyo elenco encabezaba Harrison Ford-. No obstante, en un proyecto de esta envergadura, además de al realizador y a los actores, es de justicia mencionar al director de fotografía Emmanuel Lubezki, ya con dos estatuillas doradas en su haber gracias a “Gravity” y “Birdman”, y que va camino de recoger su tercer Oscar en tres años, una circunstancia tan inusual como sorprendente. Asimismo, el compositor japonés Ryuichi Sakamoto, premiado hace casi tres décadas por la banda sonora de “El último Emperador”, ha creado, como viene siendo habitual en él, otra extraña y singular melodía.
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Trailer en versión original
Datos del filmPelícula: El renacido.
Título original: The Revenant.
Dirección: Alejandro González Iñárritu.
País: USA. Año: 2015. Duración: 156 min. Género: Drama.
Interpretación: Leonardo DiCaprio, Tom Hardy, Will Poulter, Domhnall Gleeson, Lukas Haas, Paul Anderson.
Guion: Alejandro González Iñárritu y Mark L. Smith; basado en la novela de Michael Punke.
Fotografía: Emmanuel Lubezki.
Música: Ryuichi Sakamoto y Alva Noto.