En este mes, la pantalla de INFINTO estrena una nueva producción original. Se trata de la película documental titulada “EL REPRESENTANTE DE DIOS” que realiza un recorrido por la carrera del manager Guillermo Coppola; un jugador de fútbol frustrado, ex empleado de banco, que poco a poco se convirtió en el representante del jugador de fútbol más importante del mundo, y vivió su vida como el protagonista de una película
“Vos me preguntabas que querés ser: ¿Gerente de banco, presidente o jugador de futbol? Y yo te decía jugador de futbol”. Con un estilo único en donde predomina el registro oral y el placer de la anécdota, “EL REPRESENTANTE DE DIOS” sumerge al espectador en un viaje íntimo por la mente de una de las personalidades más carismáticas del mundo del fútbol, que, entre sus principales logros, llegó a representar a Diego Armando Maradona.
Una historia de película: un empleado de banco fanático del fútbol sin demasiado talento, pero con merecida fama de playboy. “Yo era un tipo común, vivía en un barrio de Buenos Aires, trabaja en un banco, estudiaba, jugaba al fútbol en las inferiores de Racing, y me gustaban mucho las minas. Mi vida era eso: del banco me iba a Racing a entrenar, de Racing al colegio nocturno, y después del colegio, me encontraba con alguna minita. Y a la mañana volvía al banco”, relata Coppola sobre sus días en sus inicios laborales.
A fines de la década del ´70, Guillermo Coppola comienza su carrera como representante en un lugar poco convencional: la oficina de un banco de Buenos Aires. Su habilidad, su encanto y su amistad cautivaron a los jugadores profesionales que comenzaron a confiarle sus inversiones. Durante esos años, trabajó con los mejores jugadores del fútbol argentino, llegando a representar a más de 200, entre los que estaba el plantel profesional completo de Boca Juniors. “Toda mi vida fui hincha de Boca. Cuando era chico iba a la cancha con mi hermano y con mi vieja, que llevaba su canasta de empanadas. Íbamos al sector H y había que subir muchísimas escaleras. Si yo no hubiese sido de Boca, seguramente muchas de las cosas de mi vida hubiesen sido diferentes”.
En el año ´84, Coppola representaba a casi todos los jugadores de futbol, menos a Maradona. Pero es justo en ese entonces, que se genera una reunión con Diego, en la que recibe la propuesta de ser su representante exclusivo y dedicarse a su carrera por completo. Coppola acepta, y a partir de ese momento acompaña al astro en el ascenso vertiginoso que lo convertiría en el hombre más famoso del planeta. “Si a mí alguno de los jugadores me hubiese dicho “no lo hagas”, no lo hubiese hecho”, confiesa Guillermo.
Junto a Maradona, recorrió el mundo y conoció a las estrellas más destacadas que reverenciaban con fanatismo al ídolo del fútbol argentino. Lo acompañó siempre y vio el mundo desde la cima. Pero como toda estrella, un día Cóppola cayó del cielo, y lo hizo de forma escandalosa, entre drogas, alcohol, sexo, crímenes y traiciones. Pasó algunos años en la ruina, acusado de ser mala influencia para la carrera de Maradona, estuvo preso por una supuesta causa de venta de drogas y fue acusado por el asesinato de uno de sus mejores amigos, “Poli” Armentano, el dueño de una de las discotecas más importantes de Buenos Aires. Se separó de Maradona en un escándalo judicial, sufrió una fuerte depresión y abandonó su carrera.
Pero Coppola logró recuperarse, superó las adversidades y, como si de una película se tratara su vida, reencontró el camino. Hoy es padre y marido “casi” ejemplar, y continúa trabajando como representante de jugadores y como asesor de inversiones futbolísticas en todo el mundo.
“EL REPRESENTANTE DE DIOS” atraviesa las distintas épocas de la historia que supo tener como protagonista al legendario manager. En cada una de ellas, su propia música, vestuario, maquillaje, personajes, luces y sombras. El tratamiento estético funciona como reflejo de estos momentos íntimos que vivió el personaje. Las recreaciones, tomadas en los lugares reales, hoy vacíos pero cargados de los sonidos del pasado, y las imágenes de archivo, íntimas y públicas, conforman el testimonio de una vida repleta de anécdotas y emociones.
Una película documental narrada en primera persona, con la voz en off del mismo Guillermo Coppola, que intercala recreaciones con imágenes de noticieros, entrevistas y fotografías, en la cual Infinito permite construir un relato íntimo, irónico y desgarrador sobre la extraordinaria vida del representante de jugadores de fútbol más carismático del mundo.