Para este mes en que muchas personas se exponen más a la luz solar (por deportes al aire libre, viajes, playa o piscina...) hemos pensado rescatar un producto que ayude a nuestra piel en estos momentos.Y yo lo tuve claro desde el "minuto cero". Es más, te diré que ni siquiera he tenido que "rescatar" al protagonista de hoy porque lo tengo siempre presente en mi baño.
¡Al lío, que te cuento!
1. Aceite de rosa mosqueta: no me faltes nunca.
Ya sé, ya sé: esto es un blog de bienestar, no un bolero. Pero es que de verdad que siempre tengo en casa este aceite. Además, como se usa poco en cada ocasión y tienen una larga duración, es un producto que sale muchísimo a cuenta.Te enlazo aquí los de diferentes marcas que he ido reseñando en el blog: 🌹 Aceite de rosa mosqueta Uresim 🌹 Aceite de rosa mosqueta Soaphoria 🌹 Vídeo sobre mis aceites y los usos que le doy.2. Cómo lo uso: varias ideas.

El que ves en las fotos es el último que he comprado. Lo uso muchísimo y para muchas cosas. Estos últimos meses lo he estado usando para las cicatrices de mi operación de varices, pero también lo uso para "enriquecer" alguna crema facial que se me quede corta. Mi hija Irene, que tiene la piel del cuerpo sensible y reactiva lo usa muchísimo para calmar irritaciones o cuando tiene la piel roja por haberse depilado.
Finalmente, cuando hace unos años tuve un brote brutal de dermatitis alérgica, era lo único que me calmaba, por eso siempre tengo en casa (aunque mantengo lejos a la dermatitis, afortunadamente).3.Y un truco extra.

A veces tengo cremas corporales que no me convencen porque no son muy hidratantes. Así que, para que no se me pongan malas y tener que tirarlas a medias, añado alguna gotita del aceite y ya las mejoro y puedo usarlas hasta el final.
