Esta semana al final de la clase de música de un grupo de primer grado fuimos parte de un operativo de rescate.
Estábamos terminando la clase, cuando uno de los chicos dice ¡un ratón! y otro ¡no, una rata!Inmediatamente se fueron todos corriendo a la ventana para ver qué era lo que se asomaba.Nuestra aula está en un entrepiso y la ventana da a una especie de fosa que permite que entre mucha luz.Cual no sería nuestra sorpresa al ver a un pequeño erizo tratando de treparse al vidrio como pidiendo ayuda.El pobrecito debe haberse caído y no había forma de que pudiera salir.Todo el grupo comenzó a discutir cómo hacíamos para ayudarlo sin lastimarlo y sin lastimarnos, ya que las púas del erizo no son ningún chiste.Después de pensarlo un rato, encontramos la solución. Vaciamos una de las cajas de plástico que tenemos con materiales para la clase y la acercamos de tal forma que no le dejamos al erizo otra opción que entrar en la caja. Lo que sucedió luego, pueden verlo en el video.Esperamos que les guste.