El morboso hecho sucedió en la isla de Borneo, en el sudeste asiático. Allí, los hombres pagaban por sexo con mujeres o con Pony, nombre del animalito violado. El simio fue liberado y, tras un extenso tratamiento, volvió a su hábitat natural.
Fue encontrada en el año 2003 tras estar secuestrada durante muchos años en un prostíbulo de Borneo.
Las autoridades que la rescataron, pudieron constatar que tenía alrededor de seis años de edad, que estaba encadenada a una pared, y que su cuerpo había sido despojado de su vello. Además tenía muchas picaduras de insectos infectadas.
El trabajo del grupo de rescate no fue fácil, ya que habían intentado en varias ocasiones liberarla, pero se toparon con la negativa violenta de la dueña del lugar, y de los habitantes del pueblo, que indicaban que además de ser una buena fuente de ingresos, era un amuleto de la buena suerte.
Llevó años recuperar la salud de Pony, quien fue tratada en el centro de cuidados Nyaru Menteng, ubicado cerca de la capital de la isla. En 2013 y bajo un estricto seguimiento por parte de profesionales, fue devuelta a la vida salvaje, junto a seres de su misma especie.