El caso Garzón sigue creando una fuerte polémica.
Ahora, tras las declaraciones del presidente Zapatero, alabando la labor realizada por el juez Garzón contra ETA, declaraciones que a mi juicio "ya han tardado", el Consejo General del Poder Judicial difunde una nota "exigiendo respeto a la independencia de los jueces", respeto, por cierto, que no ha exigido en ningún momento ante los ataques del Partido Popular en el caso Gürtel.
Transcribo integramente este artículo de Marco Schwartz, publicado en la edición impresa del diario Público:
"El respeto no se exige, el respeto se gana"
El CGPJ exige el máximo respeto hacia los tribunales, en relación con determindas actuaciones que se siguen en el Tribunal Supremo y en la Audiencia Nacional. El órgano rector de los jueces, integrado por doctos ciudadanos, debería saber que el respeto no se pide, ni se exige. El respeto se gana mediante la ejemplaridad. Y la conducta del Supremo y del CGPJ dista de ser ejemplar en lo concerniente al juez Garzón y a dos causas de enorme trascendencia democrática que han pasado por sus manos: el caso Gürtel -la mayor trama de corrupción política de los últimos años- y la investigación, finalmente abortada, de los crímenes del franquismo.
El Supremo se ha dedicado a admitir querellas contra Garzón con una laxitud sin precedentes, mientras rechaza la posibilidad de que prestigiosos juristas intenacionales defiendan al juez en el proceso por su supuesta prevaricación en el caso de los crímenes del franquismo.
Por su parte, el CGPJ, que no ha demostrado la menor solidaridad con Garzón frente a los ataques del PP y sus medios afines, exige ahora respeto a los tribunales justo después -oh casualidad- de que el juez fuera objeto de varias muestras de apoyo, incluidas unas declaraciones del presidente Zapatero.
No. Así no hay manera de granjearse respeto alguno.
Hasta aquí el artículo.
Como se ve, el caso Garzón ha puesto en solfa al mundo de la judicatura que ahora anda preocupado publicando "notas protestadoras". También se está poniendo de relieve las fuertes disensiones existentes dentro del Tribunal Supremo.
En este sentido, son impresionantes las últimas declaraciones del ex fiscal Carlos Jiménez Villarejo que, en una entrevista publicada en el diario El País, arremete contra el Supremo por "estar sometido a la extrema derecha" y califica de "acoso organizado y sistemático" contra Baltasar Garzón por la trama Gürtel, entre otras cosas. La entrevista no tiene desperdicio y termina acusando al Supremo por "poner al poder judicial bajo los pies de los caballos de los corruptos".
En fin, que a veces ya no se sabe a dónde mirar para no tirar la toalla y caer en el pasotismo, en el escepticismo, en la melancolía. Pero por supuesto, no lo haremos. Aún nos queda fuerza para luchar.
Por mi parte aquí lo dejo por hoy, ya que seguiré denunciando, cada vez que lo juzgue necesario, el acoso al que están sometiendo al juez Garzón como una muestra más de la preocupante politización de la judicatura y de la cada vez más puesta en cuestión madurez democrática del poder judicial.