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En el vibrante escenario automovilístico italiano, una compañía que alguna vez estuvo en la cúspide de la innovación y el diseño está experimentando un emocionante resurgimiento. Fundada en 1959 en Módena, De Tomaso Automobili se erige como un emblema de pasión y creatividad en la industria automotriz.
Desde sus humildes comienzos hasta su esplendor en las décadas de 1960 y 1970, De Tomaso dejó una marca indeleble en el mundo de los automóviles deportivos. La empresa nació de la mano del visionario argentino Alejandro De Tomaso, quien se propuso combinar la elegancia inimitable del estilo italiano con la precisión técnica que define la ingeniería automotriz. Desde el principio, el enfoque era claro: crear autos de alto rendimiento que encarnaran el espíritu de la velocidad y el lujo.
La pasión de Alejandro De Tomaso por los automóviles se forjó en su carrera inicial como piloto de pruebas en OSCA en Bolonia, Italia. Sin embargo, su ambición y su impulso creativo lo llevaron a explorar nuevas fronteras. Frustrado por las restricciones creativas que enfrentaba, el argentino se aventuró a establecer su propia compañía, una que liberaría su genio innovador en forma de autos de carreras excepcionales.
Entre los logros más notables de De Tomaso se encuentra su colaboración con el equipo de Frank Williams en 1970, cuando creó un revolucionario prototipo de Fórmula 1. Pero fueron los modelos emblemáticos como Mangusta, Pantera y Longchamp los que capturaron los corazones de los entusiastas y dejaron una huella en la historia automovilística.
El año 2019 significó un hito en la historia de la empresa. En honor a seis décadas de legado, se presentó el P72, un tributo apasionado a los icónicos automóviles deportivos de los primeros años fundadores, con especial énfasis en el De Tomaso P70. Cada detalle de este nuevo modelo rinde homenaje a la herencia de diseño de la marca y su compromiso con la excelencia mecánica.
Lo último de De Tomaso Automobili
El P72 encarna el espíritu de su predecesor mientras avanza hacia el futuro, evocando una era dorada del mundo de los automóviles. Sin embargo, la exclusividad sigue siendo una prioridad, ya que solo se fabricaron 72 ejemplares. En cierto sentido, el resurgimiento de De Tomaso es un testimonio de perseverancia y dedicación a la excelencia a medida que la marca recupera su lugar en la vanguardia de la innovación automotriz.
Los comienzos
Todo empezó en Buenos Aires, Argentina, el 10 de julio de 1928, cuando Alejandro De Tomaso, un joven con raíces en una familia política y terrateniente, vio la luz por primera vez. Tras la inesperada pérdida de su padre a sus cinco años, Alejandro demostró desde temprana edad su astucia financiera trabajando en los campos familiares.
A los 20 ya estaba al mando de las finanzas familiares. Su experiencia lo llevó de nuevo a la ciudad, donde en colaboración con Roberto Noble dio origen al emblemático diario Clarín. Sin embargo, su inclinación por el conservadurismo político lo sumergió en conflictos durante el gobierno peronista, llevándolo a enfrentar arrestos y aislamiento en sus tierras.
La sed de velocidad de Alejandro se desencadenó en las carreteras de Argentina, donde tomó los mandos de un antiguo Bugatti de cuatro cilindros. Su destreza lo llevó a pilotar un Alfa Romeo sobrealimentado en eventos locales, asegurando su lugar en la escena automovilística. En 1954, su destacado rendimiento lo posicionó en el segundo lugar de su categoría en los 1000 km de Buenos Aires a bordo de un Maserati. El año siguiente escaló aún más alto, obteniendo la victoria en su categoría y un cuarto lugar en la clasificación general.
El turbulento clima político de Argentina, en 1955, impulsó a De Tomaso a cruzar océanos en busca de nuevas oportunidades. El norte de Italia se convirtió en su hogar, donde aplicó sus habilidades como mecánico en la fábrica de los hermanos Maserati en Bolonia. Fue entonces cuando su pasión por la mecánica se fusionó con su sueño de construir autos de carrera excepcionales.
Los primeros modelos
En 1959, De Tomaso se estableció en Módena, dando vida a su visión al fundar De Tomaso Automobili. Los primeros vehículos, basados en los exitosos modelos en los que había competido, marcaron el inicio de una era de autos deportivos italianos de alto rendimiento. Su incursión en la Fórmula Junior y el desarrollo de un automóvil de Fórmula 1 para 1961 consolidaron su posición como un constructor innovador.
Pero la creación de De Tomaso Automobili no solo es una historia de pasión por los autos, sino también de arraigo cultural. El logo de la marca, un reflejo de las tradiciones argentinas, presenta una herramienta de herraje en honor a la actividad que marcó su infancia. Los colores de la bandera argentina ondean con orgullo en el emblema, simbolizando la unión entre la pasión por los autos y el arraigo a su tierra natal.
La innovación y la búsqueda constante de la excelencia definieron los valores de la compañía a lo largo de todos estos años, mediante experimentos con tecnologías vanguardistas y colaboraciones con reconocidas marcas como Ford. Esta asociación dejó como resultado dos modelos icónicos: el Mangusta y el Pantera, símbolos de elegancia y rendimiento.
A pesar de desafíos financieros y cambios en la propiedad, De Tomaso siguió creando automóviles emblemáticos y expandiendo su influencia. La adquisición de Moto Guzzi y Maserati demostró su compromiso con la innovación en dos ruedas y en la alta gama. A medida que su legado crecía, De Tomaso enfrentó desafíos y obstáculos, pero su pasión y creatividad lo llevaron a mantener su marca en la vanguardia del automovilismo.
La vuelta al ruedo
Tras una montaña rusa de altibajos, De Tomaso volvió a encontrar el camino de regreso a la vanguardia. La historia de este renacimiento empieza de a poco a tomar forma en 2012, cuando se anunció el proceso de venta de la compañía. Poco más de un año después llegó una propuesta que revolucionó la industria: la firma italiana Automobili Turismo e Sport (ATS) había asegurado los derechos para aprovechar comercialmente a De Tomaso.
La evolución de las campañas publicitarias
Los seguidores de la marca fundada por el argentino se llenaron de esperanza ante la perspectiva de ver renacer la leyenda, especialmente en la forma de un vehículo deportivo. ATS prometía que los nuevos modelos bajo la icónica insignia compartirían arquitectura con sus propios diseños. Sin embargo, esta prometedora historia tomó un giro inesperado: ATS se despidió del proyecto de revivir De Tomaso al retirar su oferta.
En marzo de 2015 De Tomaso salió nuevamente a subasta. En un giro sorprendente, L3 Holding, una entidad de origen suizo-luxemburgués que tiene un pie en la escudería de Fórmula 1 Lotus a través de su asociación con Genii Capital, adquirió los derechos de la marca. El precio de la transacción rondó los 2.000.000 de euros. Aunque un oferente chino también participó en la subasta, así como el grupo Ideal Time y la empresa italiana Eos, sus enfoques carecían de un sólido plan de negocios y se limitaban a la obtención de derechos. Pero, una vez más, el plan se pinchó luego de que L3 Holding se echara para atrás.
A finales de abril de ese año, un grupo chino llamado Ideal Team Venture emergió como el vencedor de la subasta, asegurando los derechos de De Tomaso por un precio de 1.500.000 euros. Aunque su plan de negocios era un tanto difuso, el grupo se comprometió a producir vehículos bajo la marca en China, despertando una nueva oleada de esperanza para los fanáticos de De Tomaso.
El hito más reciente en este emocionante resurgimiento ocurrió a mediados de 2019, cuando el De Tomaso P72 irrumpió en escena. Diseñado por Jowyn Wong y con un motor V8 de Ford bajo el capó, este vehículo se presentó con el respaldo financiero de Apollo Automobil en el Festival de la Velocidad de Goodwood. El P72 no solo capturó la atención de los aficionados a los automóviles, sino que también marcó un regreso impresionante para De Tomaso Automobili.
Con un pasado legendario como cimiento y un futuro lleno de posibilidades, el resurgir de De Tomaso es una emocionante historia de tenacidad, creatividad y pasión en el mundo automotriz. A pesar de los desafíos y las vicisitudes, ha logrado resurgir de las cenizas y está lista para forjar un nuevo capítulo en la historia de los autos deportivos.
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