Hay un dicho muy cierto: Persevera y triunfarás. Y, claramente, hoy es un fiel reflejo de Juan Ignacio Chela, que tuvo que pasar por muchas situaciones en el último tiempo y tres años de sequía para volver a gritar campeón en el circuito profesional.
El oriundo de Ciudad Evita dejó en el camino a Eduardo Schwank en segunda ronda, a Lleyton Hewitt (defensor del US Men's Clay Court Championship) en cuartos y, en semifinales, a Horacio Zeballos. Pero la final de Houston venía complicada ante Sam Querrey, que se quedó con el primer parcial por 7-5.
Sin embargo, en los siguientes sets, Chela lo dio vuelta –en dos horas y 25 minutos de juego- y acabó tirándose a la pileta del River Oaks Tennis Club tras un marcador de 6-4 y 6-3, para celebrar su quinto título personal (todos sobre canchas lentas) y el primero tras haberle ganado a Carlos Moyá en la definición de Acapulco 2007.
Igualmente, el “Flaco” también rompió otras rachas: superó por primera vez, en lo que va de este 2010, la segunda instancia de un torneo; se transformó -con 30 años- en el primer argento en celebrar esta temporada en el ATP World Tour; levantó el primer trofeo de la Legión sobre polvo de ladrillo desde el adjudicado por Juan Martín Del Potro en Kitzbühel 2008 y, además, reaparecerá en el top 50 del ranking mundial.
En cambio, para Querrey fue su primera final en este tipo de superficies. Ahora, el norteamericano (ganador en Memphis) sumó su quinta frustración en un duelo consagratorio.
Los dueños de casa que si festejaron fueron los gemelos Bryan, que -en la definición del dobles- vapulearon a Stephen Huss y Wesley Moodie por 6-3 y 7-5.
La foto corresponde a la página oficial de la ATP World Tour