El mundo del básquet está triste porque A sus 41 años se retiró Emanuel Ginóbili, El lunes 27 de agosto Lo hizo desde San Antonio, La ciudad Texana que lo acoge desde 2002 y jugó 16 temporadas, es el único extranjero que lo logró un oro olímpico y cuatro títulos en la NBA, El bahiense decidió alejarse de las canchas. Considerado uno de nuestros más geniales deportistas, Cosechó todos los elogios posibles. Sin él, ya nada será igual. Manu Ginóbili se retira y ya es un prócer del deporte argentino y el mundo, El alcalde de san Antonio decretó al jueves 30 de agosto (tres días luego de su retiro) como #Manu Day.
En Argentina está a la altura de los próceres del deporte nacional. Triunfó en Europa y en los Estados Unidos, la Meca del básquetbol, y en todo el mundo representando a la Argentina, A su innegable talento le sumó una tenacidad a toda prueba y un espíritu competitivo que lo elevó, incluso, por encima de sus colegas más prestigiosos. Divirtió y se divirtió dentro de la cancha. Fue líder, referente, joven explosivo y veterano pleno de sabiduría. Y, por sobre todas las cosas, nunca permitió que el lucimiento personal (tentación de todo superdotado) estuviera por encima del bienestar general de un equipo.
A los 41, luego de 23 años de carrera (debutó en Andino de La Rioja en 1995) y con todos los honores posibles, puso fin a una campaña ilustre. Apuntes para dimensionar su status: campeón olímpico con la selección (en Atenas 2004, única medalla Argentina de oro en básquet en la Historia; en Beijing 2008 ganaría la de bronce); subcampeón mundial en Indianápolis 2002; rey de la Euro liga jugando para el Kínder Bolonia de Italia (2001); ganador de cuatro títulos con los Spurs en la NBA (2003, 2005, 2007 y 2014); y muchísimos halagos Mas. De su mágica zurda salieron las jugadas más inverosímiles. Completísimo, anotaba, defendía y hacía jugar a los demás desde su 1.98 metro. Se transformó en un emblema de Bahía Blanca (su ciudad natal, denominada desde siempre como “la capital del básquet”) y de San Antonio (su hogar adoptivo, donde él jugaba con los Spurs).
Ginóbili es el deportista más importante que dio el deporte argentino porque modificó su disciplina para siempre, en comparación con otros grandes genios que tenían la ruta ya trazada. Manu la diseñó, la construyó y la transitó. Cuando estuvo en cancha, el país se paralizó como ocurre con casi nadie. Existe un antes y un después de él, sin ninguna duda. Primero fue entrar en la NBA, luego anotar un doble, ganar un partido, ser campeón, ser cuatro veces campeón, jugar Juegos de las Estrellas, ser campeón olímpico, subcampeón mundial y En tiempos en los que el deporte se consume diferente, en los que la gente pretende que todo llegue al living de sus casas por delivery, los hinchas de Manu se trasladaron pagando fortunas para ver a la leyenda jugar por última vez. Fueron a buscarlo a él para encontrarse consigo mismos. Para entender de qué se trata la nostalgia. Él fue el ícono de un sentimiento que estaba ahí y que querían apretujarlo una vez más para no olvidarlo. Viajar para estar y poder codear a tu hijo, a tu papá, a tu abuelo, y entender que ahí abajo hay un loco pelado que corre, que se esfuerza, que se agita, que te hace sentir que estás vivo. Que conmueve. Que, si él puede, todos podemos. Que el tiempo nunca pasó, que volvemos a algún lugar del que nunca quisimos irnos, que se puede ser grande entre grandes sin recurrir a golpes bajos, comportándose tan bien como soñaban los próceres ya olvidados.
Acá un compilado de las mejores frases que explican y demuestran por qué se convirtió en uno de los grandes deportistas nacionales de todos los tiempos:
“Cuando miro hacia atrás, me recuerdo como un chico flaquito con un montón de incertezas y dudas, aunque con muchos sueños y muy apasionado. Si bien luego, a los 17, empecé a sentir que tenía muchas chances en el básquet (se inició en el Club Bahiense del Norte, debutó en la Liga Nacional el 29 de septiembre de 1995, jugando para el Andino Sport Club de La Rioja, continuó en Estudiantes de su ciudad, y en el ’97 llegó a Europa), estaba dentro de las posibilidades que no la pegara y debiera volver a mi ciudad y elegir alguna carrera universitaria. No era Tan bueno como para darme cuenta enseguida de que me iba a ir Tan bien (risas), Con llegar a la NBA no me conformaba”.
“Quería quedarme varios años y ser un jugador importante de mi equipo, Considero que a los 20 años no estaba listo para la NBA. Quizá si me quedaba en la Liga y seguía mejorando y ganando protagonismo en el Seleccionado la oportunidad llegaba, pero sin dar el salto de calidad que di yéndome a Italia (en el Viola Reggio Calabria y el Kínder Bolonia). El hecho de competir con jugadores mejores que vos y de un nivel mayor, siempre te hace crecer. Aprendí muchísimo en Europa. Dentro de la NBA (ingresó a los Spurs en 2002) me pasó algo similar a lo de la Liga Nacional”.
“Con llegar no me conformaba. Quería quedarme varios años y ser un jugador importante de mi equipo. De esto me di cuenta al iniciar mi segunda temporada, cuando empecé a tener mucho protagonismo en mis primeros juegos. Pronto, mi cabeza se modificó bastante y cambié de objetivo. Ya no me quería quedar con lo mismo de antes: aspiraba a un poco más”.
“Para ser bueno dentro de un equipo de elite, hay que serlo antes en lo individual. Si no, es difícil conseguir el lugar. Podes ser un buen jugador de rol, pero en mi caso la clave fue ser bueno individualmente, aunque adaptándome a las necesidades del equipo. Cada historia es distinta”.
“Para ser bueno dentro de un equipo de elite, hay que serlo antes en lo individual. Si no, es difícil conseguir el lugar. Podes ser un buen jugador de rol, pero en mi caso la clave fue ser bueno individualmente, aunque adaptándome a las necesidades del equipo. Cada historia es distinta”.
“Estoy seguro de que muchos se esforzaron más que yo y no les tocó tener la misma carrera. Otros quizá tenían más talento y potencial y no supieron adaptarse al nuevo ambiente. Nadie te regala nada y hay que dedicarle tiempo. Igual, tampoco alcanza sólo con eso”.
“Tratas de recordar lo que haces miles de veces en el entrenamiento y mantenerte lo más tranquilo posible. A mí me resulta más fácil estar dentro de la cancha jugando que mirarlo desde el banco, sea lesionado o sin jugar. siento que es más sencillo, aunque muchas veces no te salga lo que querés. Lo prefiero antes que verlo sin poder ayudar al equipo o sin ser un factor en el desenlace del partido”.
“Resulta distinto, pero por el tiempo de preparación. El Seleccionado es un sprint: una carrera corta en la que debes estar aceitado de entrada. La NBA es una maratón: en cien partidos, si hay altibajos no pasa nada. Podes arrancar lesionado, golpeado, y siempre tenés revancha. Con el Seleccionado fallas una vez y prácticamente se te va el campeonato. Adentro de la cancha resulta similar, porque me gusta jugar”.
“Claro que estar representando a todo un país, con jugadores que aprecias tanto, guarda un sabor especial. De allí que pueda decir que mis experiencias en los Juegos Olímpicos (participó en tres: el oro en Atenas 2004,Pekín 2008 fue bronce y Londres lograron un cuarto puesto fueron de lo mejor que me pasó en mi carrera. tuve momentos de gran goce, y otros en los que la pasé mal. Pero, definitivamente, los primeros suman más. ¡El básquet me dio muchísimo! Historias, anécdotas, viajes, lindos instantes. Hubo momentos de mi carrera en que me costaba creer que todo eso me estaba pasando a mí”.
“Quiero que mis hijos sean lo que quieran. Sólo me gustaría que encuentren su vocación y la desarrollen con felicidad. Entiendo que mi esposa (Marianela Oroño, tiene 37 años), piensa lo mismo: que disfruten lo que hagan y hagan lo que quieran. Si el día de mañana alguno (los mellizos Dante y Nicola de 8 años y Luca de 4 años pretenden seguir mis pasos, no tengo ni idea qué les aconsejaría. O sí: que trate de identificar si realmente le apasiona el juego. Si es así, entonces se verá. Que empiece por disfrutar el momento, aprender y transformarse en el mejor jugador que pueda ser. A veces ni con eso alcanza. Si el día de mañana alguno de mis hijos pretende seguir mis pasos, no tengo ni idea qué le aconsejaría. O sí: que trate de identificar si realmente le apasiona el juego De entrada me golpeaba un poco cuando me incluían en la lista de los deportistas más importantes de la historia Argentina. Ahora lo tomo un poco más naturalmente”.
“De todos modos, no pienso en eso. En algún lado tengo un mueble con muchos de los premios, pero cada vez les doy menos importancia. Calculo que en mi próxima casa no ocuparán un lugar relevante. En cuanto a las camisetas, guardo una de cada temporada. ¿Por qué? No lo sé. Están por ahí dando vueltas. Supongo que en varios años, cuando ya haya pasado bastante tiempo de todo esto, cobrarán algún sentido ¡o no! A mí me gusta ver a atletas hacer cosas únicas que parecen imposibles para el resto, pero no soy fanático de nadie. A (Roger) Federer, a Leo Messi, a (Usain) Bolt y obviamente, en su momento, a (Michael) Jordán. Tipos distintos”.
“Técnico seguro que no; el resto no sé. Lo único que sí haré es tomarme uno o dos años de relax. Después veré si mi cabeza me deja concederme más tiempo o defino un poco el camino a seguir. Me encantaría estar un poco acá, un poco allá y otro poco más allá. Tengo tantos lugares por conocer. Me imagino disfrutando de mi hermosa familia, de mis amigos y de la vida en general, viajando bastante y conociendo gente interesante de quien aprender y seguro, un poco más rengo que ahora (risas)”.
Cuando Emanuel Ginóbili llegó a la NBA para sumarse a los San Antonio Spurs, Danny Green apenas tenía 16 años y todavía estaba lejos de pensar que algún día jugaría junto con su ídolo. “Manu” decidió ponerle punto final a su carrera y el norteamericano no tuvo mejor idea que expresarle toda su admiración en una carta:
“¿Por dónde empiezo? Primero quiero felicitarte por tu carrera infernal. Desde el momento en el que te vi., desde casa, mientras estaba en la escuela secundaria, hasta convertirme en tu compañero de equipo, siempre has sido uno de mis jugadores favoritos”, Eres el mejor guerrero y un verdadero campeón”.
“He sido muy afortunado de compartir un vestuario contigo y de poder llamarte mi amigo y hermano. Es una pena verte partir, pero es un honor absoluto haber jugado contigo en tu último juego, siempre he odiado el hecho de que hayas salido de la banca y de que me sustituyas porque me divertí mucho cuando compartí la cancha contigo”.
“Tu enfoque y pasión por cada juego, cada práctica y todo lo que hiciste ha inspirado a muchos, incluyéndome a mí”, reconoció el escolta que llegó a la franquicia de Texas a fines del 2010.”Le digo a mis chicos favoritos del Arena Spurs (tus hijos) que los extrañare, Siempre fue una aspiración ser la mitad de bueno que tú. He aprendido mucho de ti en estas últimas ocho temporadas en las que me he convertido en un mejor jugador y una mejor persona”.
“¡Aún estoy tratando de conseguir ese “Eurostep” en mi juego, pero mis caderas no me dejan!”, bromeó sobre la legendaria jugada que impuso el escolta de 41 años. Tu enfoque y pasión por cada juego, cada práctica, y todo lo que hiciste ha inspirado a muchos, incluyéndome a mi Tu enfoque y pasión por cada juego, cada práctica, y todo lo que hiciste ha inspirado a muchos, incluyéndome a mi”.
“Si, siempre recordamos eso con mis alumnos. Él siempre ha contado que desde su casa lo fomentaban, especialmente a su mamá, a que fuera inglés. Y sus buenos frutos le dio. Y nos da mucho orgullo a todos los que somos docentes escucharlo hablar tan bien?%9D. Manu Ginóbili es una persona reconocida en todos los ámbitos. Pero también veo alumnos que triunfan en las profesiones que les gustan, que llegan a ser muy buenas personas o excelentes profesionales. Me llena de orgullo totalmente. Ese pequeño granito de arena tuvo sus frutos de alguna manera. Me llena de orgullo”. Comentaba Alcira Itten fue profesora de ingles de Manu Ginóbili de todo lo que vivió con el”.
“Desde el sillón de casa, desde alguna tribuna de algún estadio de algún lugar del mundo o desde el asiento 12 de la fila 11 de la sección 24 del at &t Centre… Fue un placer verte brillar desde tan cerca! Te amo”. Comentaba Mariana Oroño que es la esposa de Ginóbili después de que Manu dijera que iba retirar.
Pero las estadísticas marcan que ninguno de esos trinomios -conocidos como Big Three- dejó una huella tan grande como el que protagonizaron Manu Ginóbili, Tim Duncan y Tony Parker.
Los números fríos dicen que juntos, el argentino, el de Islas Vírgenes y el francés lograron cuatro anillos de campeón de la mejor liga de básquet del mundo, que uno de los tres lidera en las todas estadísticas de los San Antonio Spurs (puntos, rebotes, asistencias, tapones, robos, partidos, minutos y triples; menos en tiros libres, donde el uno es David Robinson). Y por si fuera poco, el dato más contundente son el Big 3 más ganador de la historia.
Sí, nadie logró vencer en más partidos que ellos tres juntos. Ni los Lakers de Magic, ni los Celtics de Larry ni los Bulls de MJ. En noviembre de 2015 Manu lo hizo posible cuando superó la marca de 540 triunfos que tenían Bird, Parish y McHale para los de Boston.
Juan Espil compañero de Manu en la generación dorada comenta;
“Para mí es el mejor deportista argentino de todos los tiempos Y Pensé que iba a seguir una temporada más, porque éste fue un gran año desde el punto de vista físico. Ahora la leyenda comienza”, sintetizó Juan Espil, de la Generación Dorada.
“Es un jugador muy inteligente, sabe cómo jugar en todo, sabe tirar, driblear, pasar, defender… Es muy inteligente y trabaja mucho. Por eso fue un campeón de la NBA también. Mira toda su carrera, fue campeón para el Bologna, un campeón para San Antonio, un campeón desde que era un niño”. comentaba la gran estrella del básquet Kobe Bryant.
“Para mi le costó mucho retirarse a los 41 años conociendo la competitividad que tiene y Tengo muy buenos recuerdos con él. Mi hermano era médico del plantel. Vimos cómo se cuidaba, como se entrenaba, Leía un libro por semana y a esa edad ya estudiaba ingles porque sabía que algún día jugaría en EEUU”. se expresó enrique picana Rodríguez.
Durante la entrevista post partido a minutos de concretar su victoria, Delpo pidió permiso para decir en español “Gracias Manu”, al recordar en inglés que el Bahiense Emanuel Ginóbili que anunció su retiro del básquet profesional. Sus palabras desataron una ovación en un estadio con gran presencia de argentinos y lo definió a Ginóbili como “un héroe de nuestra nación” estaba en la segunda ronda del Abierto de Estados Unidos de Tenis.
“Manu tenía un descaro que hasta su momento no se había visto en la NBA. Entendía el juego dos pases por delante de los demás, esa es la diferencia, como el siempre dio todo para ganar; consejos, entrenaba duro, competía en cualquier ejercicio que había en la cancha y fuera de ella. Manu solía venir con ejercicios matemáticos o acertijos. Imagínate nosotros antes de un partido intentando adivinar la solución, a la vez que preparar un partido de la NBA. ¡Un crack! Lo único es que es venía con el problema estudiado y a nosotros nos pillaba fuera de juego”. Lo dijo el jugador brasileño Tiago Splitter, compañero de Manu en algún momento de su carrera”.
“Lo veo a Manu haciendo política deportiva, Emanuel fue inteligente hasta para retirarse a tiempo, aunque estoy convencido de que debió irse un par de años antes, cuando le puso la tapa a James Harden. De todas maneras, es muy diferente que vos te retires a que te retiren. Eso marca lo que es Emanuel, siempre un adelantado. Aunque acá en Argentina y en el resto de Latinoamérica se magnificó todo lo que ha realizado la última temporada porque lo hizo un tipo de 40 años, él no se la cree y sabe que ya se le complica enfrentar a chicos de 24 ó 25 años. Se tomó la pasada campaña para disfrutar, como un plus, consciente que la NBA cambió mucho y ahora se juega más por el aire que por el piso. Además, Manu sabe que dio todo lo que tenía, que siempre fue a más, aunque últimamente ya le costaba penetrar en la pintura y demás movimientos que siempre dominó”.
“Dueño de un cuerpo fibroso ideal para practicar este deporte, contó con la inteligencia de un chico de Harvard para marcar diferencias, además de una familia de bien. A Manu lo veo, ojala, haciendo política deportiva. El país necesita de gente creíble e idónea. Por eso lo veo trabajando para el estado con políticas deportivas. Es increíble todo lo que genera Emanuel, Estuve revisando la prensa de Estados Unidos y están rendidos a sus pies. Lo mismo que los jugadores de la NBA; todos le rinden tributo. Del retiro me enteré por un llamado telefónico, ahí nomás me comuniqué con los padres de Manu y no sabían nada. Yuyu (el papá) fue a decirle a Raquel (la mamá) del retiro. Emanuel los había llamado por teléfono desde San Antonio y nadie en la casa los atendió… Así es esta familia”. Oscar Sánchez compañero de Manu en la generación dorada, opina sobre el retiro de Ginóbili.
comentario de Manu Ginóbili luego de toda repercusión de su retiro:
“Me siento a escribir, como dije en el tuit del anuncio de mi retiro, con una gran mezcla de sensaciones. Muy entusiasmado por la decisión tomada y por lo que se viene, pero también con bastante incertidumbre de no saber cómo me adaptaré al día a día sin pensar en el próximo partido. Es que hice solamente esto durante toda mi adultez. Desde los 18 que me fui a La Rioja y no paré de jugar hasta hace un par meses”.
“Va a ser raro, sin dudas, pero creo que estoy bien preparado y muy, pero muy bien acompañado para afrontarlo. Además, tampoco puedo decir que fue una decisión apurada o inesperada. Tengo 41 años, lo estiré bastante el temita este del básquet ¿No? No sólo eso, en mi cabeza, la temporada pasada fue en todo momento “la última”. Nunca lo exterioricé porque no tenía ningún sentido limitar mis opciones, quería dejar la puerta abierta por las dudas que cambiara de idea o que siguiera sintiendo la fuerza física y mental que se necesita para afrontar una temporada de este estilo”.
“Al terminar la temporada dejé, como era habitual, pasar un mes o dos para ver cómo me sentía y en una reunión antes de viajar a Canadá de vacaciones, le dije a Pop que me veía más afuera que adentro, pero que nos íbamos a mantener en contacto y que hablábamos a mi regreso. Durante nuestras vacaciones, hablamos bastante con Many sobre la concreta posibilidad que esta vez sí fuera la vencida, pero nunca nos animábamos a confirmarlo ni creerlo del todo”.
“Entonces que seguía queriendo dejar esa opción en caso que al volver a San Antonio algo me despertara el deseo de seguir y me volviera a llamar hacia la cancha, pero pasó lo contrario. Regresé y me puse a hacer pesas, agarré la pelota, miré a los más jóvenes entrenarse y romperse el lomo para estar bien para la pretemporada y a mí, sin embargo, todavía me dolían los últimos dos golpes de la temporada anterior. De a poquito me fui convenciendo de la decisión a tomar”.
“De todos modos tuve que esperar unos días a que Pop volviera de su viaje a Europa, porque quería que fuese él el primero en saberlo y el primero con quien charlarlo y Este 27 de agosto me tocó el momento de hacerlo público. No se imaginan la tensión que pasé frente a la computadora antes de apretar “Enter”. No estoy seguro por qué, ya que estaba convencido de lo que tenía que hacer y que era la decisión correcta”.
“Pero fue muy loco. Estoy convencido y feliz del paso que di. Es difícil de explicar todo lo que sentí. Inmediatamente después experimenté un gran alivio y pensé que me iba a poder desconectar, pero empezaron a llegar los mensajes y no pude evitarlo. Algunos realmente me emocionaron. en realidad, nos emocionaron, porque Many, mi mujer está en la misma que yo. Ella también se retira y está viviendo lo mismo”.
“Es que con Many viví 21 de estos 23 años, sufrió con todos los campeonatos, festejó, lloró, gritó, los vio desde lejos, de cerca, se banco hasta dos meses que yo estuviera fuera de casa durante campeonatos con la selección, cuando podrían haber sido momentos de vacaciones familiares y miles de cosas más. Se hizo cargo de la casa en todos esos momentos, de los nenes, de que no me despertaran antes de un partido importante. Además mi apoyo moral después de las derrotas dolorosas y la compañera de festejos de muchas victorias. En fin, la lista continuaría un par de páginas más”.
“No debo ser el único que vive y siente todo esto al retirarse, supongo que debe pasar en todo ambiente laboral, solo que en el básquet tener esta familiaridad que logramos en San Antonio es muy poco habitual. Jugar con varios compañeros por casi 16 años, con el mismo entrenador y ver muchas de las mismas caras todos los años genera un sentido de pertenencia muy fuerte. No quiero entrar a nombrar gente porque seguro que terminaría siendo injusto con varios. Lo dije en mi tuit, inmensamente agradecido con todos.
“Lo que le dejé en claro a Pop es que no es un “chau, me voy”. Mis hijos ya empezaron las clases y mientras esté en la ciudad voy a estar cerca del equipo y de la franquicia, tal vez no pueda ayudar más sacando una falta en ataque o con algún robo o algo, pero trataré de sumar en lo que pueda, tengo un gran aprecio por mis compañeros, por el staff y toda la gente del equipo y quiero que le vaya lo mejor posible. Si puedo ayudar desde afuera, lo haré con mucho gusto”.
“También puedo decir que no me quedé con las ganas de nada, jugué hasta que tuve ganas, algunos se tiene que retirar por lesiones o demás cuestiones antes de tiempo, pero yo jugué hasta pasados los 40 años. La verdad es que no me quedó nada pendiente. Es más, me di el gustito en los últimos tres años de jugar como uno quisiera hacerlo con sus amigos, sin sentir la presión de ser el responsables exclusivo de lo que pueda suceder, con la sensación de ‘yo ya di todo lo que pude”.
“Jugué porque me gustó hacerlo, por mi respeto y aprecio al lugar en el que estaba. Y agradecí de la forma en la que pude en mi tuit, porque es mucha con la gente que compartí a lo largo de este camino. Una de las mejores cosas que me llevo es que con todos los compañeros con los que jugué, son 254, nunca tuve una pelea y lo mismo con los entrenadores. No tuve tantos, está claro, pero con los 9 técnicos que trabajé me llevé bárbaro, con aprecio y respeto por el trabajo mutuo. Pero también hay mucha gente que no está en primera plana y que se rompe el lomo para que nosotros estemos en condiciones de jugar. Insisto, no salen en los titulares ni son tan reconocidos, pero son fundamentales para cualquier organización.
“Además es importante reconocer que me convertí en el jugador que fui cuando pasé por Europa. Más allá de los éxitos deportivos que tuve en Bologna o lo que crecí en Reggio Calabria, todo lo que me tocó aprender allí me sirvió para después poder competir al más alto nivel en la NBA”.
“Todo fue especial en mi carrera porque no es común estar tanto tiempo en un equipo de la misma manera que no se dan procesos en selección en los que un puñado de jugadores compartan con casi 20 años juntos, con Spurs y la Generación Dorada. Tuve la fortuna de formar parte de dos grupos que han tenido una relevancia increíble en el deporte y en todos los casos encontré una calidad humana imposible de igualar. A nivel profesional haber tenido esa posibilidad es sin duda asombroso.
“y a los aficionados también les digo gracias porque me adoptaron desde el primer día. Entiendo que deben haber ayudado mis orígenes latinos y mi español, lo que colaboró para mi vínculo con la gente y eso me permitió una conexión única durante 16 años, con un afecto especial y un respaldo incondicional. Y con respecto a los hinchas argentinos, la verdad es que no tengo palabras, lo que vivimos, por ejemplo en Mar del Plata y en Río de Janeiro, será muy difícil de olvidar”.
“Las emociones que viví con la selección no son fáciles de explicar en un par de líneas. Y lo que me tocó profundamente fue mi último partido en los Río. Fue una muestra de cariño impactante. Además, ver en los últimos años el paso constante de los argentinos por San Antonio para verme jugar fue sencillamente increíble. Sé de los esfuerzos que hacían por estar y eso conmueve”.
“Y bueno, ahora comenzará el momento de pasar más tiempo con mi mujer y con mis hijos. De disfrutar tiempo de calidad en la Argentina con mi familia y amigos. De comer la polenta a la tabla de mi viejo y los asados con amigos. De pasar la segunda mitad de mi vida con mucho menos responsabilidades y sin exponer tanto mi cuerpo, que es el único que tengo. En definitiva, voy disfrutar de tener tiempo disponible, porque es lo que todo el mundo persigue y yo ahora lo tengo a los 41 años. Gracias a todos por apoyarme en este largo viaje “.
“Gracias Manu Ginobili, por hacernos disfrutar tanto el básquet. No va a ser lo mismo sin vos en la cancha. ¡Toda la suerte del mundo en tu nueva etapa! y Es lógico, es ley de vida que un deportista de 41 años tenga que retirarse”. Comentaba el jugador de fútbol del Barcelona y la Selección Argentina Lionel Messi.
“La confirmación oficial a mi me disparó emociones, recordar muchos momentos de este jugador tan importante para el básquet Argentino. Hace rato que no hablo con Manu, que no estoy en contacto con el. Cuando me desperté me encontré con un correo electrónico del manager de los Spurs, este jugador ha dejado un legado tanto adentro como afuera de la cancha. no sabía que había tenido tan pocos técnicos, jugó 23 años como profesional”.
“Es una persona que tiene empatía con los demás, sabe todo lo que pasa adentro de un equipo y respeta a los demás. Tiene química con los compañeros y acepta el rol del entrenador. Manu es recontra exigente con él mismo y eso lo hace también con los demás”.
“Para un entrenador es un regalo del destino poder cruzarte con Manu Ginóbili en tu carrera. Respecto a si es el deportista más grande de la historia Argentina: Todos los títulos ganados a nivel de clubes que son los más existentes y los ganados con la selección significan eso. Estamos hablando de un jugador que es admirado en el mundo entero por todos los deportistas. en la ceremonia inaugural del 2012 estaba Ron Wood de los Rolling Stones gritando Manu, Manu. Manu está en el grupo selecto de los cinco deportistas más grandes de la historia. Se expreso el director técnico de básquet Julio Lamas que lo dirigió en la Generación Dorada.
“Imagino lo que habrá sido tomar una decisión tan difícil como esta . Dar más de lo que diste es imposible, enorme como pocos. Respeto, perseverancia y pasión fueron algunos de tus valores más fuerte. Gracias por tanto Manu”. Opinó el director técnico Lucas Victoriano.
“Es un deportista ejemplar, llevó a nuestro deporte y nuestra bandera por el mundo y siempre será recordado entre los mejores deportivas argentinos de todos los tiempos. Lo bueno de haber sido contemporáneo y poder haber disfrutado del inicio de nuestras carreras será siempre un orgullo para mí y La Generación Dorada era un grupo muy unido y divertido. Tenemos muchas anécdotas graciosas y nos encanta saber que todos están bien. Jugar con él y con los demás fue un sueño. El tipo fue sorprendiéndome año a año hasta el año pasado, con lo difícil que es eso. Él siempre conseguía superar una barrera más. Es un crack que aún sabiendo de sus habilidades y talento hacía que sigamos mirando alucinados cómo se mejoraba temporada tras temporada”. Comentó la ex jugadora de las leonas Luciana Aimar.