El reto de la formación contínua

Debido a que todo cambia y nada permanece estático, vivimos en un contínuo proceso evolutivo que camina en pos de mejoras para la sociedad, siendo éste desarrollo cada vez más rápido y lo que aprendimos hoy mañana ya será historia. Resultará necesario que tengamos cierta ocupación para el avance de nuestros conocimientos, para poder ir acorde al ritmo que nos impone nuestro entorno social. Tener una actitud receptiva ante un necesario reciclaje de formación que nos permite conocer los nuevos campos que se abren en nuestro ámbito. Nuevas fórmulas acordes al momento en que estamos encuentran su sitio donde antes había otras distintas, pero ya desfasadas.
La formación contínua individualizada cada vez se impone de manera más necesaria como forma de autoconocimiento, no sólo retiene información nuestra mente sino también todo el conjunto de nuestro cuerpo retiene igualmente la información aportada del exterior. Es el cuerpo el que actúa como un almacén en donde se va guardando todo aquello que vamos aprendiendo, sus límites van mucho más allá de un simple aspecto físico y  nos queda por conocer casi la totalidad de lo que somos. Nuestro cuerpo se encarga de archivar y clasificar toda la información que recibimos y que traemos, ya que no sólo somos lo que genéticamente nos hace, sino que el medio ambiente y nuestro entorno social influye y bastante, casi al cincuenta por ciento.
Al igual que somos lo que comemos, también somos lo que aprendemos y cómo nos relacionamos determina la persona que vamos conformando a lo largo y ancho de nuestro devenir. Tener un conocimiento de nosotros mismos es vital para nuestra existencia, es nuestra principal arma para enfrentar la rutina diaria, nos va a aportar la confianza y seguridad necesaria para nuevamente emprender, aunque sea cuesta arriba.
En algunos casos aplicar el juego a ésta nueva formación parece imposible, prácticamente olvidado, o bastante difícil de aplicar. Pero no hay que olvidar que siempre es posible, es mas si se hace el aprendizaje jugando nosotros vamos a retener mucho mejor, vamos a entender nítidamente muchas cuestiones, gracias a que no estamos oprimidos ni bloqueados y por tanto los canales para que la información entre no sólo aumentan de capacidad, sino que crean nuevos. Ya que estamos hechos para aprender en activo.
Aprender jugando nos permite romper salir del cascarón en el que estamos metidos para poco a poco ir accionando a través del conjunto de nuestro cuerpo. Algo así como estar preparado o listo para un nuevo evento, una nueva actividad que va a ser agregada a la inmensa suma de experiencias vividas que somos las personas. Aprender jugando igualmente es y forma parte de cómo hacemos de la vida un Arte, y de cómo podemos explorar y ampliar al máximo nuestras capacidades.
Llamémosla formación contínua, entrenamiento personal o si queremos coaching, es tan antigua como el ser humano, el conocimiento de si mismo es lo que nos saca de la enajenación a la que nos he sometido y junto a nuestras capacidades nos va permitir construir nuevas atmósferas.