El ocio digital engloba muchas de las aficiones y pasatiempos a los que más tiempo dedicamos hoy en día. Ya sea en redes sociales, viendo algún show en un servicio de streaming o jugando a algún videojuego, sin duda muchas de las horas a la semana que dedicamos a distraernos, relajarnos y divertirnos en comodidad de nuestro hogar las pasamos en frente de una pantalla.
De hecho, ya ni siquiera tiene que ser en la comodidad de nuestro hogar gracias a los portátiles, pero sobre todo smartphones y tablets.
Relacionar nuestro tiempo de ocio con mirar a una pantalla no es algo que haya llegado con internet, puesto que desde hace ya mucho tiempo la televisión se convirtió en la reina de nuestros salones, ganando terreno a otras actividades más tradicionales como leer, escuchar la radio o simplemente charlar con familiares, amigos o vecinos.
Además, con la llegada de las cintas de video y más tarde de los DVD, se podía disfrutar del cine desde el hogar a diario si así se deseaba.
Los videojuegos, como la televisión, también llegaron mucho antes de que internet estuviera extendido y también se convirtieron en un pasatiempo disfrutado por millones, por personas de todas las edades. Por lo tanto, sí, estábamos bastante acostumbrados a esto de relajarnos un domingo en nuestro sofá sin hacer nada más que mirar una pantalla.
Sin embargo, la llegada de internet elevaría esto a un nuevo exponente y acabaría revolucionando el mundo del ocio y contribuyendo al nacimiento de nuevas alternativas que terminarían haciendo sombra con otras formas de entretenimiento anteriormente mencionadas.
Pero hay un mundo en particular que parece resultar muy atractivo a un determinado público y que anteriormente estaba más limitado al mundo del deporte o al menos no era tan accesible como lo es hoy gracias a internet. Este es el mundo de las competiciones
Millones de personas que disfrutan de una actividad en particular, practican hasta alcanzar un nivel de maestría más que respetable y entonces se lanzan a competir contra otros jugadores de cualquier lugar del mundo. Es esta competitividad y ese afán por superar a los demás lo que verdaderamente atrae este tipo de persona.
Es algo que vemos en muchos campos, desde partidas de juegos de mesa online o juegos de cartas como el póker hasta videojuegos tan complejos como algunos juegos de estrategia y otros aparentemente tan desenfadados como el Fortnite, pero que entrañan una complejidad que sólo quienes han dedicado horas y horas de práctica logran dominar.
Aunque, como hemos mencionado también hay otros tipos de juegos online, esto es algo que afecta de forma particularmente notoria a los videojuegos. Desde la existencia de las primeras partidas online contra otros jugadores, esta forma de jugar a videojuegos se ha ido popularizando más y más.
Además, las competiciones de los esports se han hecho muy famosas. Desde sus inicios se han repartido 5 grandes premios que no se han superado de momento. Y es que no estamos hablando solo de jugadores que se dedican su tiempo libre a esto por diversión, si no de que el fenómeno se ha desarrollado tanto que ha creado auténticas industrias deportivas que se han convertido en industrias millonarias, con millones de espectadores, campeones de fama internacional y gran presencia en el mundo de las apuestas.
Todo esto es muestra inequívoca el atractivo que generan las competiciones entre jugadores y de cómo más que el juego en sí o las mecánicas que fueron diseñadas para el mismo, en muchas ocasiones es el hecho de jugar con o contra otros y de socializar al tiempo que se está compitiendo de forma amistosa lo que motiva a una gran parte de jugadores.
Al ser humano siempre le ha gustado divertirse al tiempo probando sus habilidades frente a las de otros y en el mundo de los videojuegos vemos que en pleno siglo XXI esto es algo que no ha cambiado.
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