Pablo Picasso, “Autorretrato” (1972).
Hay una divertida anécdota que tiene a Picasso como protagonista. Apócrifa, todo hay que decirlo, pero, como dice el dicho, se non è vero, è ben trovato.Se ve que un cierto día unos ladrones entraron en su casa. Picasso alcanzó a ver a uno de ellos cuando huían.
Así que se aprestó a dibujar un retrato robot de los rasgos del ladrón para facilitar la labor policial.
Al día siguiente, concluye la apócrifa, y llena de maldad, chanza, la policía había conseguido detener a unas doscientas personas, un caballo, una lata de sardinas, una bicicleta y un sacacorchos.
¡Ay! si el bueno de D. Pablo supiera… seguramente estaría de acuerdo.