Revista Cultura y Ocio
Si hubiese que destacar una personalidad sobre las de su tiempo, un representante de la vida y la gente de la Frontera, esa persona sería sin lugar a dudas William Frederick Cody, eternamente conocido como Buffalo Bill, el rey de la Frontera. Así fue denominado en 1869 por un periódico neoyorkino y puede decirse que cumplió con el apelativo a rajatabla. El coronel Cody resume en su biografía casi un siglo de historia americana, siendo fiel ejemplo del empuje y la iniciativa de su sociedad y nación.
Bill fue colono, correo, cazador, trampero, explorador, soldado, diplomático, indigenista, estrella del espectáculo, empresario y celebridad mundial. Viajó por medio mundo y alternó en cortes y palacios con las principales figuras del momento. Pocos de ellos habían visto tanto mundo ni estado en tantas salsas como él. Nadie como Buffalo Bill para resumir y aunar en su biografía la representación del ideal aventurero del Oeste americano, el amaño de la narrativa histórica de los Estados Unidos, la utilización del espectáculo como vehículo para la política o la defensa de las comunidades indígenas. Con William F. Cody el Oeste romántico pasó a ser patrimonio universal.
Estas son algunas de sus imágenes, el retrato del hombre imposible de desligar del personaje y sus amaneradas poses. A Bill le gustaba la cámara, no hay duda. Supo intuir desde el primer momento el poder de las imágenes para contar historias. Estas fotografías recorren su vida, pero también nos hablan de la forja de un sueño, del fin de una época y del nacimiento de un mito, el primero del gran show americano.
"Si un buen caballo no tenía tendencia a brincar sobre un banco o dejarse llevar, le dejaba elegir su propio camino". W.F. Cody
"El mejor de cuantos Sioux he conocido a lo largo de mi vida, en cualquier tiempo y lugar, fue el maravilloso y veterano combatiente Toro Sentado, cuya vida será escrita un día por algún historiador que realmente pueda hacerle justicia". W.F. Cody
"Solo ha sentido cuanto un hombre puede sentir quién vaga sobre las praderas del lejano Oeste, bien armado, y montado en un corcel veloz y galante". W. F. Cody
"El Oeste de los viejos tiempos, con su carácter fuerte, sus severas batallas y sus inmensas extensiones solitarias, nunca se borrará de mi mente". W. F. Cody