El rey miente

“La justicia es igual para todos“.  Éste ha sido, sin duda alguna, el gran titular del mensaje del rey en su discurso de Nochebuena, en un último intento desesperado por salvar la legitimidad y la credibilidad de una institución salpicada por los negocios turbios de Iñaki Urdanagarín. No sé quien ha redactado la intervención de Juan Carlos I, pero creo que esta vez se ha equivocado.  Las republicanas y republicanos estamos de enhorabuena. La trama financiera del yerno real está dinamitando desde dentro los cimientos de la monarquía y el mensaje de Nochebuena tendrá un efecto boomerang porque está construido sobre una mentira tan obvia, que insulta la inteligencia.  Los medios de comunicación harán causa común a favor del rey, presentando su discurso como un compromiso con la transparencia, la ética y la igualdad de toda la ciudadanía ante la ley. Allá ellos. Esta vez no lograrán engañar a nadie.  La Constitución libra a Juan Carlos I, y después hará lo mismo con su hijo, de la obligación de responder por sus actos. Su figura es inviolable y no está sujeta a responsabilidad.  Por tanto, la conclusión es evidente: el rey nos ha mentido y lo ha hecho con premeditación y soberbia. Que quede claro, se cuente y se sepa.