Revista Tecnología
El RGPD y los Vendedores de Humo Profesionales
Publicado el 23 mayo 2018 por Santi Santi Hernández Nápoles @zibersantiCómo ya sabéis el día 25 de mayo de 2018, entra en vigor el Reglamento General de Protección de Datos, RGPD, una normativa a nivel europeo que hace referencia al uso y tratamiento que, empresas y negocios, hacen de los datos personales que les facilitamos, tanto on line, como aquellos datos que facilitamos a nivel Off line, igualmente importantes y que, en muchas ocasiones, pasan inadvertidos.
Si las personas encargadas de recopilar y tratar los datos de clientes y usuarios, en una empresa, son profesionales y responsables, seguramente, estos días estaréis recibiendo correos, en los que se os solicita que debido a la entrada en vigor del RGPD, los datos personales que habéis facilitado a estas empresas, van a ser utilizados para unas acciones específicas, única y exclusivamente.
En teste artículo, os podéis descargar GRATIS la Guía de Usuario sobre el RGPD, para que tengáis claro en qué afecta al usuario el Reglamento General de Protección de Datos.
¿Para qué están utilizando algunas empresas este tipo de avisos?
Avisar de los Cambios en la Política de Privacidad de una empresa es lícito, pues esto demuestra que estamos ante un negocio de confianza. Lo que, en mi opinión personal quizá ya no es tan legal, es aprovechar esta situación para promocionar, a modo SPAM, lo bueno que es el negocio y / o los servicios que ofrece, jugando con las emociones del usuario, con mensajes como "Te daremos las Alegrías que mereces".
A mí este tipo de mensajes añadidos, me parecen un poquito pretenciosos y un uso inapropiado del marketing emocional, pues ponen de manifiesto que solo gracias a ellos vamos a disponer de la Alegría, como un producto de consumo más.
¿Y el Derecho a estar Tristes y a disfrutar de la Tristeza? ¿Y el Derecho a No Querer Hacer Nada y Disfrutar de la Pereza? Todas las emociones son necesarias para la vida, pues todas ellas aportan algo positivo y necesario.
Por otro lado, nadie es dueño de las emociones, y menos de las emociones ajenas, pues las emociones deben fluir y hacernos fluir, para poder avanzar en la vida.
Doy Gracias a la persona que me ha enviado el correo con la excusa del Reglamento General de Protección de Datos, pues a partir de mi experiencia de usuario y de como me sentía, he podido crear el artículo que estáis leyendo.
Para ilustrar la sensación que os acabo de describir sobre los correos, en los que se invita a clickar, advirtiendo de lo buenos y útiles que son ciertos servicios, os invito a ver este vídeo, titulado "El Vendedor de Humo":
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