Revista Cultura y Ocio
"Lilly corría por el pasillo. De pronto se le apagó la lámpara y la arrojó a un lado, esparciendo petróleo sobre el papel de pared y la suntuosa alfombra. El líquido brillo a la luz de la luna.
La casa se hallaba desierta y silenciosa, salvo por la respiración aterrorizada de Lilly. Había renunciado a gritar. Al parecer nadie la oía."
Cuando @Toliol me enseñó el book tráiler, reconozco que me llamó mucho la atención, así que era cuestión de tiempo que me lo trajera a casa. Hoy traigo a mi estantería virtual, El Rithmatista.
Joel es un joven hijo de un fabricante de tizas cuya única ilusión es ser rithmatista, pero no fue elegido para ello. Tras la muerte de su padre consigue estudiar en la academia Armedius, en la que también se forman rithmatistas, que son personas capaces de dar vida a unos trazos realizados con tiza y que, no sólo luchan en duelos entre ellos, sino que defienden a toda la humanidad con sus tizoides del peligro de otros dibujos salvajes. Pero eso lo hacen en Nebrask, un lugar que parece quedar lejos cuando se mira desde la seguridad de una academia en la que hay un orden social y nunca sucede nada. Al menos hasta que comienzan a desaparecer estudiantes y Joel, junto a la joven rithmatista Melody, son emplazados a ayudar a uno de los profesores que colabora en la investigación.
En un mundo con ciertos toques Steampunk, que sería una suerte de representación de Estados Unidos mediante islas, Sanderson consigue crear una historia sólida apoyada en una magia basada en la geometría. Si yo ahora os hablo de academias y profesores y enfrentamientos, es fácil que se os ocurra pensar en Harry Potter, pero no tiene mucho que ver, así que sería un error dejaros con esa idea. Sanderson propone una magia matemática en la que lo importante es dibujar con trazo firme, nos habla de duelos en el pasado y batallas en el presente y consigue recrear de este modo un universo apoyado en costumbres ancestrales enlazando la religión y la magia en una sociedad en la que la primera marca de nacimiento es ser o no un rithmatista.
Nos presenta unos personajes que va perfilando con cuidado, cuyas relaciones y motivaciones vamos conociendo a medida que avanza la historia, gracias a un narrador en tercera persona que nos permite ser partícipes de sus sorpresas y sentimientos. Así acompañamos a un Joel marcado por la muerte de su padre y su necesidad de saber, a su compañera de academia Melody, a los profesores, policías... cada uno de ellos con un marcado papel en esta historia.
Sanderson salpica la novela con dibujos que representan los que hacen los rithmatistas en sus luchas. Porque esta magia básicamente se usa para luchar, bien sea en competiciones organizadas para prácticar, en duelos, o en una guerra que se está luchando contra tizoides salvajes de la que nos va dando datos casi con cuentagotas. Son muchas las cosas que tiene que explicarnos, y lo hace sin resultar apabullante, ni detener el ritmo de la narración. Poco a poco nos explica qué son los círculos, cuáles son las formas de atacar y en qué consiste exactamente un tizoide (concepto que reconozco que tras haberme resultado sorprendente, llegó a parecerme incluso algo normal). Y todo esto que nos va contando repercute en la novela convirtiéndola en algo más real para el lector, al menos mientras está sumergido en las páginas de la historia; y eso significa que no nos planteamos lo que nos está contando, hemos entrado en su mundo y saldremos sólo al cerrar la novela.
En cuanto a la trama de las desapariciones, está bien ejecutada y la mantiene activa en todo momento, dando las pistas justas y con una resolución impecable que cierra a la perfección este primer libro de lo que será una trilogía. Así que el lector puede decidir si continúa o no la historia con total libertad. Yo voy a continuarla, lo tengo claro.
Es cierto que se trata de una novela juvenil, pero la literatura juvenil también puede ser adecuada para adultos, de hecho, yo he disfrutado mucho con esta historia. Sanderson demuestra que quedan muchas historias que contar, mucho por imaginar y, a los lectores, nos quedan muchos mundos por descubrir y leer. Además, tengo que agradecerle que se despegue de esas distopías que, siguiendo la este la estela de Los juegos del hambre, terminaron por agotarme.
Y vosotros, ¿sois lectores de novela juvenil?
Gracias
PD. El book tráiler