En el año 2014 una casa de subastas de Beverly Hills puso a la venta ropa interior de Madonna, y muchos de sus fans llegaron a pagar varios miles de dólares por unas bragas usadas por la cantante. Esto no es nada extraño, en Japón existen ya hasta máquinas expendedoras de tangas usados… Nosotros, que miramos atónitos estas noticias, pensamos que es una excentricidad grotesca, un fetichismo fuera de lo común, pero la cosa cambiaría si nos ofreciesen unos calzoncillos del rey Carlos II de España. En ese caso, nosotros seríamos los primeros en pujar. Y es que hubo un momento en que se pensó que la ropa interior de este monarca podía esconder la respuesta a uno de los grandes misterios de la historia de España…Carlos II fue el último miembro de los Austria que reinó en España. Al morir sin descendencia, se desató un gran conflicto civil e internacional por la sucesión al trono español que, como resultado, nos traería a los Borbones. Pero ¿por qué no pudo Carlos II engendrar un hijo?Antes que señalar al rey, el machismo propio (íbamos a decir de la época pero…) de cualquier época, hizo que se acusase a sus compañeras. Carlos estuvo casado en dos ocasiones: la primera con María Luisa de Orleans, a quienes los españoles dedicaron versos tan originales como:
«Parid, bella flor de lis,en aflicción tan extraña,si parís, parís a España,si no parís, a París».
En segundas nupcias casó con Mariana de Neoburgo, con quien los madrileños no fueron más benevolentes, y le cantaban:
«Tres vírgenes hay en Madrid:la Almudena, la de Atocha,y la reina nuestra señora».

María Luisa de Orleans.
Ya advertimos lo de la endogamia.

La medicina actual nos dice que en realidad lo que sucedía es que, entre otro millón de cosas, el rey padecía el síndrome de Klinefelter, una enfermedad genética consistente en “una alteración cromosómica expresada en el cariotipo 47/XXY”. Que para los que somos de letras viene a ser: una cosa muy mala que hace que no puedas tener hijos.Ya podían los españoles acusar a sus esposas, y ya podían los franceses hurgar entre sus paños menores. Pero en realidad no es extraño que Carlos II no pudiera engendrar hijos, lo raro es que se mantuviese con vida: este rey era el último de una larguísima tradición endogámica que dio lugar a un ser enfermizo, acosado por todo tipo de males y dolores, y con un coeficiente de consanguinidad de 0,25, que es casi lo que tendría una persona si sus padres fueran hermanos. Así que igual debemos dar gracias a esa incapacidad para procrear. ¿Quién sabe si lo que hubiera traído al mundo Carlos II habría sido peor que los Borbones?
- García-Escudero López, Á., Arruza Echevarría, A., Padilla Nieva, J., y Puig Giró, R. (2009): "Carlos II: del hechizo a su patología génito-urinaria", en Archivos Españoles de Urología, vol. 62, nº3.
- Calvo Poyato, J. (1998): La vida y época de Carlos II el Hechizado. Barcelona: Planeta.
- Calvo Poyato, J. (1992): Carlos II el Hechizado. Barcelona: Planeta.
- Cervera, C. (2016): El Imperio de los chiflados. Madrid: La Esfera de los Libros.
- Kamen, H. (1987): La España de Carlos II. Barcelona: Planeta.
