“Girls, girls and girls….”
Imagínate la escena, acabas de ir a cenar con esa persona que te ha llamado tanto la atención, la conversación se fue alargando de tal manera que los camareros deciden matarte directamente con la mirada. Así que decidís tomar una copa más, y de ahí a otros lugares de copas. La noche va avanzando, la música de fondo es la mejor banda sonora y repetidamente te vas acercando a sus labios… Ella sonríe y no te deja avanzar. El momento llega a su fin y abandonáis el lugar como otras tantas personas, le acercas a casa en coche y de nuevo lo intentas, pero te para…. Al día siguiente ella te llama, hablando, hablando te dice: “que tú no insististe demasiado” Y tú pones los ojos en blanco y recitas para ti adentro una y otras cien mil veces más: “vete allí lejos, donde la luna no te encuentre”, por decirlo de una manera mas fina… Y es aquí donde comienza la historia de hoy.
Si, amigos y amigas mías, los hombres no entienden a las mujeres porque las tachan de “complicadas”, y las mujeres tampoco entienden al otro sexo porque les tachan de “complicados bajo la piel de hombres sencillos de comprender”. La misma historia de siempre…
Existen mujeres que se hacen de rogar, saben que si dicen que si a la primera la tomarán como algo fácil de conseguir, por lo que poco después la olvidarán cuando han conseguido lo que han deseado. Por eso si te atrae mucho ella, puedes seguir intentándolo aún a riesgo de que en realidad no es que quiera hacerse de rogar, es que directamente no le interesas. Si se hace de rogar, lo mejor es ir poco a poco. Si es lo siguiente, es mucho más complicado de conseguir, eso si, puedes ser lo que se suele llamar: “cansino”, porque en una de esas veces, a lo mejor ella baja la guardia y te da una oportunidad…
Sin embargo sea como sea esa mujer, digan lo que digan, y nieguen lo que nieguen… Todas tenemos miedo, el mismo miedo que pueden llegar a tener los hombres. Porque todos sabemos que una vez cruzada la línea de la amistad o lo desconocido, puedes correr el riesgo de que no solamente te sientas atraído por la parte física, sino que la personalidad te acabe absorbiendo y te lleve a la conclusión de que… Empiezas a sentir algo más.
Por eso si una chica te aparta la cara una de dos: “no le interesas” o “quiere que le mezas el agua”. Eso si, puedes intentarlo ciento de veces más, pero te puede tomar como tonto porque sabe que te tiene a su merced, si lo desea ella te puede hacer daño con tan solo un gesto y a los cinco segundos curarte las heridas con un solo beso. O también puede salirte bien la jugada, como le paso a él… Sea lo que sea, tú decides el grado de “tonto” que quieres llegar a ser por amor… O por lo que sea.