Actualmente, podemos encontrarnos con una gran variedad de estilos en los que basarnos a la hora de decorar nuestro hogar. Hace unos días me topé con un estilo en desuso por sus altas dosis de suntuosidad, pero que pienso que aplicado con cabeza, puede darnos grandes resultados al aplicarlo en nuestras estancias ¿Lo conocemos juntos?
El Rococó es un estilo artístico desarrollado durante el siglo XVIII en Francia bajo el reinado de Luis XV. En un primer momento, este movimiento surgió como respuesta al Barroco creando un estilo más contemporáneo e independiente y alejado del poder de la monarquía absolutista. De hecho, en su momento se le conoció como "arte de gusto moderno", comenzando a utilizarse la expresión "rococó" en sentido despectivo.
No cabe duda de que l a idea que ha llegado a nuestros días del Rococó nos sugiere quizá un arte recargado, ostentoso, al servicio del poder y de alta sociedad. Pero lo cierto es que la idea nació de la mano de la creciente burguesía en la Francia contemporánea para alejarse de las rigideces y simetrías de palacio. Rápidamente, este estilo de decoración francesa se extendió por Alemania, Italia, España o Austria.
Madera labrada: santo y seña del estilo Rococó
Una de las características más representativas del Rococó es la presencia de elementos curvos saturados de detalles. Los muebles de este estilo son un auténtico ritual premeditado de lujo y ostentación, cargados de sensualidad y dinamismo. Las patas de las mesas y sillas, los reposabrazos o los respaldos se llenan de volúmenes y escorzos para huir de toda línea recta.
Los artesanos carpinteros se convirtieron en expertos orfebres que tallaban el ébano y la caoba como elemento de decoración. Las molduras volumétricas y revestidas de oro eran imprescindibles en las casas de las familias de bien. Si buscas reproducir en tu vivienda el estilo Rococó, conseguir muebles hechos con estas maderas es un detalle a tener en cuenta.
En su desarrollo original, los sofás, mesas y sillas de los salones franceses combinaban la madera con lujosas tapicerías de terciopelo o seda y adornos realizados con caparazones de tortuga o marfil. Los últimos retoques se centraban en aplicar baños de laca china o pinturas de oro para remarcar el símbolo de riqueza de la aristocracia francesa. ¡Todo un lujo hoy día, desde luego!
En cuanto a los colores, el estilo elegante del Rococó utiliza tonos pastel, mezclados con el dorado de los muebles y los marcos de madera. El amarillo, el rosa, el celeste o las distintas variedades de blanco son los colores predominantes en este peculiar estilo de decoración.
El Rococó como estilo afrancesado llevado a su última expresión quizá es demasiado pomposo para las tendencias decorativas actuales. Por eso es recomendable combinar sus aspectos más significativos con elementos minimalistas propios de la decoración moderna. Puedes probar, por ejemplo, a incluir en tu casa un espejo con marco de madera tallado en color dorado, o una cómoda francesa para darle un toque vintage a tu habitación.
¿Cómo lo ves? ¿Te atreves a darle un toque "rococó" a tu casa?