Una historia de amor entre dos personas en una sola noche. Eso es “Antes del amanecer” película dirigida por Richard Linklater y protagonizada por Ethan Hawke y Julie Delpy. Puede ser que no seas un admirador de este género incluso quizás, no acostumbres mirar películas de este estilo, pero Antes del amanecer no es una simple película de amor, aquí no veras lo acostumbrado o al menos lo que se espera, no hay escenas dramáticas, confrontaciones, ni si quiera esos amoríos que ocurren en los momentos adecuados, simplemente se te muestran a dos personas en un paseo nocturno conociéndose y hablando. Pero es esta la misma razón lo que hace que esta película sea algo único y hermoso.
Veras a los personajes entablando una relación amistosa que en ocasiones los hará pelear, reír, coquetear y una variedad de sentimientos humanos muy bien expresados, un aspecto que los dos actores interpretan sutilmente de forma realista, el sentimiento mutuo se asoma durante toda la película, pero nunca se muestra directamente, y esto es simplemente magnifico. Durante todo el filme uno espera que ocurra algo, que las triviales conversaciones entre ambos personajes concluya en un romántico beso, pero la expectativa se mantiene en todo momento sin llegar a ser incluso algo importante, simplemente los personajes están allí sumergidos en diversas situaciones más que comunes.Cabe resaltar que “Antes del amanecer” puede que no sea una película para todo mundo, si estás acostumbrado a los cuentos dramáticos donde el príncipe rescata de último momento a la doncella atrapada en un castillo, esta película no es para ti. Pues el aspecto más importante y de la misma forma el que lleva la batuta, es sin duda alguna la simpleza de las escenas.
Ahora bien, visualmente cuenta con una interpretación minimalista de Viena, se intenta en todo momento que el espectador se encuentre atento a los personajes y no a su alrededor, lo que conlleva a sentir una extraña sensación de lo innecesario que es la elección para una locación del set, es decir no hace falta que sea en Viena ni mucho menos en Europa, podría haberse grabado en cualquier otro lugar y el punto final seguiría siendo el mismo, y esto es un aspecto brillante, conseguir que la historia y los personajes tomen tanta fuerza que incluso pierdas noción de lo que ocurre alrededor. La precisión y el perfecto balance en la peculiaridad de los hechos ocurridos en los 101 minutos de duración, se mezclan inmediatamente con un guion fluido y acertado. En todo momento el espectador tiene la sensación de aquí ambos personajes se conocen de tiempo atrás, como si de viejos amigos se tratasen, y todo esto se matiza finalmente con la pura realidad de un encuentro inesperado más que creíble entre Jesse y Celine.