Revista Cultura y Ocio

“El ruido y la furia”, de William Faulkner

Publicado el 05 agosto 2013 por Culturestblog

¡La vida no es más que una sombra…

Un cuento narrado por un idiota, lleno de ruido y de furia,

que nada significa!

Macbeth, Shakespeare.

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El sur. Las extensas plantaciones de algodón. Estados Unidos encerrado en sí mismo a principios del siglo veinte. Las antiguas familias sureñas, protagonistas de tantas historias. ¿A dónde han ido a parar los caballeros sureños después de la Guerra Civil? ¿Qué ha sido de su honor y su moral? Derrotados. Pero no sólo los hombres, derrotados. Las mujeres también observan la culminación de una larga historia familiar. Dinastías aplastadas por su mismo orgullo. Y los niños. En ellos se concentró el cambio, lo sintetizaron en sus vidas.

La familia Compson es una de las más célebres, famosas, y complejas de la literatura americana, y poco puedo decir yo aquí de ellos, sólo muy superficialmente. El padre y la madre, atormentados cada uno a su manera, aportar su parte a la tragedia. Los cuatro hermanos -Caddy, Jason, Quentin y Benjy-, dañandose mutuamente, a sabiendas o no, cegados por la búsqueda de un cariño que nunca llegó, atormentados por quimeras, o simplemente movidos por la maldad característica del ser humano.

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William Faulkner escribió esta obra seguramente basándose en muchos aspectos de su infancia sureña. Las escenas familiares parecen ser su tema favorito, que se trata en la mayoría de sus obras. El ruido y la furia (The sound of the fury) fue seguramente su obra más famosa y más comentada. Se puede observar la traducción de ‘sound’ por ‘ruido’, cosa que justifica el traductor para darle el carácter genuino del verso de Shakespeare, desesperado y terrible.

La escritura de Faulkner es sin duda su rasgo más característico, adaptando su narrativa a cada personaje. El libro consta de cuatro capítulos, en el primero conoceremos los hechos desde los ojos de Benjamin, uno de los hermanos. Benjy, como le llaman sus familiares, sufre un retraso mental, viviendo perpetuamente en la edad de tres años. No puede hablar, y su único modo de comunicación es el llanto. Es sin duda el más trágico de los personajes. Seguidamente leeremos la versión de Quentin, el más inteligente, sensible y atormentado de los hermanos. Después la de Jason, el contrapunto de Quentin, malvado y avaro, y finalmente la de Disley, la criada negra de la familia Compson, y el más objetivo de los puntos de vista.

Aunque no aparece como narradora, la verdadera protagonista de la historia es Caddy, la dulce niña en la que sus hermanos buscan el cariño que les ha fallado de su madre. Pero Caddy también tendrá que aportar su parte en la caída de la familia. Y de hecho será ella la que genere todas las obsesiones que veremos en sus hermanos. Benjy la buscara a ciegas, siempre, llorando solo al oir su nombre. Quentin hará de ella su obsesión, hasta rozar niveles absurdos, y se culpara a sí mismo por no haber defendido su honor inexistente. Finalmente Jason la odiara terriblemente por haber frustrado (involuntariamente) una oportunidad para trabajar en un banco. Ella será el centro alrededor del cual girará toda la historia.

El ruido y la furia no es un libro fácil de leer. Requiere de toda la atención del lector, el cual tiene la sensación de estar resolviendo un puzzle. Pero, si uno logra superar todas las barreras y llegar a sumergirse en la imaginación de Faulkner, disfrutará de una arrebatadora historia, que ahonda como pocas en la condición humana, en nuestras motivaciones y pesares, y que seguro que no dejará indiferente al lector.


Archivado en: Libros Tagged: el ruido y la furia, libros, literatura, opinión
“El ruido y la furia”, de William Faulkner
“El ruido y la furia”, de William Faulkner
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