Si no me equivoco, con mi reseña se cierra la lectura conjunta que ha organizado Carmen con esta novela.
El sabor de las pepitas de manzana comienza con una muerte, la de Bertha, que pasó sus últimos años en una residencia mientras perdía sus recuerdos poco a poco. Su nieta Iris ha heredado la casa del pueblecito donde la familia vivió siempre hasta que se fue desmembrando en el transcurso del tiempo, pero esa casa encierra todos los recuerdos que Bertha ya no tiene, y es a Iris a quien le toca desenterrarlos.
Después del entierro, Iris pide unos días libres en el trabajo para quedarse en la casa y organizar las cosas que hay por allí; además tiene que decidir si va a quedarse con la herencia o no, porque es muy chocante que su abuela se la dejara a ella cuando sus tías y su madre son las que realmente vivieron allí y sienten un amor especial hacia el lugar. En todo caso, no todos los recuerdos son felices, pues allí murió otro miembro de la familia sin que fuera su momento, pues aún no había cumplido los dieciséis años.
Iris guarda algunos recuerdos de su infancia de cuando pasaba todas las vacaciones de verano allí, en el pueblo, junto con Rosemarie, su prima mayor, y su extraña vecina Mira, a la que no ha vuelto a ver desde hace años. Poco a poco nos va desgranando la historia de su familia, y puede que ella tuviera un papel más importante del que inicialmente supuso.
La verdad es que es un libro que me encandiló desde el primer momento; la descripción del jardín de la casa me encantó y me vi allí, en aquel lugar casi mágico en el que las manzanas maduran cuando detectan el amor. Iris es una chica joven, a la que le encanta rememorar sus experiencias de niña visitando el río, pedaleando por todo el pueblo con la bici de su abuelo y probándose los elegantes vestidos que habían sido de sus tías en otra época. Poco a poco se van descubriendo cosas interesantes: un vecino que guarda un secreto sobre Bertha, una pintada maliciosa en la pared del gallinero y varios encuentros la mar de agradables con Alex, el hermano de Mira.
Pero aquí está el fallo que para mí ha tenido la novela: después de prometer tanta intensidad en relación con el pasado de aquella casa, todo se desinfla y se queda en nada. Me ha desilusionado muchísimo al final, pues me esperaba algo mucho más impactante y mejor descrito. De verdad que el principio me encantó, me pareció un libro de esos delicados que te van a contar una gran historia, pero esa historia ha ido perdiendo fuelle a medida que avanza, y de ahí la nota que le he puesto (en realidad le daría medio puntito más, pero como aquí no hay medias tintas, se queda así).
En definitiva, disfruté mucho del comienzo, y por eso me esperaba muchísimo más del final, tanto de la relación con Alex (que me gustó mucho como personaje), como de la historia familiar.
Título: El sabor de las pepitas de manzana. Autor: Katharina Hagena Editorial: Maeva Encuadernación: Tapa dura con sobrecubierta ISBN: 987-84-15120-24-7 Páginas: 224 Precio: 19,90 €Propósito personal: No lo cumple RETO 2011: Th, Thorio
Reseñas de la lectura conjunta:
- Reseña de Carmen
- Reseña de Tatty
- Reseña de LittleEmily
- Reseña de Aran
- Rseña de Margari
- Reseña de Margaramon
- Reseña de Goizeder
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