Revista Diario

El sacaleches, ese gran invento

Por Sandra @sandraferrerv
El sacaleches, ese gran inventoMuchos han sido los grandes inventos de la humanidad; pequeños artilugios que han hecho nuestra vida más llevadera, como el mocho, por ejemplo. Desde que soy madre, en mi vida han aparecido una gran cantidad de objetos, unos más útiles que otros que han tenido una vida más que efimera en mi existencia como madre.
Uno de los inventos que más me ha facilitado mi tarea como madre ha sido el sacaleches. Así que hoy quiero hablaros de mi experiencia con uno de ellos, precisamente cuando se cumplen 157 años de su existencia.
Había una vez... un sacalechesEn efecto, el 20 de junio de 1854, la Agencia de Patentes de los Estados Unidos concedía a O.H. Needham una patente por su estrafalario invento, un sacaleches. Aquel primer extractor de leche materna tenía sus defectos, pues no llegaba a vaciar por completo el pecho de leche. Pero aquel fue el primer paso para llegar a los aparatos más que sofisticados que tienen muchas madres a su alcance.
El día que descubrí el sacalechesHe de confesar que antes de ser madre, como tantas otras cosas, desconocía la existencia de este tipo de extractores. Pero cuando decidí que quería dar el pecho a mi hijo y que pronto tendría que incorporarme al trabajo supe que tendría que hacerme con uno de ellos. Al llegar a la tienda aluciné con la gran cantidad de opciones que habia. En aquel momento, como siempre que voy a comprar, me salió la vena catalana-agarra-dinero-del-bolsillo e hice un escáner rápido por los precios sin fijarme en las características de cada uno de ellos. Suerte que a mi lado venía mi marido con su visión más racional y no sólo pecuniaria de las cosas.
Eléctrico o manual, esa es la cuestiónTras varias dudas escogí un sacaleches eléctrico. La razón era bien sencilla. Tenía que extraerme leche cada día para poder tener siempre para el día siguiente. La extracción la tenía que hacer a las 6 de la mañana cuando me levantaba o al volver del trabajo mientras jugaba con mi hijo. Así que ya os podéis imaginar que no podía perder mucho tiempo. Con el sistema eléctrico en poco más de 10 minutos se había llenado un botecito de 150 ml. sin yo tener que hacer ningún esfuerzo.
Un fiel aliado de la lactancia maternaAsí que durante un año aproximadamente, el sacaleches me acompañó día a día en mi cruzada por mantener la lactancia materna. He de confesar que fue una liberación cuando pude dejarlo pero lo tengo guardado en un armario sin poderme desprender de él. Con Pequeña Foquita no lo he necesitado porque estamos todo el día enganchadas cual paparritas pero ahí lo tengo. No tengo intención de volverlo a usar pero no puedo desprenderme de él.
Así que, desde aquí mi pequeño homenaje en el día de su nacimiento. Que muchas madres puedan disfrutar de sus beneficios por muchos años más.

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