Revista En Femenino

El sacaleches, mi amienemigo

Por Avencia

No importa que no te tengas que incorporar al trabajo mientras que dure tu lactancia, o que hayas decidido no separarte de tu bebé más de 2 horas seguidas durante los primeros meses de vida. Las madres lactantes, por un motivo u otro acabamos sacándonos leche en algún momento.
En mi caso, y pese a que mi bebé jamás ha tomado más de 30ml de mi leche en biberón, cuchara, vaso o sonda, me he sacado leche en diversos momentos y por distintos motivos.
El sacaleches, mi amienemigoMi amado sacaleches prestado. El que me alquilaron en el hospital es el odiado.

Empezando por el comienzo, con un bebé ingresado en la UCIN al que no le podía dar el pecho en las primeras 24 horas y los días que siguieron después (leer más aquí). Esos días el sacaleches era como un examen infernal que siempre suspendía. Con aquella maquina del diablo (el mejor sacaleches del mercado Hospital Grade y todo) sólo me sacaba unas gotitas de calostros, 10ml si estaba de suerte. Y así 5 larguísimos días hasta que empezó a fluir leche. Aún así no era suficiente. Nunca conseguía sacarme para un biberón completo, aunque pronto pude estar 24 horas con mi bebé y se acabó lo de sacarse.

Después me dio por participar en un estudio sobre la leche materna. Te dejaban un sacaleches eléctrico durante 6 meses, de los buenos. Y te daban dinerito por cada muestra, 4 muestras en total. Así que al tener el sacaleches último modelo a mano hicimos las paces y empecé a usarlo de vez en cuando… Por si acaso... ¿Y si me pongo mala y tengo que ir a Urgencias y me tienen allí muchas horas? Por si me voy de casa un ratito y al niño le entra hambre; Así podemos irnos al cine algún día; ¿A ver cuanta sale?... Mi hijo nunca se tomó mi leche si no salía de mi pecho. Supongo que porque no lo hice esperar más de 2 o 3 horas, y prefería que volviera yo.
Al ver el congelador con leche que no me servía para nada decidí donar mi leche. Y encontré a una madre de dos hijos, superviviente de cáncer de pecho, que amamantó a su primer hijo y estaba alimentando a su segundo con leche materna, aunque no pudo ser la suya. Así que me saqué más para este ‘hijo de leche’. Y en este momento el sacaleches se  hizo bastante amigo, aunque al final es un antipático, con el ruidito y tanto fregoteo...
Más adelante ya sólo he tenido que usar el sacaleches para descargar leche de la teta buena, cuando una se me ha puesto mala. Puede ser muy útil para perlas de leche y mastitis, conductos obstruidos y cosas así. Aunque mi amado (y odiado) sacaleches se lo llevaron al terminar el estudio, así que me quedé con uno manual que es bastante inútil… Si hace falta extraer leche a estas alturas de la lactancia me sobra con la extracción manual.
El sacaleches, mi amienemigo
Hoy también me he sacado leche, esta vez para una amiga que quería leche materna para curarle un ojo malito a su hijo. Y es que la leche materna tiene muchas propiedades medicinales y cura la conjuntivitis, el eczema y la soriasis. Así que si alguien me pide leche, yo la cedo encantada!

Y tú ¿para qué te has sacado leche materna?


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