Vilca Fernández
A los valientes estudiantes que permanecen en huelga de hambre desde hace 675 horas, ante la masiva indiferencia de una sociedad que parece revestida de teflón.Ellos no están solos, se tienen a sí mismos y a quienes también luchan junto a sus colchonetas sin horario. Ellos no están solos, porque su corazón rebosa de ideales que fulminan el miedo, porque en su espíritu no cabe la apatía, ni la duda que tuerce la esperanza. Solos están los que no quieren saber cuántas horas de sueño les roba su vigilia, cuántos años de vida les cercena el hambre, cuántos hilos de voz se necesitan para coser la Libertad al alma. Solos están quienes no saben qué hacer con lo que ellos hacen, quienes cambian de acera, miran de reojo y siguen de largo, pusilánimes e indiferentes ante su coraje.