La ilustración presentada por Diego Bernardo Álvarez (Gijón, 1978) ha resultado ganadora del Concurso del Cartel del XVI Salón del Manga, según decisión del Comité Ejecutivo de Ficomic. Licenciado en Administración y Gestión de Empresas, posteriormente se diplomó en diseño gráfico. Actualmente es el jefe de estudios de una academia de diseño en Gijón, en donde imparte además varias asignaturas como tipografía, retoque digital, proyectos, historia del arte o dibujo.
El cartel según palabras de su autor pretende “crear una imagen potente, directa y expresiva, un reflejo de la pasión que un par de adolescentes pueden sentir cuando, nada más salir de su tienda de comics, deciden ojear por la calle las páginas del último número de su manga favorito”. En este sentido comenta que la sonrisa con dientes apretados del chico y la mirada alegre de la chica cree que lo transmiten muy bien. También explica que “los rayos rojos hacen alusión a la bandera japonesa, y ayudan a expandir la energía de los personajes por todo el cartel”.
Confiesa que empezó a aficionarse al manga en 1993 y su primera lectura fue Saint Seiya y después vino Ranma ½. Su obra favorita es One Piece de Eichiro Oda. “Jamás he leído un comic con una trama tan bien construida y desarrollada, con personajes tan ricos y con un equilibrio perfecto entre acción, humor y aventura”, explica Diego Bernardo Álvarez. Otras series que destaca, aparte de clásicos como Saint Seiya y Dragon Ball, son Bastard!!, Appleseed, Alita, Nausicaä, Adolf, AirGear, Death Note o Slam Dunk.
Respecto a su vertiente como dibujante explica que ahora mismo es uno de los 15 finalistas del Prix Raymond Leblanc de Bruselas, uno de los concursos de comic más importantes de Europa. Su obra Le Cauchemar Noir es el único manga a concurso. Se puede ver este manga y votarlo en la web www.foundationrleblanc.be durante el mes agosto. Después un jurado elegirá las obras ganadoras, teniendo en cuenta la votación popular. Entrar entre los seis primeros implica la publicación del cómic por parte de Editions du Lombard. Otro proyecto, que lleva bastante tiempo desarrollando, es un manga titulado Hidden History, del cual tiene dibujadas unas 30 páginas. “Es el manga que están leyendo los chicos del cartel de Salón”, comenta el autor, que explica que el título está escrito en katakana. Se trata de una obra que transcurre en el futuro, en una Tierra casi despoblada, donde la gente está aislada y nada se sabe del pasado. Álvarez dice que “los protagonistas viajan por el mundo intentando descubrir qué ha sucedido… y un montón de detalles más”. En cuanto a su método de trabajo, dibuja directamente sobre una pantalla digitalizadora. El trazo de plumilla y el color o los grises los trata a través de diferentes programas informáticos, además de añadir los textos y los efectos que sean necesarios. Explica que tiene pendientes varias entrevistas con editores españoles y franceses.