Nunca he saltado al vacío. Sin embargo puedo decir que sé de primera mano lo que se debe sentir una vez que estás ahí arriba, donde no hay marcha atrás y te invaden todos los miedos posibles. Y de repente te ves ahí, en el aire, cayendo en picado, dudando si se abrirá el paracaídas... Así es el postparto.
Había acudido a clases preparto (creo que ya el nombre lo dice todo, PREparto) y la verdad es que solo asistí un par de veces tras darme cuenta de que lo único que explicaban era cómo respirar (la experiencia me enseñó que al final una respira como puede, porque por mucho que te enseñen y practiques, a la hora de la verdad estás con un dolor tan horrible que da gracias si puedes respirar entre contracciones) y las fases de un parto (OMG!! ¿De verdad alguien cree que una embarazada no ha leído nada sobre ello en internet?? La teoría me la sabía de maravilla, ¡¡hasta yo podría haber dado esa clase!!).
Pero ¿qué pasa con el postparto??
El postparto... ese gran desconocido del cual no te informan hasta que de repente entras a bocajarro en él con todos sus síntomas y tú sin entender nada... ¿Pero qué pasa? ¿No era éste el momento más feliz del mundo?¿Dónde estoy? ¿Qué me pasa?
El postparto:
Es esa fase sin retorno de la cual no suelen hablar ni ginecológos, ni matronas, nadie, en la que prácticamente todo son miedos y dudas. Hay algunas que hay que afrontarlos y superarlos, según vas conociendo a ese pequeño nuevo integrante de la familia y te adaptas a los nuevos cambios.
Sin embargo, hay otras dudas que teniendo la información necesaria, se disipan hasta darle naturalidad a la circunstancia y poder disfrutar de esta nueva etapa.
- El suelo pélvico: sistema de músculos que mantienen en correcta posición la vejiga, el útero y el recto. Ayuda a la expulsión del bebé en el parto y tras la presión del mismo a veces se ve debilitado conllevando a veces serios problemas en el postparto provocando dificultades en las relaciones sexuales, incontinencia urinaria, dolor en la pelvis... (puedes leer más en "El suelo pélvico: Aliado o enemigo").
- Cámbios de ánimo: Una vez que das a luz, las hormonas se revolucionan hasta puntos insospechados en los que puedes pasar de la felicidad extrema por ser mamá hasta llorar como si no hubiera un mañana y no tener ni idea de por qué. Todo esto sumado a la aceptación de los cambios físicos, el cansancio acumulado y las preocupaciones hacen que te encuentres en una montaña rusa de sentimientos.
- Cambios físicos: Esto es algo previsible pero no sabes el alcance ni su magnitud hasta que lo vives. Los cambios van desde simples kilos de más hasta otros de mayor grado. Y muchas veces cuesta reconocerse ante el espejo ante tantas secuelas del embarazo.
- Pérdida de identidad: Cuando eres madre pasas a un segundo plano. Todo cambia excepto tú. Y te ves en el postparto desbordada por la situación, centrándote en tu nuevo papel, llegando, no siempre, a olvidarte de ti perdiendo tu esencia por el camino. Así viví yo mi pérdida de identidad.
- Depresión Postparto: Una de cada cinco mujeres sufre depresión postparto aunque más de un tercio afirma haberla sufrido. Y es por la falta de diagnóstico, por no acudir a un especialista por lo que puedan pensar o incluso por lo que tú misma piensas sobre cómo eres como madre pero no estás sola.
- Discusiones conyugales: Tener un hijo no une a la pareja. No te hará estar más feliz con ella. Es más, es importante tener una base sólida antes del propio embarazo antes porque sumado al cansancio, irritabilidad y nervios, se incrementan las discusiones cometiendo muchos errores de pareja.
Ya está bien de clases que te preparan para el parto pero no para la parte más dura, el postparto. Ya es hora de saber a qué nos vamos a enfrentar para poder disponer de todas las herramientas necesarias para salir airosas de ese proceso y no recordarlo como una época horrorosa.