Lucena, Melilla o San Roque de Lepe son algunos de los equipos a los que la temporada pasada se enfrentaba Alberto Moreno en el Grupo IV de Segunda división B. Entonces, su velocidad y sus internadas por la banda izquierda llamaban ya la atención de los aficionados. Tenía 20 años y despertó también el interés del técnico de la primera plantilla. Unai Emery no tardó en darle la oportunidad de debutar en la élite y el pasado mes de abril se estrenaba ante el Athletic. Meses después de jugar su primer partido en Primera, el seleccionador, Vicente del Bosque, le ha convocado para los dos últimos encuentros de clasificación para el Mundial 2014, ante Bielorrusia (11 octubre) y Georgia (14 octubre). Llegado a la cantera sevillista con 11 años, sus cualidades han convencido al técnico y ahora su nombre apunta a la cita mundialista. Recibió la noticia de su convocatoria a través de su padre, uno de sus grandes apoyos. «Estaba con los médicos y mi padre, que todavía no se lo cree, me lo dijo», explicaba feliz este viernes.
Todo ha ido muy deprisa en la carrera de un futbolista en el que los técnicos y aficionados sevillistas ven al sucesor del malogrado Antonio Puerta. Su evolución desde que entrena con Emery ha sido meteórica y ya es el dueño de la banda izquierda. Su progresión ha resultado una sorpresa hasta para el Sevilla, en el que luce el dorsal 32 porque tiene ficha de profesional pero con el conjunto filial. La precocidad del sevillista también se traslada a la selección. Debutaba en la sub-21 este mismo año y en verano se proclamaba campeón de Europa.