Revista Historia

El Samontà y la Marina, el desconocido origen del alma de L'Hospitalet

Por Ireneu @ireneuc

Durante los ocho años que estuve yendo a la Escuela Oficial de Idiomas de L'Hospitalet a sacarme los títulos de francés (5 años) e inglés (3 años), me acordaba cada día de la pronunciada pendiente que, lloviese o hiciese sol, me tocaba hacer desde mi casa hasta la escuela. Este ejercicio forzado tres días a la semana hacía que, cuando llegaba a la entrada resoplando como una gaita vieja, tomara plena conciencia del sitio donde estaba ubicada la escuela y que, por ende, le daba nombre: El Samontà. No obstante... ¿porqué se llama "Samontà" a esta parte de L'Hospitalet? Y ya puestos... ¿porqué se llama Marina a la parte más plana de la ciudad? Pues aunque le parezca mentira, no son topónimos modernos, sino que se remontan, ni más ni menos que, a la Edad Media o incluso anterior. Sígame y le explico el particular origen de estos nombres tan familiares para los hospitalenses y, a la vez, tan desconocidos.


Si gusta de los buenos vinos, seguro que no le serán ajenos los potentes vinos tintos de la denominación de origen Somontano. Pues bien, este nombre, que seguramente habrá oído alguna vez, es el homólogo en castellano de la palabra catalana "samontà" (también escrito como " samuntà") proviniendo ambas del latín "sub-montano", en el que la partícula "sub" (por debajo) se une a "montano" (relativo a la montaña), haciendo referencia a un lugar que se encuentra por debajo de la montaña, o lo que es lo mismo, en la ladera de un monte. Nombre que define perfectamente todo el trozo que en Hospitalet llamamos "Samontà", ya que se ubica en la ladera sur de la Serra de Collserola. No obstante, este topónimo no solo define la parte más montañosa de L'Hospitalet.


Efectivamente, si nos fijamos en un mapa entre el río Llobregat y Barcelona, veremos que la montaña de Sant Pere Màrtir es la cima más al sur de Collserola y que, a sus pies, se extiende toda una ligera pendiente desde la antigua villa de Sants hasta Sant Feliu de Llobregat. Este espacio, formado por los sedimentos que han bajado por las rieras desde Collserola ( ver Los "batiports" de L'Hospitalet, donde historia, inundaciones y malos olores se dan la mano) y que ha sido explotado agrícolamente desde antiguo dada su orientación sur y sus relieves suaves ( ver El silo ibérico de La Torrassa, el ignorado socavón de 2500 años de historia ) es, en toda su extensión, conocido como "samuntà" desde la Edad Media, si bien donde se ha mantenido plenamente vivo es en Hospitalet y, de modo más limitado, en Cornellà. En la actualidad limitado por la línea de ferrocarril de Vilafranca o el Canal de la Infanta (al gusto), el Samuntà acoge los cascos antiguos de los 7 pueblos que lo ocupan (es decir Sants -hoy en Barcelona-, Esplugues, L'Hospitalet, Cornellà, Sant Joan Despí, Sant Just Desvern y Sant Feliu) al aprovechar el paso de las vías de comunicación de época romana (actuales Carretera de Collblanc y de Santa Eulàlia) y su posición elevada respecto las desastrosas inundaciones del río Llobregat.


En contraposición a la parte montañosa del Samontà se encuentra la denominada Marina, parte llana de L'Hospitalet que corresponde a la llanura deltaica que se extiende desde las vías del tren de la línea de Vilafranca hasta más allá de la Gran Vía y que, antes de la expropiación de la Zona Franca, llegaba hasta el mar ( ver La expropiación de la Zona Franca: Historia de una puñalada trapera (1) ). Zona otrora espectacularmente fértil debido a estar formada por los sedimentos depositados en los últimos dos milenios por el río Llobregat (se obtenían hasta 8 cosechas de forraje), en la actualidad se encuentra urbanizada en su totalidad. Recibe el nombre de " La Marina" del hecho que estas tierras proceden de la interacción en época histórica entre el mar y los sedimentos arrastrados por el río. De hecho, la costa, en el siglo V se encontraba a la altura de la actual Avenida del Carrilet, por lo que el avance año tras año de aquella tierra que antes era mar, dio el nombre de esta zona de la ciudad. No obstante, y como pasaba con el Samuntà, no es un nombre exclusivo hospitalense.


Al ser la creación del Delta del Llobregat un suceso reciente geológicamente hablando, el delta no existía en el momento de fundación de las poblaciones del Baix Llobregat en época romana, por lo que pueblos como Sants, Hospitalet, Cornellà, Sant Boi, Gavà, Viladecans o Castelldefels -ubicados todos en el piedemonte de Collserola y del Garraf- daban directamente a la costa. Durante la Edad Media, el progreso continuo de la llanura deltaica hizo que todos esos pueblos ganaran territorio hacia el mar, por lo que, imitándose unos a otros, dieron todos el nombre de "Marina" a sus nuevos y fértiles terrenos conforme que eran colonizados. Nombres populares que como La Marina del Prat Vermell (Sants) o La Marina de Sant Boi, han llegado hasta la actualidad.


En definitiva, que la interacción entre la montaña, el río, el mar y el ser humano ha producido un espacio geográfico particular, cuya evolución en el tiempo ha quedado fosilizado en el acervo popular en dos nombres (Samontà y La Marina) que definen, como anillo al dedo, la historia y la geología de L'Hospitalet.


Memoria histórica hecha topónimos.


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