El gobierno pretende acelerar el saneamiento de los banca, es una manera suave de decir que quiere destapar de una vez por todas todas esas entidades zombis (como lo era la CAM o Unnim) que hace tiempo que están en la ruina pero no lo quieren reconocer.
Con la famosa reforma de Guindos la banca está obligada a reconocer que todo el ladrillo que acumulan no vale tanto como dicen sus balances y por lo tanto tendrán que reconocer pérdidas mayores hasta las de ahora.
En función del tipo de activo inmobiliario deberán provisionar más o menos parte siendo lo menos valorado el suelo y lo de más valor la vivienda en ciudades.
Ahora en cambio, con las fuertes provisiones que deben realizar se reconocerán las pérdidas independientemente de si venden el piso o no. Por lo tanto la banca ya no tendrá ningún interés en mantener esos pisos en sus balances y tendrá más estímulos en vender los pisos, obtener liquidez y dar préstamos, es decir, dedicarse a su negocio bancario y no al inmobiliario.
Por lo tanto 2012 y 2013 aún van a ser años en los que va a seguir el ajuste inmobiliario. Este ajuste sigue siendo necesario ya que como podemos observar en el siguiente gráfico, el esfuerzo de las familias para poder adquirir una vivienda sigue siendo muy alto. El esfuerzo medio de los últimos 20 años se sitúa en 4 años de sueldo bruto respecto a los 6 actuales. Por lo tanto el camino de la vivienda sigue siendo cuesta abajo.