Ilustración autor desconocido.-Anna Ajmátova-Crecí en medio de un silencio de arabescos,en la habitación infantil y fría del joven siglo.No me era grata la voz de los hombres,sólo entendía la voz de los hombres,sólo entendía la del viento.Yo amaba la ortiga y la bardana,pero por encima de todo, al sauce plateado.Agradecido, él vivió siempre junto a mí,sus ramas sollozantescubrían de sueños mi insomnio.Y, extrañamente, le ha sobrevivido.Afuera el tronco cercenado permanecemientras otros sauces con voces alienadasalgo dicen bajo nuestro cielo.Y yo guardo silencio... como si hubiera muerto un hermano.