
"Tenues rayos carmesíes resplandecen aquí y allá entre las frondosas sombras de los bosques de Kent. El rojizo dedo del otoño se ha posado ligeramente sobre el follaje con la frugalidad que emplea el pintor al colocar sus colores más brillantes sobre el lienzo; pero la majestuosidad que aún conserva la puesta de sol en agosto dora el apacible paisaje y lo ilumina todo con su esplendor."
Se está volviendo costumbre que hable de esta editorial en particular, cuando no suelo nombrar las editoriales de los títulos que traigo. Y se está volviendo costumbre que no haya un título de su catálogo que no me resulte apetecible. Para no perder las buenas costumbres, justo es que hoy traiga a mi estantería virtual, El secreto de Aurora Floyd.
Conocemos a Aurora Floyd hija única de una actriz y un noble, queda huérfana de madre y bajo la tutela paterna desarrolla un carácter que puede considerarse discordante con su condición femenina. Para sacar a su hija de una situación comprometida, el padre la envía aun internado en el que algo ha tenido que suceder, ya que Aurora al volver a casa no es la misma muchacha que fuera a París. Regresa taciturna y malhumorada y, al encontrarse con dos pretendientes, no le queda otro remedio que ser consciente de la importancia que tiene que su secreto sea aceptado para saber cuál permanece a su lado.
En plena época victoriana la autora escandalizó al sector más conservador de la sociedad con esta novela, lo cual no sirvió para eclipsar el éxito que obtuvo entre crítica y público. De hecho, quienes se escandalizaron con su Aurora también lo hubieran hecho con la vida de la propia autora de haberla conocido, pero ni lo uno ni lo otro sirvieron para que su obra fuera eclipsada. Eso sucedería con el paso de los años. Y hoy es aún desconocida para muchos, pese a que está comenzando a llegarnos su obra.
Empezar diciendo que Aurora es una heroína victoriana sería quedarse muy corto, casi ser injusto. Porque no es una novela típica ni estamos ante un personaje de los ya conocidos del género femenino de época presentados como fuertes. Aurora da un paso más en muchos aspectos, es una mujer fuerte y segura de sí misma que, aunque la veamos sombría a su regreso del internado, no ha perdido ni un ápice de fortaleza y carácter. De ahí que casi parezca masculina para los ideales de la época. No le tembló la mano a la autora a la hora de dibujarnos a esta mujer, como tampoco lo hizo a la hora de dibujarnos a ninguno de los personajes que componen la historia. Porque tiene una meticulosidad que provoca en el lector la seguridad de conocerlos a todos. No sólo a los que parecen ser el triángulo protagonista, sino a quienes interactúan con ellos. Compone de este modo una historia alrededor de un secreto que nos sigue recordando, acentuándolo incluso para que no se nos despinte. Pero compone también una historia en la que nos habla de mucho más, nos habla de usos, costumbres, tradiciones y la forma de vivir las mujeres en aquel momento. Nos enseña a una mujer diferente y que hay cosas que pueden ser diferentes y lo hace con un estilo emocionante en el que conjuga dramas, amores y chantajes que van acelerando el ritmo de la historia, sobre todo a partir de la mitad.
A estas alturas seguro que muchos os preguntáis por el secreto y, al menos la mitad, os supondréis que no os lo voy a desvelar ya que así disfrutaréis más aún del camino. Lo que si os puedo decir es que el final, sobre todo si pensamos en el momento en que la novela fue escrita, es para quitarse el sombrero. Lo mismo que la traducción que nos presenta la editorial.
No sé vosotros, pero personalmente, cuando comencé el libro y leí "bosques de Kent"... no diré que me sintiera en casa, pero sí en un lugar conocido en el que había pasado muy buenos ratos literarios.
Y vosotros, ¿disfrutáis con las novelas victorianas?
Gracias
