El secreto del boticario (1993) es la primera novela de una serie de 10, ambientada en la Edad Media, en la ciudad inglesa de York y con Owen Archer de protagonista, un excapitán de arqueros reconvertido a detective. La autora de esta serie de novelas es Candace Robb, una erudita de la historia Medieval gracias a sus investigaciones y estudios en Historia Medieval Inglesa.
En esta ocasión, nos encontramos en el año 1363, en la catedral de York, donde dos hombres sin relación alguna mueren en la enfermería de la catedral en extrañas circunstancias. Los hombres fallecidos son un anónimo peregrino que llega ya enfermo a la abadía de Santa María y un noble un tanto truhán con bastantes enemigos. Para resolver este misterio, el arzobispo de York encomienda a Owen Archer esta misión en la que nada es lo que parece. Owen tendrá que integrarse en la vida de las corrientes gentes de York sin levantar sospechas, y eso algo difícil dada su constitución de exsoldado y el tener un ojo ciego. Owen entrará a trabajar como aprendiz de la mujer del boticario, quien está terriblemente enfermo y por otra parte, es el denominador común de las dos muertes. Owen deberá hacer preguntas y no siempre será bienvenido, ya que detrás de estas muertes hay una historia rocambolesca que pasó en el pasado.
La historia es muy amena, al principio un poco difícil pero la autora ya se encarga de que el lector no se pierda repasando en varias ocasiones las nuevas pistas. El personaje de Owen Archer me ha gustado pero no lo veo como el típico detective, esos con gran ingenio tipo Holmes o Poirot, sino como lo que es, un exsoldado que tiene una misión que resolver y tiene que hacer preguntas e hilar la trama. Y no puedo olvidarme de mencionar la estupenda ambientación que hace la autora sobre las condiciones de vida en la Edad Media, realmente te imaginas la historia en esos tiempos.
Es una lectura amena de verano que llega a enganchar.