Emprender con éxito consiste en saber encontrar un espacio virgen de desarrollo de negocio, donde ningún competidor está posicionado, un lugar donde hay un número suficiente de clientes desatendidos a los que el emprendedor es capaz de darles lo que que quieren a un precio que supere el valor que el cliente le dé a lo que recibe y que supere los costes de suponga producir ese producto o servicio.
El emprendedor es, en ese sentido, un colonizador, un pionero.