En la primera parte escribí acerca de los beneficios que te aporta vivir conectado desde tus pilares internos, pero para poder hacerlo primero es necesario que los descubras y para esto no hace falta que te vayas muy lejos, porque se encuentran dentro tuyo.
Los cuatro pilares que debes descubrir y luego tener la valentía de vivir conectados a ellos son:
- VALORES
- VISION de Vida
- MISION de Vida
- TALENTOS
Ahora que ya sabes los componentes de los pilares internos, ha llegado el turno de describir brevemente a cada unos de ellos, aunque me imagino que ya los conoces y si me sigues a través del blog, ¡más todavía!.
Comenzamos.
Los VALORES son tu señal de identidad, no tienen nada que ver con la ética ni la moral, es algo que llevas dentro tuyo desde que vienes a este mundo.
Aunque luego a medida que vas creciendo, el entorno y las enseñanzas que vas recibiendo te provocan ciertas maneras de comportarte, lo cual hace que muchas veces te alejes de tus valores, aunque esto no implica que los pierdas sino es como que los encierres en un baúl.
Cuando no vives desde sus valores, te sientes desorientado, frustrado, es como vivir con una pesada carga constante sobre sus espaldas y además en todo lo que haces no te resuena, además las acciones rutinarias te gobiernan.
La VISION de Vida es algo que busca profundidad, es decir que te eleves y mires que hay más allá del bosque, que no te quedes con los árboles y ramas que molestan tu mirada. Cuando tienes una visión inspiradora, a los obstáculos que se te presentan los miras desde una perspectiva diferente porque sabes que son parte del camino para llegar a la cima.
Una visión nace desde un deseo o un sueño pero cuidado, que si una visión no va acompañada de la acción sólo se quedará en una buena intención que al cabo del tiempo desaparecerá como agua entre las manos.
Un sueño con un plan de acción y una fecha aproximada de realización, puede provocar en ti un alto cambio de calidad en tu vida.
El otro pilar importantísimo totalmente ligado a estos dos, es tu MISION de Vida. Esto significa la huella que quieres dejar en cada acción, palabra y hecho que hagas, en definitiva es cómo quieres que te recuerden las personas con las que tratas en tu vida.
Y el cuarto pilar lo conforma tus TALENTOS, ese don o dones que llevas de fábrica, lo que viene contigo. Y ¿cómo reconocerlos?. Una buena forma es que mires en algo que te resulte fácil o natural de hacer pero que las personas vean que es difícil, por ejemplo destreza para el deporte, hay personas que son competitivos en cualquier actividad física que hagan y otros les cuesta horrores hacer un deporte.
Investiga que talentos tienes porque estos son los que te determinarán a que profesión debes dedicarte y así dar lo mejor de ti.
Después de esto, ya tienes conocimiento sobre lo que son tus pilares internos pero ahora viene lo más difícil, que es vivir conectado a ellos, porque para poder hacerlo es necesario tener una muy buena dosis de valentía.
Vivir desde los pilares internos, significa vivir a contracorriente de la mayoría de las personas, por eso hace falta tener un grado importante de valentía.
Tú decides.