Tan solo con diez años, Neferhor tiene muy claro lo que quiere ser en la vida. Vive junto a su padre y su hermana en Iki, un poblado a las orillas del Nilo.
Tiene una agilidad mental fuera de lo común, comparte un secreto con los habitantes del río, que le permite predecir la cuantía de la futura cosecha y sueña con ser escriba.
Pero ellos son simples campesinos y la educación en "La Casa de la Vida" de El Templo de Karnak (una de las escuelas más prestigiosas de Egipto) es caro, muy caro.
Alguien descubrirá su don y le ofrecerá al pequeño la oportunidad de estudiar. Pero para ello, deberá dejar atrás su familia y sus mejores amigos de la infancia: Heny, más que un hermano para él y la bella Niut, su precoz amor platónico.
Ambos volverán a aparecer en su mundo más adelante y jugarán papeles decisivos en el devenir de su propio destino.
Corrían tiempos de abundancia, de paz, de prosperidad en La Tierra Negra, siglo XIV a.C., con Nebmaatra (Amenhotep III) en el poder, el más prolífico constructor de todos los faraones.
Como era de suponer, tanto exceso y derroche no podía quedar impune y Egipto pasó en pocos años, del esplendor, al caos y la miseria.
A lo largo de sus más de 800 páginas, Neferhor (bautizado por todos con el sobrenombre de Najawy, "el orejas", por tenerlas grandes, muy grandes) conocerá la pasión, el amor, el desamor, el dolor, la pérdida, la traición, el desengaño.
¿Llegará a convertirse en alguien importante? ¿conseguirá ser feliz en la Tierra que tanto ama y ver sus sueños cumplidos?
Antonio Cabanas, piloto de Iberia, apasionado de la cultura egipcia, ha realizado diversos estudios de egiptología, así como de lengua egipcia y escritura jeroglífica. Además es miembro de la Asociación Española de Egipotlogía desde el año 1990.
En su página web , tiene una amplia galería de imágenes de sus viajes y de las promociones de sus libros, que son: "El secreto del Nilo" (2012), "El hijo del desierto" (2010), "El sueño milenario" (2008), "Los Secretos de Osiris y otros misterios del antiguo Egipto" (2008), "La conjura del Faraón" (2007) y "El ladrón de tumbas" (2005 y 2009)
Los que me seguís habitualmente sabéis que todo lo relacionado con Egipto me pierde
Cuando me dispuse a hincarle el diente a este tocho de novela, pensé: o es de las que me atrapan, o la abandono en un santiamén. Y sí que me atrapó…
El autor nos narra una hermosa historia de crecimiento personal, de lucha por los objetivos deseados. Nos deleita con la descripción de ese periodo histórico, que a mí, en particular me fascina: la XVIII dinastía entre los años 1550 y 1295 a. C. La época de mayor auge de la civilización egipcia, con unos catorce faraones entronizados y personajes tan carismáticos como la reina Tiyi (el gran amor de Nebmaatra, que supo manejar a la perfección los hilos para ejercer su indudable influencia en las decisiones políticas del Estado), Akhenatón y su esposa Nefertiti (que tomó las riendas del poder incluso con su marido en vida), o el mismísimo Tutankhamón.
Según nos cuenta el anexo: "el autor ha tratado de acercar al lector a un escenario histórico lo más riguroso posible y plasmar de manera razonada lo que ocurrió o pudo ocurrir en aquellos tiempos"
A mí, particularmente siempre me ha llamado mucho la atención el "rey hereje" (Akhenatón). EL faraón que llevó a cabo una tajante reforma religiosa hacia un culto monoteísta, echando por tierra de un plumazo a los múltiples dioses ancestrales y milenarios, para únicamente adorar a Atón, el dios solar.
¿Qué me ha parecido? ¿Me ha gustado?
En general me ha gustado. Se me ha hecho un poco larga (sobre todo porque lo es) y he tardado bastante en leerla, pero la valoración final es la de haber disfrutado con la lectura.
Entre los pros, quiero destacar la gran labor investigadora que ha realizado Antonio Cabanas para escribir esta novela y que explica detalladamente en los anexos del final y también su estilo narrativo (escribe muy bien). Dos frases para que os hagáis una idea de su prosa: "La ambición es una aliada formidable del olvido y el poder está grabado a fuego en el corazón de los hombres, cualquiera que sea su condición" "Las tragedias que afligen a las personas nunca pueden olvidarse del todo, y a lo sumo permanecen dormidas en lo más profundo de su ser, para despertar cuando ven llegada la primera oportunidad"
Aunque también le he encontrado algún contra, como las largas descripciones y la gran cantidad de nombres, ascendientes, descendientes que se me han hecho algo pesadas. Por eso, en varias ocasiones, reconozco que he leído solo por encima y deprisa alguna que otra parrafada. Pero estoy segura de que estos detalles, que a mí me han resultado un poco (solo un poco) incómodos, podrán suponer las delicias de otros, sobre todo de los amantes de la cultura egipcia.
Quiero aprovechar la ocasión, para recomendaros tres libros geniales de esta misma temática (no están reseñados, porque los leí antes de tener el blog):
-- "La dama del Nilo" de Pauline Gedge (tiene como protagonista a la gran reina Hatshepsut)
-- "El amargo don de la belleza" de Terenci Moix (Akhenatón y Nefertiti)
-- "No digas que fue un sueño" de Terenci Moix (Marco Antonio y Cleopatra)
-- En Egipto las niñas solían andar desnudas hasta que llegaba su primer periodo. Entonces se vestían y ya podían ser tomadas como esposas
-- El ritual que los escribas debían realizar antes de ponerse a escribir: mojaban su cálamo en el tintero y lanzaban gotas a su alrededor en honor al gran sabio Imhotep
-- Las bibliotecas se llamaban "La Casa de los Libros", así como a las escuelas "La Casa de la Vida"
-- En el Templo de Karnak, los sacerdotes no tenían la obligación de ser célibes, es más, la mayoría tenían mujer e hijos
-- "Los sacerdotes horarios", eran muy importantes en Karnak. Determinaban el momento en que debía iniciarse el culto diario en el santuario, así como la hora en la que se levantaban los sacerdotes.
-- El Heb Sed era una ceremonia que celebraba los primeros treinta años del reinado de un faraón y después de la entronización, era la fiesta más importante para un monarca.
-- No deja de sorprenderme el hecho de que los faraones y faraonas se desposaban con sus hijas e hijos, incestos que garantizaban el linaje divino, a la par que derivaba en las taras propias de la consanguinidad.
-- En la cultura egipcia los faraones no solo eran reyes, sino que eran considerados verdaderos dioses terrenales