Madridiario ha celebrado durante dos días, lunes y martes, las XXII Jornadas de Medio Ambiente, que se han desarrollado en el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). Bajo el título ‘Descarbonización y economía circular», expertos y administraciones han compartido sus posiciones sobre los desafíos medioambientales, con el foco puesto en la circularidad que permita instaurar un modelo más sostenible y eficiente
En la primera sesión, el debate transcurrió entre el suministro eléctrico, la gestión de residuos y los recursos hídricos, mientras que la segunda abordó los nuevos modelos de movilidad, de circularidad en la gestión de residuos y la reducción de emisiones.
La directora de este digital, María Cano, dio comienzo a la primera sesión junto con el decano del COAM, Sigfrido Herráez, quien destacó el papel de los arquitectos en la senda hacia la transición ecológica y la eficiencia energética. Para muestra, ha señalado, la «arquitectura desmontable», una práctica cada vez más frecuente y que permite, con el paso del tiempo, permutar la funcionalidad de un edificio hacia usos diversos. Herráez ha aprovechado además para recordar al artífice de estas jornadas, Constantino Mediavilla, fundador y presidente editor de los grupos Madridiario y Diariocrítico, fallecido el pasado mes de junio.
Posteriormente el consejero de Medio Ambiente, Agricultura e Interior de la Comunidad de Madrid, Carlos Novillo, inauguró el encuentro repasando los principales desafíos a los que se enfrenta la región en materia de transición ecológica y de eficiencia energética, y donde juega un papel fundamental el uso de recursos como el agua y la electricidad. Novillo subrayó que desde el Ejecutivo regional se apuesta de manera decidida por la mejora de la red de captación y distribución, de la mano de inversiones millonarias y facilidades administrativas para empresas y ayuntamientos. Entre ellas, la aprobación de una nueva «Ley Ómnibus» antes de final de año encaminada a facilitar la puesta a disposición de suelo público -de titularidad municipal- para desplegar redes eléctricas necesarias para los «nuevos usos de alta demanda» como son los centros de datos. También para la «reducción de plazos» en la puesta en marcha de más «redes de suministro».
‘Electricidad: cómo garantizar el suministro’
La primera mesa de debate: ‘Electricidad: cómo garantizar el suministro’, contó con la presencia de la directora Región Centro de i-DE en Iberdrola, María Martínez; la presidenta de Asprima, Carolina Roca; y la directora de Zona Centro UFD, Esther Navas.
Martínez expuso el escenario al que se enfrentan las compañías eléctricas en un mundo «que se ha transformado muy rápido» y donde se está «haciendo un esfuerzo enorme por invertir en renovables». Con el incremento de este tipo de energías «han surgido nuevos modelos de negocio» y se han creado nuevos agentes que «hacen que tengamos que replantearnos cómo se han gestionado y cómo se tiene que hacer a futuro, así como conocer las cosas que hay que cambiar para plantear hacia dónde hay que ir». Según ha calculado la representante de Iberdrola, sería «imprescindible» una inversión de 53 mil millones de euros en redes, además de una regulación «estable y ágil» para estar «a la altura de los clientes y proporcionando la mejor calidad del servicio». «Hay que invertir un euro en redes de suministro por cada euro en renovables», ha trasladado.
Según Esther Navas, hasta ahora los clientes y demandantes de energía han sido «pasivos» con una potencia garantizada y consumían según sus propias necesidades y, por esta razón, las redes estaban diseñadas para consumir la energía que se necesitaba. Sin embargo, los generadores de energía renovables «tienen la necesidad de conectarse a la red con potencias muy altas», pero no son los únicos agentes que entran en escena. Los cargadores de vehículos eléctricos «también son consumidores de alta potencia» y las baterías, que serán fundamentales a nivel macro para «aumentar le generación de fuentes renovables» con la creación de «ciclos combinados de energía» y también jugarán un importante papel a nivel micro. «Las redes no están preparadas para obtener un consumo tan grande. Se tiene un nuevo paradigma con nuevos agentes necesarios y estratégicos para la transición energética», apostillaba la representante de UFD.
Por su parte, Carolina Roca describía las diferentes trabas que hallan las compañías en la actualidad en tres niveles. El primero tiene que ver con la obtención de permisos de suministro, donde se han encontrado un «nuevo cuello de botella» al pasar de cuatro meses a cero con la entrada en vigor de la declaración responsable, que sustituye a la licencia de primera ocupación. «Llevamos toda la vida, donde las compañías tienen un margen de cuatro meses para entregar las viviendas con suministro y ahora se ha disminuido a cero.
‘Agua: el futuro de unas infraestructuras cruciales’
La siguiente mesa versó sobre el ‘Agua: el futuro de unas infraestructuras cruciales’ y estuvo integrada por Fernando Arlandis, adjunto al consejero delegado del Canal de Isabel II; Jesús Cabrero, director de Desarrollo de Negocio de Sacyr Agua; Eduardo Rojas, consejero delegado de Licuas, y Enrique Gil Octavio de Toledo, presidente de la Asociación de Campos de Golf de Madrid, participarán en un debate moderado por Cristina Aparicio, directora general de Transición Energética y Economía.
Madrid tiene un reto, abastecerse a futuro, un desafío que para Fernando Arlandis debe planificarse para los próximos 50 años. El panorama actual obliga a una mejor planificación cuando los ingresos de aguas en los embalses de la Comunidad de Madrid han disminuido un 20 por ciento sobre la media histórica, según los datos facilitados por Arlandis. Por su parte, Eduardo Rojas subrayó la importancia de la conciencia ciudadana ante un panorama donde la mayoría de las redes de saneamiento superan los 50 años y muchas «se han quedado obsoletas o pequeñas», señaló.
Jesús Cabrero aseguró que, el momento actual, para las entidades que trabajan en la gestión del agua es «clave» la colaboración público-privada, con apuestas para avanzar en digitalización de los sistemas de gestión de agua. El director de Desarrollo de Negocio de Sacyr Agua ha señalado que la pandemia de la COVID-19 sirvió para poner en marcha sistema de detención específicos del virus en las aguas residuales. Al tiempo que ha remarcado la apuesta de su empresa en el desarrollo de la iniciativa Water Positive, con la que buscan que las empresas alcancen una huella hídrica positiva.
Por su parte, Enrique Gil Octavio de Toledo, apuntaba que «es de las primeras ocasiones que la industria del golf lidera asuntos relativos a la sostenibilidad» y ha insistido en la necesaria calidad del agua terciaria para este sector donde el golf se sitúa como el segundo consumidor de este recurso reutilizado, que alcanza el 73 por ciento de los campos de juego en la Comunidad de Madrid.
Tras la primera intervención de los participantes en el debate, la discusión versaba sobre lo que la moderadora Cristina Aparicio ha señalado como las «cuatro palancas» para la mejora en la gestión de este recurso natural, que toca el acceso a los caudales ecológicos, el trabajo para reducir el consumo tanto en la esfera de la empresa privada como en los domicilios, el uso del agua renerada así como la reducción de las pérdidas de agua en las vías de distribución.
Sobre estos apartados, Eduardo Rojas subrayaba que desde su entidad trabajan por la mejora en los tanques de tormentas. Licuas gestiona para el Canal de Isabel II la mayor de estas infraestructuras en toda Europa, que tiene una extensión similar a cinco campos de fútbol, capacidad a 400 metros cúbicos de agua. Para Rojas estos tanques de tormenta cumplen una «labor medioambiental fundamental» ya que recogen las aguas de las primeras lluvias, las «más contaminantes», ya que arrastran todas las sustancias de la atmósfera y del terreno, por lo que se realiza una primera limpieza, también ejercen de como barrera para que los elementos y desperdicios transportados no lleguen de manera directa a los cauces naturales de los ríos.
«Cada metro cúbico que se pierde es toda una inversión perdida», remarcaba Jesús Cabrero, que se ha posicionado ante el debate suscitado a cuenta de los costes del agua reciclada para su utilización para que su utilización no suponga «un coste oneroso» para quien la necesita, en referencia a empresas o entidades obligadas por ley. En esa línea, el presidente de la Asociación de Campos de Golf de Madrid, Octavio de Toledo, insistía en que la apuesta por la economía circular pasa por el agua «como elemento fundamental» de la apuesta de las administraciones en este ámbito.
Para Arlandis, la cultura del agua «pasa por la concienciación en el ahorro del agua», un aspecto que para el adjunto al consejero delegado del Canal de Isabel II debe ser parte de una «estrategia de política nacional». Las cifras en la Comunidad de Madrid facilitadas por Arlandis apuntan a que la región utiliza hasta un 25 por ciento de agua regenerada, lo que se traduce en más de 100 hectómetros al año. Sobre las pérdidas en la red de agua en la región, sitúa las cifras en la región en las «más bajas de España», un cuatro por ciento del total.
‘Gestión digital y valorización de los residuos’
En la tercera mesa de debate intervinieron Javier Cerezo, director de Tratamiento y Reciclaje de FCC Medio Ambiente; Sergio Cabellos, director de Negocio Público de PreZero; Mario Sierra, key account manager en Sulo, y Antonio Gutiérrez Canalejo, director general de Servicios Urbanos en Valoriza, que han abordado la ‘Gestión digital y valorización de los residuos’.
La situación de Madrid en este campo es «de plena efervescencia en número y calidad de proyectos», destacaba nada más comenzar el debate Javier Cerezo, quien precisó que la mancomunidad del Este es la más avanzada, con un tratamiento de residuos modélico a nivel nacional. A pesar de este momento de «mucha actividad», Cerezo matizaba que todavía quedan algunas cosas por mejorar: «El objetivo sería reciclar el 65 por ciento de los residuos, queda un 35 por ciento«.
Antonio Gutiérrez manifestaba que: «El reto es hacer más eficientes los procesos de recogida y tratamiento, pues hay que reducir el impacto medioambiental. 10 millones de toneladas son enterradas lo suficiente».
Los ponentes mencionaron la necesidad de mejoras en materia de valorización energética, y en instalaciones para la gestión de residuos comerciales e industriales.
Sergio Caballero puntualizaba que, al contrario de lo que muchas veces se piensa, la contradicción entre reciclaje y valorización energética es un mito: «En realidad, es un equilibrio necesario«. Caballero ha corroborado el diagnóstico de Javier Cerezo y ha confirmado que la valorización energética es uno de los grandes atrasos de la Comunidad respecto a otras: «Es impensable alcanzar los objetivos marcados«.
Todos los ponentes acordaron que este estudio de la ciudadanía caminará hacia un mayor grado de identificación de los individuos y, con ello, de una variación de los costes en función del comportamiento particular para con los residuos.
«Crecer en equilibrio»
La clausura de esta primera sesión corrió a cargo de la presidenta regional, Isabel Díaz Ayuso. En su intervención puso de relevancia la importancia de la planificación y la colaboración entre instituciones, tanto públicas como privadas, para que el crecimiento económico y demográfico que aspira alcanzar la región se produzca en «equilibrio», compaginando el cuidado del medio ambiente y la conservación de «nuestras raíces». Todo ello de la mano de diferentes planes para una gestión eficiente de recursos como el agua y la electricidad. También acompasado a la mejora del transporte público o el impulso al sector primario, entre otras actuaciones. El compromiso del Ejecutivo, aseguraba, es total.
En línea con su consejero Novillo, la presidenta destacaba dos aspectos fundamentales y que han generado una importante controversia entre las Ejecutivas central y autonómica: la gestión del agua y la energía. Ambas, señalaba, son «cuestión de Estado», pues resultan fundamentales para innumerables sectores de la economía. Especialmente en lo relativo al desembarco de «empresas de alto valor añadido» en la región, tales como los centros de datos. En juego, decenas de proyectos, una inversión directa que ronda los 16.000 millones de euros y la generación de hasta 18.000 «empleos de calidad». «¿Cuánto más podría crecer Madrid si se colabora en ese crecimiento en vez de impedirlo?», se preguntaba en este punto la líder del Gobierno madrileño.
A fin de paliar tal carencia de entendimiento entre administraciones, Díaz Ayuso apuesta por la colaboración público privada, reduciendo trámites burocráticos y acelerando plazos para que «las compañías no trasladen sus inversiones» hacia otros territorios. O lo que es igual, «no tanto intervenir y perseguir empresa, sino incentivarla» «. Solo así, ha matizado, será posible consolidar a Madrid como una región referente en materia de digitalización.
Antes de finalizar su intervención, la presidenta ha querido también recordar la figura de Constantino Mediavilla. «Se le ha echado mucho de menos al llegar a la sala y darnos cuenta que falta por primera vez», ha reconocido.
Segunda sesión
La directora de este digital, María Cano, y el decano del COAM, Sigfrido Herráez, volvieron a abrir la segunda sesión, en este caso para dar paso al delegado de Urbanismo, Medio Ambiente y Movilidad del Ayuntamiento de Madrid, Borja Carabante, quien inauguró esta segunda parte de las jornadas donde ha repasado los principales retos de las urbes para afrontar las tareas de descarbonización. «Este es el siglo de las ciudades», remarcaba. Para ejemplarizar las acciones llevadas a cabo por el Ejecutivo municipal, repasaba la aprobación al inicio de su mandato de la estrategia Madrid 360 «afrontando todas las fuentes de contaminación». Sobre movilidad, el edil concretaba las medidas tomadas desde la Empresa Municipal de Transportes (EMT Madrid) y su apuesta por la electrificación de todas sus líneas.
Sobre el papel de las administraciones, Carabante apuntaba a la doble tarea, por un lado, con la puesta en marcha de un nuevo marco normativo como la aprobación de nuevas ordenanzas desde el Consistorio, así como el «papel ejemplarizante» ante los ciudadanos, para el representante municipal «no se puede pedir a los ciudadanos que apuesten por la descarbonización si la propia administración no lo hace».
Además, el titular de las políticas de Urbanismo, Medioambiente y Movilidad anunciaba que el Ejecutivo municipal trabaja para «aprobar próximamente» la estrategia de gestión de residuos y economía circular de la capital que se sustentará sobre tres pilares: la jerarquía de residuos, el cumplimiento de los objetivos marcados por la Unión Europea y la apuesta por la economía circular, lo que para Carabante supone el «nuevo paradigma económico y social de las ciudades». Se debe trascender de la «vieja concepción de la economía lineal», lo que requiere entender que «el crecimiento verde no tiene por qué arrojar números rojos, y son palanca de crecimiento de las ciudades», ha subrayado ante el público asistente a las jornadas, al tiempo que insistía en que «cuanto más se avance en los objetivos de la descarbonización, más atractiva será Madrid para los turistas y los ciudadanos de la capital».
‘Movilidad: innovación y cambio de modelo’
La mesa de debate ‘Movilidad: innovación y cambio de modelo’, moderada por la directora del Máster de Logística y Transportes de la UCJC, Mercedes Llop, contaba con Ignacio Pérez Carasa, director de Relaciones Institucionales e ISG en Alsa; Ernesto Mateo, director de Movilidad Avanzada en Mutua Madrileña; Roberto Torre, CEO de Ros Roca, y Alfonso Díaz del Río, director de Estrategia y Mercados en Serveo, quienes han puesto en común los proyectos e iniciativas de sus empresas.
Arrancaba su intervención Pérez Carasa recordando que Alsa no solo se centra en la larga distancia y que en la actualidad son el principal operador de ambulancias de la Comunidad de Madrid y cuentan con barcos turísticos, además de la movilidad urbana y metropolitana. Esta compañía ha sido pionera en la introducción del vehículo de hidrógeno y ha apostado por el cambio de flota hacia el vehículo eléctrico con un 34 por ciento de autobuses eléctricos que han evitado la emisión de 26 mil toneladas de emisiones al año. Para Carasa, el transporte público debe ser una «apuesta firme de todos» y, de ese modo, reducir el transporte privado en un 40 por ciento. Este objetivo se debe alcanzar con unas alternativas «serias y convincentes».
Ernesto Mateo ha analizado el sistema de carsharing en Madrid, ciudad que se ha convertido en un referente en este modelo con la actuación de seis operadores de estos vehículos. Fue hace un año y medio, cuando Mutua Madrileña apostó por este modelo de negocio con la creación de Voltio. Los vehículos de esta compañía están disponibles en la calle y se pueden adquirir en cualquier punto y dejar en otro, siempre y cuando esté en la zona de actuación del mismo. En la actualidad, Voltio cuenta con una flota de 700 vehículos, aunque esta cifra aumentará hasta los 1.000 durante este 2024. «Somos el primer operador de carsharing en Madrid», ha destacado. Para el director de Movilidad Avanzada en Mutua Madrileña, «las ciudades tienen que seguir creciendo y las nuevas generaciones demandan sitios nuevos que habitar donde la movilidad es muy importante». Esa nueva movilidad tiene que ser «más sostenible» con «vehículos más pequeños» porque «no tiene sentido grandes coches, donde solo viaja una persona», además esta «nueva movilidad debe ser compartida». Entre los retos del sector del carsharing, Mateo aseguraba que los operadores necesitan un incremento en las plazas de aparcamiento en las ciudades para aumentar su flota de vehículos.
La recogida de residuos también es una parte fundamental en la movilidad sostenible. En Madrid, este servicio cuenta con la colaboración de la empresa Ros Roca, una compañía familiar de propiedad holandesa que tiene más de 150 años de historia y que cuenta con unas 100 carrocerías en la Comunidad. «La carga tecnológica en la recogida de residuos ha crecido de forma exponencial en los últimos 15 años, señala su CEO Roberto Torre. Esta empresa ha sido capaz de fabricar carrocerías encima de chasis de gas con una conectividad «absoluta» que permite conocer «lo que está pasando en esa máquina en tiempo real». En la actualidad, Ros Roca está trabajando en un «gemelo digital» de cada unidad callejera para solucionar algunos problemas que se puedan acarrear. «Somos un referente tecnológico en la recogida de residuos. Es un producto que cuenta con una gran ciberseguridad», apunta. Entre los retos, Ros Roca está implicado en la «carga tecnológica» para conectar la basura a los contenedores, ya que estos ocupan un espacio público y la tecnología puede ofrecer un equilibrio adecuado para conocer los diferentes tamaños que se necesitan en las diversas vías públicas y así ocupar menos espacio, entre otras cuestiones.
Por último, Alfonso Díaz del Río se centraba en el sistema de BiciMad. «Es necesario un activo bueno, ya que es un producto que se va a usar durante muchos años», señala. Según el director de Estrategia y Mercados en Serveo, «el único modelo para transportar masas es el transporte público», pero hay que «complementarlo» con otras alternativas y Serveo ofrece esa «última milla» para hacer la movilidad «más sostenible y ágil» en Madrid. El principal desafío para esta empresa es «seguir estando a la altura de los usuarios» que cada día piden estar «más conectados e informados y son más exigentes».Ese análisis de datos facilitará la gestión de más de 20 mil bicicletas, además estudiará dónde es necesario la implantación de este servicio con nuestras estaciones y conocer cómo deben moverse por el mapa madrileño dependiendo de las actividades culturales y deportivas que se desarrollan en la ciudad o la propia meteorología.
‘Reducción de la huella de carbono en la gestión de los residuos‘
La segunda mesa de este día abordaba la ‘Reducción de la huella de carbono en la gestión de los residuos‘, en la que Victoria Torrecilla, Sales Manager Gama Compactación en Sulo; José Rodríguez Fuertes, jefe del Departamento de Recogida del Ayuntamiento de Madrid; Asensio Martínez, presidente de la Mancomunidad de gestión de residuos del sur, y María José Delgado, directora general del Parque Tecnológico Valdemingómez, han expuesto todos los avances con los que trabajan para reducir las emisiones.
Victoria Torrecilla desgranaba la labor de «asesoramiento» que la compañía presta tanto a administraciones públicas como en empresas privadas, para la reducción de su huella de carbono. Se trata, en primer lugar, de reducir el volumen de residuos in situ. Es decir, en el lugar en el que se genera, sin necesidad de trasportarlo. Con ello se estima una reducción de emisiones de hasta el 90 por ciento. Además, se debe apostar por transportes «más eficaces», que dirijan el residuo directamente a la planta. La llave, más allá de aspectos tan relevantes como la adecuación normativa y la innovación hacia tecnologías «más eficientes, limpias y verdes», pasa por la «conciencia» y la «educación», y es que «cada uno tiene una importante responsabilidad». Para ello, no obstante, aún resta por recorrer un largo camino: «Las empresas son conscientes de que deben mejorar, pero no es sencillo a nivel de logística interna porque debe involucrar a todos los actores. Hay soluciones muy interesantes, pero también muy desconocidas», trasladaba la respresentante de Sulo.
Desde los distintos niveles de la administración pública también se ha puesto el foco en la responsabilidad individual, comenzando por los propios ciudadanos. En esta línea, José Rodríguez Fuertes afirmaba que «el mejor residuo es el que no se produce». Motivo más que de sobra para concentrar los esfuerzos en la separación de residuos en origen, en los hogares. Esto, añadía, «permite mayor eficiencia en la recogida, tanto económica como medioambiental». La situación en la capital, sin embargo, resta mucho de ser idílica: «En Madrid recogemos 3.000 toneladas de residuos diarios. Un porcentaje importante, en torno al 40 por ciento, se corresponde con resto no reciclable». Con el objetivo de invertir esta tendencia, «informar, concienciar y exigir al vecino». La otra pata en la estrategia de Cibeles pasa por incentivar la «reutilización», al tiempo que se invierte en la modernización de los medios disponibles para la recogida. Especialmente en cuanto a la flota de camiones, donde ya se están llevando a cabo las primeras pruebas con vehículos eléctricos y de hidrógeno.
Por su parte, el presidente de la mancomunidad de gestión de residuos del sur, Asensio Martínez, tildaba de «fundamental» la colaboración entre municipios a la hora de innovar en los procesos de recogida y tratamiento de residuos. También ponía el acento sobre la importancia de la «prevención». A tal fin, apuntaba, por parte de los gestores públicos que deben «dar ejemplo para que el mensaje cale entre la ciudadanía». En cuanto a la innovación, el también alcalde de Sevilla La Nueva daba a conocer las líneas maestras en la transición de la flota de vehículos que operan en la zona y que deben avanzar de manera progresiva «del diesel al gas», ya sea licuado o comprimido, para reducir su huella de carbono.
Finalmente, la directora general del Parque Tecnológico Valdemingómez centraba el tiro de su intervención en exponer las bondades de la instalación que encabeza. Si bien reconocía una emisión contaminante anual equivalente a 900.000 toneladas, el balance, ha asegurado, es «positivo». Y es que «si no tratásemos los residuos estaríamos en un nivel de emisiones de C02 equivalente a 1.250.000 toneladas». Además, «recuperamos hasta 77.000 toneladas de materiales» y «producimos energía, tanto biometano como electricidad, para abastecer a una ciudad como Aranjuez», calculaba María José Delgado. Puesto que la mayor parte de las emisiones contaminantes en Valdemingómez proceden de la materia orgánica que se deposita en el vertedero, el Consistorio madrileño trabaja ya en soluciones innovadoras encaminadas a la captación de biogás mediante procesos de sellado y desgasificación mediante tuberías. Una práctica que permite asimismo generar electricidad. Al control de estas emisiones contribuyen además las múltiples campañas puestas en marcha para la prevención de grietas que entorpezcan el proceso.
‘Biorresiduos: retos y oportunidades‘
El último debate de la jornada contaba con la participación de Íñigo Sanz, consejero delegado de FCC Servicios Medio Ambiente Holding; Gonzalo Cañete, CEO de PreZero; Javier San Millán, director general en Valoriza, y Rafael Guinea, director global de Tratamiento en Urbaser, quienes ponían en común sus conocimientos sobre ‘Biorresiduos: retos y oportunidades‘. Los biorresiduos son aquellos desechos orgánicos de origen tanto vegetal como animal que pueden degradarse de forma natural. Actualmente en España, más de 70 por ciento de las basuras tienen esta procedencia orgánica.
Esta materia puede generar un problema social y sanitario si no se trata y gestiona de manera eficiente, por eso «hay que quitarlos de los sitios en los que no pueden estar y reciclarlos de una manera sana», apuntaba Rafael Guinea. Es importante esa «recogida selectiva» porque a largo plazo estos residuos «no generan daño» al medio ambiente. «Acelerar los procesos naturales e innovar para separarlos en planta, porque el metano es 20 veces peor que el CO2», advertía el director global de Tratamiento en Urbaser.
Madrid se encuentra a la vanguardia en España y Europa en la recogida de este tipo de residuos. Según explicaba Íñigo Sanz, en 2019 se lanzó un proyecto piloto con el horizonte en 2024 de la recogida del cien por cien de este tipo de materia prima, un objetivo que se alcanzó cuatro años antes de lo esperado: «El modelo de la ciudad de Madrid se ha adelantado muchos años a la obligación legal y muchas cuidades vienen a conocerlo», apuntaba el representante de FCC Servicios Medio Ambiente Holding. Sin embargo, España sigue encontrándose a la cola de Europa en la gestión de biorresiduos.
Las reglas del juego, marcadas por la Unión Europea y la Agenda 2035, «son claras» y están encaminadas a alcanzar el 65 por ciento del reciclaje de este tipo de residuos y minorizar el tamaño de los vertidos a los vertederos, un hecho del que España abusa – según los participantes de la mesa redonda. «Hay un montón de indicadores intermedios que marcan el devenir de cómo deben actuar las empresas en la recogida de esta materia orgánica. Una recogida que es obligatoria en todos los municipios desde finales del año pasado y todavía no es una realidad», confesaba Gonzalo Cañete. Para ello, las empresas que gestionan este tipo de residuos deberán realizar «inversiones y nuevas instalaciones que den a esa fracción el tratamiento adecuado y aprovecharlo al máximo», tanto en términos materiales como energéticos, aseguraba el CEO de PreZero.
Javier San Millán apuntaba a que el problema de los residuos «es de todos» y que el «mejor residuo es el que no existe». Por ello, las empresas deben «apostar e invertir e dinero y los recursos para encontrar soluciones económicas y técnicas que sean mejores para afrontar los retos», a pesar de que las administraciones sean los encargados de solucionar su gestión. La concienciación de la ciudadanía es fundamental para una mayor gestión del residuo municipal y espera que en diez años se produzca un cambio significativo. «Existe una intencionalidad para que suceda, pero los resultados no son tan evidentes como por ejemplo el carné por puntos. En algunos países europeos existe una tasa por las bolsas de basura para que uno gaste menos», apostillaba. El director general en Valoriza también apuntaba el residuo que se produce en la industria alimentaria, agricultora y ganadera como uno de los problemas que deben abarcar las empresas gestoras.
La responsabilidad de la descarbonización
El alcalde de Madrid, José Luis Martínez Almeida, clausuraba la Jornada de Medio Ambiente. Antes de dar inicio a su intervención, el regidor quiso recordar la figura del fundador y presidente editor de los grupos Madridiario y Diariocrítico, Constantino Mediavilla, fallecido el pasado mes de junio. «Estoy aquí en un doble ejercicio, como alcalde y con devoción a una figura irrepetible» y que «merece este homenaje, como madrileño de pro y que hizo una ciudad mejor que terminó como Cronista de la Villa por méritos propios».
Entrado en materia, para el alcalde, las grandes ciudades tienen la responsabilidad de «llevar a cabo con éxito las políticas de descarbonización«, y quienes tienen la capacidad de «dar soluciones a los problemas medioambientales». Sobre las políticas de economía circular desarrolladas desde el Ejecutivo municipal, el alcalde reivindica el papel de la administración local en la consolidación del planta de tratamiento de Valdemingómez, una «referencia» que el regidor ejemplifica con cifras, «ahí están los datos, donde se doblan la separación de residuos con respecto al 2019», una infraestructura donde el alcalde destacaba la inversión de «más de 150 millones de euros» para su consolidación y sobre la que «suele haber estigmas» en cuanto a molestias o incomodidad, que sin embargo marcan un «mínimo histórico» de quejas al respecto, lo que para el regidor «es tan importante como el buen funcionamiento» de la planta, ya que a su entender.
El regidor remarcaba que la economía circular se ejemplifica en la reutilización de residuos para la generación de biogás, como sucede en Valdemingomez, así como la existencia de «puntos de intercambio a lo largo de la ciudad», donde los ciudadanos pueden dejar elementos que no utilicen y recojan otros bienes que puedan ser de utilidad, un marco que para el regidor ahonda en la «concienciación ciudadana».
Martínez-Almeida presumía del hecho de que Madrid haya sido elegida Ciudad Misión por la Unión Europea, sello que se otorga a las ciudades inteligentes y climáticamente neutras, un nombramiento que para el regidor «no es únicamente honorifico» y supone «cumplir un conjunto de compromisos» y que se ejemplifica en que es «la capital de europea con mayor calidad del aire» y que según los datos facilitados por el alcalde se han reducido en un 32 por ciento en los últimos años.
Para el alcalde, la política medioambiental en la ciudad tiene que sustentarse en tres aspectos, la sostenibilidad social, económica y ambiental, insistiendo en un argumento repetido en varias ocasiones al señalar que las acciones políticas medioambientales «tienen que ser compatibles con el desarrollo económico». En esa línea, defiende la puesta en marcha de Zonas de Bajas Emisiones al tiempo que se incentiva la renovación del parque automovilístico de la ciudad.
Las jornadas se han podido seguir por streaming en Madridiario y también en redes sociales bajo el hashtag #Economíacircular. El evento ha estado organizado por Madridiario y patrocinado por Comunidad de Madrid, FCC, PreZero, Sulo, Serveo, Sacyr, Valoriza, Urbaser, Ros Roca, Iberdrola, Licuas, Alsa, Asprima y Voltio. Asimismo, colaboran Diariocritico y el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM).
Fuente Comunicae
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