Revista Cultura y Ocio

El seductor. Jan Kjaerstad

Por Mientrasleo @MientrasleoS
El seductor. Jan Kjaerstad
     "Jonas Wergeland tenía una relación relajada con el sexo gracias a su familia. Y no se trataba de conversaciones forzadas y tontas sobre las abejas y flores, nada de eso, en esa familia se hablaba de un modo mucho más concreto. Todos los chicos tienen una chica mayor a la que adoran como a una diosa, su Brigitte Bardot local, o quien quiera que sea la que la época haya elevado a tal categoría. Jonas y Daniel tenían a su propia hermana, Rakel, una chica completamente fuera de serie. Con los seis años de ventaja que les llevaba, Rakel fue una ayuda inestimable para sus hermanos, una especie de rompehielos que les abrió un canal en el hielo por el que ellos podían navegar."
     Sabía que era el primer volumen de una trilogía, y también el más celebrado. Y me atraía por lo diferente, los premios, por no requerir continuar la saga y, por qué no decirlo, por la cubierta. Hoy traigo a mi estantería cirtual, El seductor.
     Conocemos a Jonas cuando regresa a Oslo de la Feria Universal de Sevilla. Le aguarda una terrible noticia: su esposa, ha sido asesinada. Un hecho terrible que abre y cierra esta novela, ya que, a partir de él, descubriremos la historia de Jonas quien es, como promete el título, un seductor.
     La figura del seductor siempre ha sido atractiva, tanto para ellas que caen en sus brazos, como para ellos que miran con curiosidad, desprecio o envidia. El caso es que nunca pasa desapercibida y eso provoca un atractivo especial a la hora de dibujarla como personaje. Y Kjaerstad lo sabe y no aprovecha presentándonos a un seductor que se hace a si mismo, con familia humilde y tía que disfruta de conocer y plasmar el sexo masculino en diferentes lugares (todos los lugares), influyendo así decisivamente en su sobrino y naturaleza laboral mediática. Un hombre que, como gran parte de los seductores, tiene mucho de buscador de mujer capaz de seducirle, sin que ellos signifique no no disfrute del camino, o que vaya a lograr su meta. Y para terminar de redondear esta figura, llega el narrador que se dirige de forma directa al protagonista, como si le estuviera contando la historia solo a él, y provocando con esta familiaridad que el lector haga suyas muchas de las reflexiones y percepciones que nos presenta. Entre otras, la visión del personaje femenino, que uno podría pensar que se limita al trofeo, cuando lo que hace es presentarnos a mujeres fuertes que ganan en atractivo y belleza a medida que suman carácter. Y es que El seductor no es una relación sin sentido de conquistas que va de la mirada a la cama; es en realidad una suerte de álbum de fotos desordenado que irán reflejando la vida, sentimientos y reflexiones de un hombre de clase ahora media o alta en un país como Noruega. La vida relatada de un hombre cuyo trabajo consiste a su vez en retratar las de otros, creando una suerte de paradoja en la que el protagonista bien pudiera ser el participante de su propio programa llevado al género escrito. Y conocemos al viajero y disfrutamos con anécdotas de todo tipo, algunas incluso ridículas como una que incluye a un oso, trágicas como un accidente terrible, u obvias, ya que a nadie le sorprende que en algún momento aparezcan los celos de quien se ve víctima colateral de una dama seducida.
     Me parece importante resaltar que nuestro protagonista no será motivo de juicio por parte del autor, protagonista o lector, dejando a cada cual que una este puzzle de escenas de una vida y decida si el principio, y también final de la historia es o no merecido para Jonas, ya que no para su esposa Margrete. Y a mi, personalmente me ha convencido en su búsqueda eterna. Creo que es un personaje logrado que despierta sentimientos claros en el lector, muy por encima de lo que hubiera pensado al leer la sinopsis. Me ha hecho reí y entretenido, que ya es mucho, y he descubierto a un escritor al que pienso seguir la pista, y que, además de una prosa excelente, ha sabido aprovechar los personajes que pasan por la vida del protagonista, y también por lo tanto por las páginas del libro, para hacer de él una novela redonda.
     Me ha gustado El seductor. Seguiré con la trilogía aunque, efectivamente, no es imprescindible hacerlo, lo cual es un alivio ya que he mirado en la web de la editorial y no parecen haberlos publicado.
     Y vosotros, en las trilogías, ¿las empezáis al descubrirlas o preferís esperar a que hayan sido todos publicados?
     Gracias.
     PD. Hoy os cuento el final, ya que el autor decide hacerlo con premura, aunque lo haré de un modo distinto. Y es que me gusta una frase que el narrador le dirige al protagonista, y es esta:
Creo en tí.

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