Revista Cultura y Ocio
Camaradas,
Por si los británicos habían llegado a pensar que los ataques de la Luftwaffe contra Inglaterra comenzaban a flaquear, nuestros bombarderos llevaron a cabo anoche el ataque aéreo más destructivo de todos los que ha asestado contra Londres.
Entre las 18:00 de la tarde y las 21:30 de la noche del 29 de diciembre, 136 bombarderos de la Luftwaffe han bombardeado el corazón de la ciudad de Londres sobre la que han arrojado 22.068 artefactos incendiarios y 127 toneladas de bombas de alto explosivo. El ataque y los incendios que se han desatado como consecuencia han destruido muchos edificios en Livery Halls y engullido el Gran Salón medieval del Guildhall, reduciendo a cenizas un área mayor que la que se destruyó durante el Gran Incendio de Londres de 1666. La Catedral de San Pablo, rodeada por un anillo de fuego, ha salido indemne de milagro, pero otras muchas de las famosas iglesias de Wren, el Guildhall de 500 años de antigüedad, bancos, oficinas y centenares de tiendas han sido reducidas a cenizas.
Famosa fotografía obtenida esta mañana por Herbert Mason desde el tejado del edificio del Daily Mail en la que se muestra la cúpula de la Catedral de San Pablo alzándose sobre las nubes de humo negro.
La propia Catedral de San Pablo se ha salvado sólo por la dedicación de los bomberos de Londres que han podido mantener el fuego lejos de la Catedral y por los “vigilantes de fuego” (firewatchers) de la Catedral que han luchado para evitar que las llamas de las bombas incendiarias arrojadas sobre su tejado se extendieran.
La pira de Londres, anoche.
El ataque de la Luftwaffe ha desatado unos 1.500 incendios individuales, incluyendo tres grandes focos que han terminado por desencadenar una tormenta de fuego. En 1666 la devastación se redujo a los límites de la propia ciudad. Hoy, ha ido mucho más allá. En esta noche se ha producido la mayor destrucción en términos de superficie de todas las que ha causado el Blitz en Gran Bretaña, extendiéndose desde el sur de Islington hasta el propio extremo de la Catedral de San Pablo.
Devastación en los alrededores de la Catedral tras el ataque de la Luftwaffe.
Otro punto de vista de la devastación.
Ha sido uno de los ataques más breves pero de los más violentos que ha desatado la Luftwaffe. Cuando el último de los bombarderos ha dejado caer su carga de bombas, Londres ha quedado transformada en un ardiente infierno en el que miles de bomberos se esforzaban en dominar el fuego. El horizonte del puente de Waterloo parecía el decorado de una ópera de Wagner en el que la Catedral de San Pablo destacaba sobre un fondo de nubes de humo que de vez en cuando la ocultaban, desplegando un manto sombrío sobre Londres y el futuro de toda Inglaterra.
Bomben auf Engelland!