Revista Coaching

El semental

Por Soniavaliente @soniavaliente_

Hoy les quiere hablar de un ego tan grande como una fertilidad sin límites. No se refiere al rey Ambumbi II, el undécimo fon o rey tribal de Bafut, en Camerún, al que se le atribuyen 130 y esposas y unos 500 hijos.

Si bien es cierto que todas no son suyas –ya que el privilegio de ser esposa del fon se hereda de madres a hijas- semejante prole es digna del récord Guiness. Se refiere al que la prensa ya ha bautizado como “el inseminador global”, un médico especialista en infertilidad al que se le suponen, al menos, 100 hijos. Jan Karbaat, un médico de Róterdam que fallecía este abril a la edad provecta de 89 años habría inseminado en secreto con su propio semen a decenas de mujeres durante décadas. Qué campeón.

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Todo comenzó cuando uno de sus supuestos hijos, Moniek Wassenaa, psiquiatra de 36 años, vio una foto de Karbaat en su juventud y se quedó patidifuso. El parecido con el médico de su madre era tal –sin relación amorosa mediante- que decidió realizarse las pruebas de ADN. La muestra para cotejar vino de uno de los dos hijos legítimos del médico. Esto destapó la liebre y, pronto, 25 personas más se sumaron a la demanda aunque se calcula que los afectados podrían llegar a 100.

Moniek llegó a hablar su padre por teléfono. Le preguntó que por qué lo había hecho. Había jugado con las mujeres en uno de los momentos más vulnerables de sus vidas. No tuvo en cuenta la trascendencia de los actos, ni las consecuencias para sus hijos.

Cuando se le preguntó por la ética, comentó que todo eso ocurrió entre los 70 y los 80, que las mujeres querían un hijo. Y lo tuvieron. Preferiblemente de un hombre con estudios superiores. Y que su ADN “era mejor que el de un policía”. Un médico con complejo de Dios que jugó a crear 100 vidas. Lo que fuera de ellas, no era de su incumbencia.


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