El parque natural de Cabo de Gata se nos presenta con el cielo nublado, lluvia, viento, frío y un mar embravecido pero bello, muy bello. Julio nos espera y nos dirige a visitar la parte sur de la costa a partir de San José. Las playas de Monsul, los Genoveses y otras menos conocidas nos brindan un espectáculo único al contemplararlas en toda su virginidad, sin la más mínima intervención humana. Durante el recorrido observo infinidad de piteras y chumberas pero no sé si su origen es espontáneo o introducido por el hombre. Julio nos dice que se pueden recorrer todos los acantilados de esta zona mojándonos los pies. Eso me indica que volveré cuando mejore el tiempo. Algunos barrancos llevan agua (algo excepcional) y todo el paisaje está muy verde debido a las abundantes lluvias. Comer, lo que se dice comer fue toda una delicia por el excelente pescado que se obtiene del diminuto puerto.Ya es domingo, observo por útima vez a mi tobillo y le suplico que me deje ir, al menos, a realizar la ruta andando. Me pongo de rodillas y su volumen no sólo disminuye sino que aumenta y duele pese a los antiinflamatorios. Pepito Grillo me dice al oído que me quede en cama mientras abandona la habitación... BUAAAAAAAAAAAA otra vez más. A las 8,20 suena el móvil y es Paco que me espera en el autobús para dirigirse a Rodalquilar, salida de la carrera. Me acerco y hago las fotos de rigor al grupo ilicitano formado por Paco, Antonio, Ito, Nacho y Julio. Están todos con ganas, se percibe. En fin, les veré a lo largo del trayecto en coche, claro. Os dejo con las magníficas fotos del fin de semana. Marga cumplió su objetivo de acabar los 28 kms en menos de 4 horas, andando pero con un fuerte ritmo y descubriendo una buena amistad en la persona de la granadina Carmen. Un Saludo desde aquí.