Por cierto, y hablando de Dios, no sé si cada país tendrá su Dios, y luego en una especie de Unión Celestial de Dioses, habrá un Dios de Dioses, pero es más que posible que en España nuestro Dios sea Santiago Segura, porque, si ya estaba en todas partes, requisito indispensable para todo Dios que se precie, desde hace unos días aparece en un nuevo anuncio del Eurojackpot. Cualquier día le vemos en un anuncio de crecepelo. Ya sabemos que es calvo; precisamente por eso.
Por otra parte, está claro el "Estilo Donald Trump"; en lugar de hablar de economía o de política, para ganar el pasaporte a La Casa Blanca, la gran mayoría republicana se llena la boca atacando a Hillary Clinton, para que vaya a la cárcel, se supone, por utilizar su correo personal para asuntos de estado. Y de esa manera, intentar olvidar o "maquillar", el tropiezo de ayer al poner en boca de la actual mujer del Señor Trump en un discurso, antes de la investidura formal de su marido como candidato republicano a la presidencia, en la última convención, frases literales completas utilizadas en un discurso de hace años por parte de Michelle Obama.
Se supone que el artífice de este desaguisado no será, eso espera este vecino del mundo, pero lo recuerda, el mismo cerebro que incluyó párrafos enteros de novelas de otros autores, en aquel libro de una célebre periodista y presentadora española de televisión, y que al parecer, ahora, nadie quiere recordar.
Esperemos que ese no sea el estilo del Señor Trump y su equipo si llegaran a La Casa Blanca, ya que, metafóricamente, hasta pudiera variar el color del edificio a un rojo intenso, por aquello de que los supuestos futuros moradores tengan que ruborizarse frecuentemente.
Este vecino del mundo no sabe lo que está pasando, pero estos últimos tiempos están sacando lo peor de todos nosotros, de ahí quizás también parte del éxito del Señor Trump. Se diría que no vende lo positivo, vende lo negativo, la xenofobia, el racismo, lo peor de nosotros. De hecho, y aunque sea pura ironía, hace dos o tres días ha comenzado una nueva serie de televisión, en el que el protagonista se llama Lucifer, y es una especie de representante del Demonio que está pasando una temporada en la Tierra.
Los malpensados o "bienpensados", vaya usted a saber, dirían que no es más que pasar por un taller de chapa y pintura, a aquella serie de hace muchísimos años llamada en España "Embrujada". Solo que aquella era una bruja buena, y el protagonista de la serie de ahora, como lo bueno no vende, es malo malísimo, pero, eso sí, con un punto de sofisticación, que es lo que se lleva en estos días.
Quizás estamos ya todos imbuidos de un espíritu de "jugador de vide-juegos" en el que podemos jugar a ser malos, pero que si luego hay algún problema por nuestra conducta, paramos el juego, y nos olvidamos. El problema puede venir en el hecho de que con Donald Trump en una supuesta presidencia, el mando lo tendría él, y sería la vida real, manejando un arsenal, y nunca mejor dicho, de bombas, que si fueran utilizadas, pudiéramos acabar como los monos de "2001: Una Odísea del espacio".
¡Miedo me da! ¿A ti, no?