Revista Opinión
autor: blog Agua Viva
Voy a decir algo que es evidente pero al parecer pasa inadvertido por algunas personas.
Las devociones son buenas siempre y cuando se les considere un medio para estar cerca del corazón de Dios. El rosario, el escapulario, las procesiones, son "obras exteriores", visibles a los demás, y nos deben conducir hacia Jesús para parecernos cada vez más a él. Pero si sólo nos quedamos en las "obras exteriores" y en nuestro interior no hay ni un pequeño cambio, pues algo no anda bien....quizás te estas apoyando en la obra externa: he rezado tantos rosarios, he ido todos los años a la procesión, he ayunado tantas veces, tengo el escapulario colgado en el cuello, me merezco el cielo!!!
En el Antiguo Testamento encontramos pasajes que hablan precisamente de este problema:
"Día tras día me buscan y quieren saber mis caminos
como si fueran un pueblo que ama la justicia...
sin apartarse del derecho de Dios.
Me piden leyes justas y se complacen en acercarse a Dios.
¿A qué ayunar si tú no lo ves?
¿A qué humillar nuestras almas, si no te das por entendido?
Sí, pero en el día de ayuno os vais tras vuestros negocios y oprimís a todos vuestros servidores
Ayunáis para mejor reñir y disputar y para herir inicuamente con el puño,
no ayunéis como lo hacéis ahora
si queréis que en lo alto se oiga vuestra voz"
Isaías 58, 2-4
Dios pregunta:
"Es acaso así el ayuno que yo escogí, el día en que el hombre se mortifica?
¿Encorvar la cabeza como un junco y acostarse con saco y ceniza?
¿A eso llamáis ayuno y día agradable a Yavé? Isaías 58, 5
Dios responde:
"¿Sabéis qué ayuno quiero yo?
Romper las ataduras de iniquidad, deshacer los haces opresores, dejar libres a los oprimidos y quebrantar todo yugo" Isaías 58, 6
¿Qué significa romper las ataduras de iniquidad?
¿Qué significa deshacer los haces opresores?
¿Qué significa quebrantar todo yugo?
No somos presidentes de una nación, así que no podemos promulgar leyes para romper las ataduras de iniquidad, para deshacer los haces opresores, para quebrantar todo yugo...entonces, qué es lo que nos dice Dios?
"Partir tu pan con el hambriento, albergar al pobre sin abrigo, vestir al desnudo y no volver tu rostro ante tu hermano" Isaías 58, 7
Cuando partes tu pan con el hambriento estás rompiendo ataduras de iniquidad.....
Cuando albergas al pobre sin abrigo estás deshaciendo los haces opresores....
Cuando vistes al desnudo estás quebrantando parte del yugo que lo aqueja.....
Si vas a la procesión a acompañar al Señor y "vuelves tu rostro ante tu hermano", si eres indiferente ante el hambriento, ante el desnudo, ante el pobre que no tiene cómo salir del yugo que lo aplasta, entonces, mejor no vayas a la procesión porque te has quedado en "obras externas" pero tu corazón está lejos de Dios: "este pueblo me honra con los labios, pero su corazón está lejos de mí".
Y nadie es tan pobre que no pueda dar algo, por ejemplo una palabra de consuelo, de ánimo, o un consejo...
Ir a la procesión implica cambio de vida, conversión. Todos los días hay algo que modificar en nuestra conducta, algo que mejorar....
Lo mismo podemos decir del rosario en comunidad, del escapulario, o cualquier forma de devoción externa. Las obras externas no sirven de nada si no van acompañadas de una conducta ética y de compasión hacia todas las personas que te rodean. Compasión ante el sufrimiento, ante la debilidad, y ante el error del prójimo.
Si vas a la procesión cada año y cada año regresas a tu casa y maltratas a tu mujer y a tus hijos, sería mejor que no vallas....
"Cuando quites de ti el yugo, el gesto amenazador y el hablar altanero, cuando des de tu pan al hambriento y sacies el alma indigente, brillará tu luz en la oscuridad y tus tinieblas serán cual mediodía. Yavé será siempre tu pastor y en el desierto se hartará tu alma y dará vigor a tus huesos."
Que nadie malinterprete estos pasajes bíblicos porque ayunar es grato a Dios, Jesús ayunó cuarenta días y cuarenta noches, pero le es grato cuando el que ayuna mantiene una conducta cristiana en todos los sentidos.
Cuánta razón tiene el Ing. Sifuentes Rosell, ninguna ley humana "puede legislar la mente y el corazón de las personas. Se puede declarar Patrono, Amo, Dueño y Señor a Jesucristo; pero si los que dicen seguirle no quieren obedecer lo que él ordena (en su vida, en su familia, su trabajo), la declaración termina siendo una ofensa antes que una honra" "Se puede hablar mucho de Cristo, y estar lejos de él. Cuidado. Sucedió antes, sucede hoy. Y por lo que vemos día a día, Jesucristo todavía no es Señor del Perú. Basta ya de hipocresías y esforcémonos por obedecer sus mandamientos".
Vayamos a la procesión cada año, siendo cada año mejores cristianos. Que se note que estamos cerca del corazón de Dios, que no somos hipócritas que practicamos obras externas y estamos podridos por dentro.