Revista Cultura y Ocio

El señor Nakano y las mujeres. Hiromi Kawakami

Publicado el 07 junio 2021 por Juancarlos53

«Cuando eres joven, no eres consciente de que la gente muere. Pero cuando alcanzas cierta edad, los demás mueren con una facilidad pasmosa. De repente tienen accidentes, sufren enfermedades o se suicidan. Mueren en contra de su voluntad o por causas naturales con mucha más facilidad que cuando eres joven.» (Masayo en el cap. El vestido)

La autora
Hiromi Kawakami (Tokio, 1958) inició su trayectoria literaria a mediados de los años noventa, tras haber estudiado ciencias naturales e impartido clases de biología. Así, con la publicación de su debut, Kamisama, en 1994, Kawakami se ha convertido en una de las autoras japonesas más populares del mundo. Admirada por público y crítica, ha recibido varios galardones, como el Premio Tanizaki (2001) o el Premio de Literatura de Asia (2012). Entre sus libros más destacados se cuentan Abandonarse a la pasión (1999), El cielo es azul, la tierra blanca (2001), Algo que brilla como el mar (2003) y El señor Nakano y las mujeres (2005).

 
Sinopsis (proporcionada por la propia editorial)
Cuando Hitomi empieza a trabajar en la tienda de segunda mano («Esto no es un anticuario», remarca su propietario), entra en un mundo muy particular. Allí habitan el señor Nakano, un enigmático hombre con varias exmujeres; Masayo, su hermana, una artista que nunca se ha casado, y Takeo, el otro empleado del establecimiento, un chico joven, tímido pero encantador.Cada día, clientes del vecindario entran y salen del mismo modo que los objetos, cada uno con su historia única, se compran y venden. Así, la historia entre Hitomi y Takeo se mezcla y confunde con muchas otras.Mi comentario
El señor Nakano y las mujeres. Hiromi Kawakami
Los personajes se llevan bien, se enamoran, tienen momentos de ternura... Todo esto en un contexto real, quiero decir, nada exagerado, impostado, o falseado. La narradora es Hitomi, una chica joven que se siente atraída por Takeo, su compañero de trabajo en la Prendería Nakano. Nakano es el comerciante dueño de esta tienda de objetos de segunda mano. Es un hombre que tiene feeling para con las mujeres. Ha tenido múltiples relaciones. Es habitual en él decir a sus empleados algunas tardes que tiene que ir al banco, un banco peculiar pues es un eufemismo bajo el que esconde sus citas amorosas. En este momento está en relaciones con Kikomi, que tiene una tienda de antigüedades. Nakano pone mucho énfasis en diferenciar su tienda de la de una de antigüedades. Hay un quinto personaje muy importante en el relato; se trata de Masayo, hermana de Nakano, una mujer de más de cincuenta años que es amante de Maruyama. En su relación con ella Nakano se interesa mucho por cómo le va la relación con Maruyama. Y para sonsacarla utiliza a Hitomi que se hace la encontradiza o la visita en su casa para trasladarle a Nakano la situación emocional de Masayo. Como se ve es una novela de relaciones en la que cada uno de los cinco personajes principales desarrolla, pivotando siempre alrededor de la tienda, otra serie de relaciones de lo más naturales todas ellas.
La Prendería Nakano es un negocio de otro tiempo y sus métodos comerciales -acudir a vaciar pisos por cuyo contenido Nakano ofrece una cantidad no muy elevada para luego vender los objetos en el negocio a los clientes- también están ya algo caducos. En el relato vemos como Haruo Nakano va haciendo uso cada vez más de la página web de subastas de Tokizo, a quien ha conocido a través de Kikomi, para vender piezas subastándolas al mejor postor. También su manera de relacionarse con las mujeres es algo antigua pues siendo él muy liberal en sus hábitos amorosos sin embargo no admite que las mujeres también puedan serlo y no entiende que una mujer pueda ser autora de un relato erótico. Cuando conoce tal cosa de Kikomi su concepción de la femineidad se le viene abajo, aunque tal cosa le hará evolucionar en sus arcaicos planteamientos. 
La autora utiliza la figura de Haruo Nakano para presentarnos comportamientos femeninos distintos a los tradicionales en los que este hombre parece haberse quedado varado. Vemos a estas tres mujeres -Hitomi, Masayo y Kikomi- actuar desde sí y por ellas mismas. Hitomi se siente atraída por Takeo e ideará fórmulas para estar con él, es decir, es sujeto activo en la relación. Masayo es una artista dedicada a la confección de muñecas que llega a exponer de manera exitosa; en su relación con Mayurama se la ve independiente pero muy enamorada de este hombre. Y Kikomi será quien, como ya he dicho, hará evolucionar a Nakano y sacarlo de sus posiciones ultraconservadoras. 
La novela está formada por doce capítulos que a mí en muchas ocasiones me han dado la sensación de ser relatos independientes unidos en esta narración por estos personajes presentes en todos ellos y por esa sensación de mundo rutinario que es la vida de las personas normales como ellos. Esta impresión la he visto incrementada al leer en ocasiones frases prácticamente idénticas repetidas en varios de los capítulos. Así me ha sucedido con la frase «cuando Masayo estaba detrás del mostrador los clientes compraban más, como si ejerciera un poderoso influjo sobre su voluntad.» repetida en tres o cuatro ocasiones a lo largo del libro dándonos una información desconocida y pertinente la primera vez  pero totalmente prescindible por redundante en los siguientes casos. 
En el terreno narrativo según leía la novela en varios momentos he sido consciente de que Hiromi Kawakami hace uso del recurso -¡tan cervantino!- de las historias intercaladas. Así la narradora en primera persona que es Hitomi tras hablarnos de algún nuevo personaje en ocasiones introduce una historia ajena al discurrir fundamental del relato. Un ejemplo aparece en el capítulo El cuenco cuando un joven cliente lleva a la tienda un cuenco diciendo que no quiere que lo vendan, sólo que lo expongan. Ante tan insólita petición Masayo le dice al joven que seguro que el objeto tiene una historia detrás y le invita a contarla («Nos gustaría escucharla»). Y la narradora Hitomi da paso a la historia con estas palabras: «Así fue como el joven nos contó, despacio y titubeando, la historia del cuenco» comenzando a continuación dicha historia contada, naturalmente, en tercera persona.
Marina Bornas Montaña (traductora)
La traducción la hace Marina Bornas Montaña (Tarrasa, 1983). En general hace una traducción muy aceptable logrando transmitir la delicadeza de la cultura japonesa representada especialmente en los personajes de más edad frente a la que existe en mucha menor proporción en las generaciones representadas por Hitomi y Takeo. Muy bien la traslación al castellano en general, aunque me ha chirriado un poco -bastante, si soy sincero- que una o dos veces escriba "los más buenos" en vez del correcto "los mejores". No logro explicarme la razón de tal error. No sé si quizás el hecho de que Marina sea la traductora de Kawasaki al catalán haya podido influir. Pero tampoco lo creo pues en catalán existe "els millors". ¿Entonces? Bueno, sea la razón que sea lo que hay que procurar siempre es utilizar el idioma con corrección y no valen disculpas en literatura. 
FinalPoco más puede decirse de "El señor Nakano y las mujeres" para cerrar esta breve reseña. Sólo quisiera resaltar que es un libro amable, delicado, en el que lo que se muestra es la vida ordinaria en el Japón de hoy. En mi opinión es una muestra de literatura feelgood y como la mayor parte de las obras de esta tendencia la novela de Hiromi Kawasaki se lee con muchísimo gusto, si bien con el paso del tiempo obras como ésta no se recuerdan tanto como las que relatan sucesos más impactantes.
El señor Nakano y las mujeres. Hiromi Kawakami

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